Navidad

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Madre: desconocida

"Mother: unknown"

De HufflepuffMommy

Alfa-Bet-eado

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Arte de Artoferi

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Arte de Artoferi

La Navidad siempre había sido la fiesta favorita de Draco. Cuando era niño, disfrutaba levantarse absurdamente temprano para abrir los montones de regalos que le daban sus padres y otros familiares. Nunca había prestado mucha atención a quién le regalaba qué. Cuando se sirvió el almuerzo, había dejado un desastre de papel de regalo y cintas por toda la mansión. Los regalos, aunque alardeaban delante de sus amigos, rara vez eran tocados una vez terminadas las vacaciones, a excepción de uno o dos de sus favoritos. La cena de Navidad siempre era grandiosa, con suficiente comida para alimentar a toda la casa de Slytherin, aunque solo estuvieran él y sus padres. Renunciaría al plato principal y preferiría atiborrarse de varios postres que habían preparado los elfos, aunque había aprendido desde muy joven a no comer demasiado para no terminar vomitando.

Como adulto, todavía amaba la Navidad y, aunque le encantaba malcriar a Lyra, se aseguraba de no hacerlo en la medida en que él lo había sido: no quería que ella creciera sintiéndose autoritaria o malcriada.

Su madre, en cambio, no tenía esa consideración.

Cada Navidad, ella aparecía en su casa a través de un traslador internacional, con sus bolsas cargadas de regalos para su única nieta, junto con un elfo doméstico a cuestas con una comida completa lista para preparar.

Dejó de discutir sobre su extravagancia hacía años.

La Navidad de este año empezó como cualquier otra: él y Lyra abrieron los regalos por la mañana y luego desayunaron roles de canela. Lyra pasó las siguientes horas jugando con sus juguetes mientras Draco se aseguraba de que la casa estuviera en orden.

Al mediodía, su madre apareció en la sala y Lyra corrió hacia ella con los brazos abiertos.

—¡Abuela! —chilló ella.

Su madre, majestuosa como siempre, se arrodilló y abrazó fuerte a su nieta.

—¡Hola, cariño! ¡Cómo has crecido! —exclamó, plantando un beso en la mejilla de la niña.

Lyra se rio.

—¡Ajá! ¡También perdí otro diente, mira! —Lyra abrió la boca y señaló el espacio entre dos de sus dientes de leche.

—¡Dios mío! Tu bolsillo debe estar lleno del dinero que has ganado con el ratón de los dientes.

Lyra asintió con entusiasmo.

Madre: desconocida *Traducción*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora