La confesión de Hermione

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Madre: desconocida

"Mother: unknown"

De HufflepuffMommy

Alfa-Bet-eado

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Draco abrió lentamente la puerta del dormitorio de Lyra para encontrar a su hija y a Hermione profundamente dormidas en la cama doble.

Verlas juntas, tan cómodas la una con la otra, provocó sentimientos para los que Draco no estaba seguro de estar preparado.

Entró en la habitación y sacudió suavemente el hombro de Hermione. Ella abrió los ojos y sonrió al captar su mirada.

—Te quedaste dormida —susurró.

—Sí —dijo con un bostezo. Ella le tendió la mano y él la ayudó a salir de la cama, con cuidado de no empujar a la niña dormida.

Salieron de la habitación y Draco cerró la puerta antes de girarse hacia la bruja que estaba a su lado.

—¿Quieres un poco de vino?

—Sí, por favor.

Abajo, con un vaso en la mano, Hermione se acurrucó junto a él en el sofá. Él pasó un brazo alrededor de su hombro y sus dedos encontraron el sendero entre sus rizos, jugando distraídamente con las puntas.

—¿Tu viaje salió bien?

—Sí. Tenía un envío que necesitaba recoger personalmente en Dirigo Square. El contenido era frágil y no era aconsejable entregarlo por lechuza. —Tomó un sorbo de su vino—. ¿Cómo se portó Lyra contigo?

—Ella estuvo maravillosa, como siempre. Hizo su tarea sin quejarse y luego se ofreció a ayudar con la cena. Me dijo que realmente quiere un cachorro para su cumpleaños. —Hermione pestañeó, tal como lo había hecho Lyra.

Draco se rio entre dientes.

—Sé que sí. Tal vez ceda y le consiga uno este año.

—¿En serio? —preguntó Hermione, sorprendida—. ¿Qué te hizo cambiar de opinión?

Él se encogió de hombros.

—Ella está creciendo y podría asumir parte de la responsabilidad de tener un perro. Sin embargo, todavía no estoy seguro de qué hacer con un cachorro mientras estoy en el trabajo todo el día.

—Siempre puedes traerlo al trabajo contigo. Puede ser como la mascota de la tienda.

Draco reflexionó sobre esa sugerencia.

—Tal vez. —Él giró la cabeza para mirarla y sonrió—. ¿Quieres venir conmigo para elegir uno? No será hasta dentro de unos meses, pero estaba pensando que podríamos conducir hasta una de las ciudades más grandes donde hay más opciones, solo nosotros dos.

Su sonrisa se amplió.

—Es una cita.

—Hablando de citas —continuó, acercándola más—. Creo que es mi turno de invitarte a salir.

—Me preguntaba cuándo llegarías a eso —bromeó.

—¿Qué tal el sábado? Podemos ser como un par de adolescentes y besarnos en el cine. —Él movió las cejas sugestivamente.

Ella le golpeó el pecho en broma.

—O, escúchame, podemos simplemente salir a cenar y luego regresar a una de nuestras casas para besarnos adecuadamente... Entre otras cosas.

Madre: desconocida *Traducción*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora