-Borrarnos del libro de la vida?, Pueden explicarme- dijo Crowley
Muriel y Aziraphale le explicaron todo lo que sucedió omitiendo que Metatron había amenazado a Aziraphale con borrarlo del libro si se negaba a aceptar el cargo de Arcángel supremo. Aziraphale no decía nada porque tenia miedo a la reacción de Crowley y Muriel lo ocultaba porque sabia que ese tema debían tratarlo ellos dos y nadie mas.
Muriel era prácticamente la que estaba diciendo todo, Aziraphale solo decía una que otra palabra corrigiendo y afirmando lo que Muriel contaba, el ángel no se atrevía a mirar a los ojos a Crowley.
Mientras el pelirrojo lo detallaba de pies a cabeza, olía como Aziraphale seguía llevando la misma colonia que su barbero le recomendó y que el tanto tanto conocía y amaba y es que aunque no estuvieran tan cerca el pelirrojo sabia perfectamente el olor del ángel. Aunque en la biblioteca estuvieran cien personas el seguiría reconociendo el hermoso olor del ángel, ese hermoso y precioso olor a dulzura que el ángel poseía.
Aziraphale y Crowley cruzaban miradas por breves segundos y de inmediato las apartaban, miradas llenas de recuerdos, nostalgia y es que los dos tenían tantas cosas que decirse, tantas que conversar.
El demonio sentía como todas estas palabras esperaban impacientes por salir de su boca esto le generaba picazón y ganas de gritar pero trataba de disimular, veía de nuevo esos ojos azules que le hacia volver a recordar y extrañar, extrañar ver al ángel en el Bentley diciéndole que redujera la velocidad, extrañar ver comer al ángel y es que la forma en la que lo hacia tan elegante y delicada lo hacia querer admirar cuando lo hacia, extrañaba "salvar" al ángel pues le encantaba hacerlo, extrañaba ver al ángel leyendo y escuchando música clásica le encantaba la forma en que lo hacia, como sostenía el libro, la forma de sus lentes, la manera en que se perdía entre las letras de las paginas, admiraba sus grandes y hermosas alas, desde el primer momento que las vio le parecieron increíbles, su llamativo color blanco y la forma tan delicada de cada pluma era algo que Crowley amaba. El recordaba el momento preciso en el que el ángel entro en el ascensor, el lo observaba desde el auto con una mínima esperanza de que Aziraphale retrocediera y fuera hasta el pero no fue así y recordar eso hacia que quisiera llorar.
El ángel también sentía lo mismo tenia en frente al ser que tanto extraño cuando estaba en el cielo, lo tenia a solo unos pasos, quería abrazarlo y explicarle todo, quería estar entre sus brazos tal vez llorar un poco y decirle todo lo que tenia entre pecho y espalda, quería sentir sus manos frías tocando las suyas, quería otra vez tener la compañía de el haciendo cualquier cosa, quería oler su hermoso perfume, extrañaba ver cada cambio de peinado del demonio y alagarlo, extrañaba reír junto el, extrañaba contarle todos sus problemas y que el le contara los suyos, extrañaba cada visita y llamada inesperada de Crowley. había algo de lo que Aziraphale se arrepentía enormemente y era haberse dejado amenazar de Metatron, se arrepentía enormemente pues recordaba la forma en que Crowley lo miraba cuando estaba entrando en el ascensor,, aunque el demonio tuviera puesta sus gafas en ese momento, Aziraphale podía sentir esa mirada llena de tristeza y rabia y recordarlo era algo que lo destrozaba.
Pero ese no era el momento de recordar y extrañar era momento de encontrar una solución para el pequeño problema, tener el libro de la vida en la libreria dentro de una caja no era algo muy normal menos para dos ángeles y un demonio.
-hagamos un milagro- propuso Crowley
-¿que tipo de milagro?- pregunto Muriel
-uno para ocultarlo
-podría funcionar... pero es un objeto muy poderoso, ¿podremos hacer tal cosa?
-Si podemos somos tres, dos ángeles y un demonio

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Hearbeat (Aziracrow)
RomantizmEn lo más alto del gran cielo se encontraba el arcángel supremo Aziraphale, quien al descubrir una conversación que se suponía no debía escuchar, hace todo lo posible para lograr que los deseos malintencionados de la conversación no se cumplan. ¿Po...