Capítulo 2

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Sigo mirando fijamente a mamá, pero ni siquiera encuentro respuesta en sus ojos, miro y nada pasa aunque escucho nuevamente la puerta de entrada y me hace saber que a papá nada le ha pasado y dejo escapar el aire que no sabía que tenía retenido en mis pulmones, comenzando a respirar normal. Mamá se sienta a mi lado aún con ese rostro de sorpresa y por fin diviso a papá en la entrada del living quien da una mirada fría a mamá, sin darme una mirada a mi y sigue su camino hacia el resto de la casa.
Giro mi rostro hacia mamá que ahora tiene un rostro de tristeza y en sus ojos tiene esas lagrimas que se asoman, pero no las deja escapar. No aguanto este silencio.
-¿Qué es lo que pasa? - pregunto entre un susurro, ya que no quiero que me escuche mi padre y piense que soy una entrometida aunque si lo sea.
Mamá me mira fijamente y me abraza así como si se le fuera la vida en eso, muy fuerte y comienza a llorar. No es tanta la sorpresa que me llevé con esto así que solo me animo a abrazarla y esperar a que esto pase.
Entre sollozos me habla o intenta hablar, ya que entre hipados no le puedo entender mucho.
-Shh, tranquila, llora y quedate tranquila, luego si deseas me cuentas, pero tranquila mamá.- Intento consolarla.
Cuando ya han pasado quizás 5 minutos ella deja de llorar y deja de abrazarme para fijar su mirada en mi y con un hilo de voz me dice - Liss. - así me llaman mis padres de cariño- La relación con tu padre va de mal en peor y hoy hemos decidido iniciar los tramites del divorcio.- Y sin más que decir vuelve a llorar, pero ahora usa sus manos para tapar su rostro y yo no puedo hacer nada, me quedo quieta, intentando procesar la información.
Siempre supe que el matrimonio de mis padres había sido algo por obligación, pero que se querían. Mis abuelos los obligaron a casarse cundo supieron que mamá estaba embarazada de mi, si, se amaban, pero fue una obligación. También sé que últimamente han discutido mucho, pero siempre terminaban arreglandose porque se querían, pero quizás ya se les acabó el amor, quizás no es eterno como se dice que es.
Quiero decir algo, digo, no soy la única que tiene a sus padres en tramites de separación, pero es difícil asimilarlo, pero me armo de valor para decirle algo a mamá. Carraspeo un poco antes de hablar para tener una voz clara y espero que no flaquee.
-Tranquila mamá, quizás sea lo mejor y yo lo entiendo.- Intento animarla un poco. - ¿Acaso no me has escuchado? NOS VAMOS A SEPARAR- Lo último lo grita con tanta fuerza que no puedo evitar sorprenderme. La miro fijamente con un rostro que demuestra mi sorpresa o reacción, puedo ver la rabia reflejada en su mirada, quizás se sintió como si no me importase, aunque si me importa, pero nada de lo que yo diga o haga solucionará las cosas. Decido ponerme de pie y dejarla sola con su rabia y antes de caminar a mi habitación la miro y le digo- Quizás sonó frío, pero es la verdad, no somos ni la primera ni la última familia que se separa. Intentaba animarte, pero entiendo que necesitas estar un momento a solas. Buenas noches mamá- Suelto con un tono triste lo último y emprendo camino hacia mi habitación dejándola sola, pero siento su mirada en mi, esta mirando la dirección en la que voy llendo, las escaleras.
Subo las escaleras y paso por fuera de la habitación de mis padres en donde la puerta se encuentra abierta y mi padre está al final de la cama, sentado, con las manos juntas bajo su mentón, apoyando sus codos en las piernas y su mirada puesta en la nada. No nota mi presencia, ni mi mirada, suelto un suspiro y sigo mi camino hasta llegar a mi habitación en donde prendo la luz y cierro la puerta recargándome en ella, cerrando los ojos e intentando pacificarme y comprender un poco la reacción de mi madre. Como sé que el día se termina voy hacia el baño de mi habitación en donde enciendo la ducha y permanezco ahí hasta terminar de lavar mi cuerpo, ya cuando tengo mi piel limpia y mi cabello libre de suciedad cierro la llave del agua y me envuelvo en una toalla, luego salgo del baño para secarme, poner mi ropa interior y mi pijama. Posteriormente procedo a secar mi cabello con un secador pero antes lo cepillo, ya cuando lo desenredo lo seco tomandome mi tiempo. Cuando ya termino dejo mi ropa y las toallas que ocupé en un cesto que tengo en la habitación para la ropa sucia y como no tengo nada pendiente prendo mi televisión y hago zapping acostada en mi cama mientras espero que me llegue el sueño. Cuando estoy casi durmiendo apago la televisión y dejo el control remoto encima del velador y me entrego a los brazos de morfeo no sin antes pensar en el tema del divorcio.
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El día ha pasado lento y hoy ha sido diferente, he pensado en el tema de mis padres y eso me ha mantenido un poco distraída y callada. Por supuesto Amber y Emily saben todo, les informé cuando llegué, ya saben, la ley de las amigas, no hay secretos y justo ahí le tomé el peso a la situación, comprendí que ya nada sería lo mismo, que ahora se vendrían disputas con mis padres hasta en lo más mínimo, por cosas legales o por con quién pase la navidad, o mi cumpleaños, esas cosas. No pude aguantar tanto y boté todo lo que me guardé en los pensamientos llorando junto a mis amigas. Después de eso he estado más tranquila pero callada y ellas han intentado subir mi ánimo, lo agradezco y se los hago saber. Estoy por fin en la última clase de el día, y de la nada se me ocurre una idea, quizás si hablo con mis padres se den una última oportunidad y se olviden del divorcio , me queda esa última oportunidad. Hoy en la noche haré una cena para los tres y hablaré con ellos.
Ni cuenta me doy cuando tocan el timbre de salida e intento salir lo más rápido que puedo de la escuela y no perder tiempo.
Llego sudando a casa porque me vine demasiado rápido y subo las escaleras, entro a mi habitación a dejar mis cosas, entro al baño a darme un ducha rápida.
Al salir del baño me seco y procedo a ponerme la ropa interior, decido ponerme un falda roja que me queda 3 dedos arriba de la rodilla, una polera blanca de mangas cortas que muestra un poco de mi vientre y unas sandalias bajas de color rojo. Cuando estoy lista bajo y voy a la cocina, decido preparar pasta con salsa boloñesa y manos a la obra, todo sea por la reconciliación de mis padres.

¡Ay Lissette!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora