En lo más alto del gran cielo se encontraba el arcángel supremo Aziraphale, quien al descubrir una conversación que se suponía no debía escuchar, hace todo lo posible para lograr que los deseos malintencionados de la conversación no se cumplan. ¿Po...
En una casita de color negro lejos de la ciudad, el sol alumbraba radiante a las ventanas de esta.
En una de las habitaciones de la casa se encontraba el demonio llamado Crowley, dormido profundamente en su cama, ya que la noche anterior había estado ahogando sus penas con el delicioso vino terrenal.
Había bebido tanto, demasiado, para olvidarse de un ángel cuyo nombre era Aziraphale porque por su mente siempre recorrían los momentos alegres que había pasado con el, también momentos tristes como aquel "estupido día" como el lo llamaba, día en que decidió confesarse a este angel, lo hizo con todo el amor que sentía por el pero fue rechazado o bueno eso pensaba el, porque sospechaba que algo le habían hecho a Aziraphale para que aceptara irse al cielo y dejarlo ahí, pero él creía que esto solo lo pensaba para tratar de curarse a si mismo.
Crowley despertó de su profundo sueño, este era uno de esos días en el que el demonio no quería hacer nada simplemente rondar por ahí.
Se dirigió a rociar sus plantas y después fue al baño y se lavo la cara, después se fue a la cocina a preparar un café pero decidió tomarlo tan rápido que en el primer sorbo se quemó la lengua.
-Mierda- dijo Crowley, tratando de aliviar el dolor.
Salió a la calle y entró en el Bentley, quería ir a dar un paseo a un lugar donde pudiera despejar su mente y recordó a Muriel debía ir a visitarla ya que hace semanas no la veía. No soportaría que otra vez la hayan intentado robar y es que aunque no lo quisiera aceptar le preocupaba Muriel y le agradaba estar con ella aunque a veces hablara demasiado, le gustaba recordar con un poco de gracia los primeros días que estuvo en el tierra, a él le tocó enseñarle lo bueno y lo malo en la tierra.
Le enseño que en el mundo existían muchas personas malas y que las personas buenas eran muy pocas, le dijo que si le pasaba algo malo intentará defenderse, el le confesó que Aziraphale en alguno de los tantos libros que habían en la librería guardaba un arma que Muriel no tardó en encontrar.
Que de ser necesario se defendiera con el arma o que simplemente hiciera milagros.
-Milagros?! Sr.Crowley yo no puedo hacer eso.
-y porque Muriel?
-Soy un ángel de categoría 37 lo que significa que soy de bajo nivel si hago algún milagro el cielo lo sabrá y me puedo meter en muchos problemas.
-Eso no importa Muriel, defiendete, se que eres capaz de hacerlo, que importa el estupido cielo.
Mientras manejaba el Bentley con destino a la librería paso al lado de una iglesia y recordó el día que hizo " un milagro demoníaco de su parte" cuando rescató los libros de Aziraphale ese día el angel se veía tan emocionado y a Crowley le encantaba verlo así, ese día aunque no lo quizo decir el sintió un olor extraño que podría describirse como amor.
Decidió que no quería pensar más en eso y coloco música, escogió al azar unos de los tantos discos que tenía y lo reprodujo, de repente empezó a sonar Killer Queen.
She keeps her Moët et Chandon
In her pretty cabinet
"Let them eat cake, " she says
Just like Marie Antoinette
A built-in remedy
For Khrushchev and Kennedy
At anytime an invitation
You can't decline
El debia aceptarlo le encantaba esa canción, se la sabía de memoria y lo relajaba mucho porque a este demonio le gusta la música de Queen.
Caviar and cigarettes
Well versed in etiquette
Extraordinarily nice
She's a Killer Queen
Gunpowder, gelatine
Dynamite with a laser beam
Guaranteed to blow your mind Anytime
Se sumergió tanto en sus propios pensamientos que sin darse cuenta la canción ya había terminado y el Bentley ya estaba en frente de la biblioteca.
Estacionó su carro a unas dos calles de la librería y fue a tomar algo en un negocio que quedaba cerca de la librería, el quería despejar su mente y luego visitar a Muriel.
Tomo un poco de vino completamente solo, pasaron casi dos horas y recordó lo que venía a hacer.
Cruzó la calle, ya casi llegando a la librería sintió una extraña sensación, era algo intenso como si algo importante fuera a suceder, cada vez que se acercaba más esta sensación se insentificaba lo cual hizo que quisiera llegar más rápido a la librería.
Al estar al frente de la puerta apoyo su mano y la abrió lentamente, sonó el típico sonido de la campana y Crowley ingreso con la cabeza agachada signo de cansancio.
-Oh, hola Crowley... Dijo Muriel
-Hola Muriel, Como has estad-
Crowley fue levantando su cabeza y no pudo terminar lo que estaba diciendo.
Porque al mirar hacia al frente, vio un ángel, un ángel por el que había llorado y tomado vino miles de noche esperando a que su dolor terminara.
Agrando sus ojos amarillos y lo único que pudo salir de su boca fue
-Angel...
-C-crowley... Dijo Aziraphale
Se miraron durante unos dos minutos sin poder decir más hasta que Muriel intervino.
-Hola? Chicossss?!
Los dos la miraron desconcertados y Muriel al ver que ya tenía toda su atención dijo
-Sr.Fell recuerde que tenemos que hacer algo rápido ustedes corren peligro según lo que me dijo hace unos momentos. . . . . . . . Hola, espero que les haya gustado, parte 4 disculpen la tardanza. Les recomiendo Killer queen de Queen muy buena canción.
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