En lo más alto del gran cielo se encontraba el arcángel supremo Aziraphale, quien al descubrir una conversación que se suponía no debía escuchar, hace todo lo posible para lograr que los deseos malintencionados de la conversación no se cumplan. ¿Po...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
***
-¡Muriel Cuidado!- dijo Aziraphale
Eso fue lo último que se escuchó en todo el lugar. Todo parecía ir en camara lenta.
El brusco movimiento del rubio hizo que Crowley se despertara abruptamente. Un poco dormido el pelirrojo dirigió una mirada hacía la puerta donde estaba sucediendo todo.
Los ojos de los presentes se agrandaron y casi casi salían lágrimas de ellos.
Aquí un dato curioso: las alas de los angeles son lo más hermoso que pueden tener y en la mayoría tiene un color blanco precioso, al ser arrancadas no es posible que vuelvan a aparecer. El dolor que sienten cuando le son arrancadas es inimaginable se asemeja a romperse todos los huesos del cuerpo.
¿Esto suena terrible, verdad?
El ángel con la máscara extendió sus manos hacia la espalda de Muriel y con un rápido movimiento arranco sus alas. Todo ocurrió tan rápido, el grito de la chica se escuchó en toda la librería. Un grito lleno de dolor.
Su cuerpo cayó, haciendo un terrible ruido. Belcebu corrió hacia el, en sus ojos se veía la furia y estaba a punto de atacar al ángel de la máscara.
Pero se detuvo siendo amenazada por la lanza del misterioso ángel. La apunto directamente al cuello.
Crowley y Aziraphale miraban sorprendidos y enojados la escena. Era una explosión de emociones impresionante. Ver a Muriel con sangre en su espalda en los brazos de Belcebu quien estaba amenazada por una lanza con una gran cantidad de agua bendita, no era algo muy lindo cierto?
Crowley parecía estar a punto de correr hacia las chicas pero el brazo de Aziraphale lo detenía porque el misterioso ángel de la máscara no era el único.
Eran cinco angeles. Uno de ellos se acercó con paso firme donde se encontraban el rubio y el pelirrojo.
Estaba a punto de tocar a Aziraphale pero Crowley se puso de pie y intentaba defender al ángel de ojos azules. Se puso adelante del rubio.
-Sobre mi cadáver- dijo el, mientras miraba enojado al misterioso ángel.
Este no le quitaba la mirada de encima parecía estar decidido a llevárselo. Golpeó a Crowley para quitarlo del camino.
El pelirrojo choco contra un estante, en un fragmento de segundo todos los libros estaban en el piso. Aziraphale intento llegar hasta Crowley preocupado pero el ángel misterioso lo detuvo tomándole del brazo.