*Mackenna en multimedia*
Lennon:
Cuido cada detalle en los cupcakes y cuando termino de decorar el último me siento orgullosa de mi creación.
Anna, mi amiga acerca su mano al cupcakes y le doy un manotazo.—¡Hey, eso dolio!
—Que bien.
—Lennon...
—Lleva esto a la empresa.—Le pido .—Y con mucho cuidado. No queremos...
—Lo siento, no puedo.—Se alista el casco en la cabeza.—Tengo que llevar a mi abuela a sus clases de Tai chi, inician hoy.
—¿No estaba en natación los fines de semana?
—No lo se, hace tres meses de pintura, el mes pasado fue de natación... mañana será quien sabe.—Se encoje de hombros.—Es una adulta mayor, esto es lo que hacen los abuelitos a su edad.
Suspiro.—Pero quien...
—Llévalo tú, además si tanto te preocupa que lleguen en buen estado, nadie mejor que tú para hacer que lleguen bien y si una empresa como esa buscó tus servicios como pastelera, creo que lo mejor es que la misma repostera se los lleve.—Me dice.
—¿A Enterprise Rice? No tengo nada que ponerme.
Ella me analiza.
—Encontraras algo en tu closet.
—¡Anna!—Grito cuando corre hacia la puerta.
—¡Buena suerte, amiga!
(***)
Bajo del taxi luego de pagarle con un billete al hombre, cuelgo mi bolsa y con una mano sujeto bien la superficie de la caja que mantiene mis cupcakes seguros.
Una fuerte ventisca me levanta la falda colorida que llevo y me la bajo rápidamente, además de la falda llamativa por sus colores y que me queda arriba de las rodillas, llevo zapatos negros y una blusa del mismo color y joyería en el cuello, el cabello lo llevo suelto y bien peinado, con un suave maquillaje en las mejillas y un gloss color terra cota en mis labios.
Ahi va lo último del producto que pedi por revista.
En fin, espero que mi presentación valga la pena y según yo me veo bien, tengo mucha ropa colorida, es lo que me gusta, pero esta vez solo llevo la falda de cuatro colores y lo he combinado con negro.
Levanto la mirada y observo el enorme cartel con el nombre de la empresa.
Aqui vamos...
Mackena:
—¿Estoy despedida?—Repito las palabras de mi jefe.
—Si, eso dije.
Frunzo el ceño.—¿Y el motivo?
—Conoces el motivo.
—¿Por un video viral?
—Un video que pone en duda la marca intachable de nuestros trabajadores.
—Pero si el infiel fue el, no yo.—Me defiendo.
—Sus problemas personales no son de mi incumbencia, señora Will...
ESTÁS LEYENDO
El amor no se mide en Kilos
RomantizmLennon es una repostera, amante de los cupcakes y orgullosa por su trabajo ¿Qué sucederá el día que un empresario egocéntrico devuelva sus postres? Mackena es una arquitecta exitosa con un esposo maravilloso o era lo que creía, el divorcio llego con...