X. ¡Bσԃα!

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María abrió sus ojos, la sed de sangre empezaba a crecer en ella miro a su lado encontrándose a su novio tranquilo y completamente dormido

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María abrió sus ojos, la sed de sangre empezaba a crecer en ella miro a su lado encontrándose a su novio tranquilo y completamente dormido. Al sentir como escuchaba con atención el corazón del pelinegro latir, con rapidez se levantó de la cama y fue un busca de aquella bolsas de sangre que tenían en el taller de su ahora hogar. Cuando se encontraba enfrente del refrigerador, lo abrió y bebió de una bolsa sin parar hasta acabar por completo.

María. M- ¿Viernes?

Viernes- ¿Si señorita Mikaelson?

María. M- Llama a mi hermano, Klaus.

Con rapidez la llamada fue correspondida, viendo a su hermano atrás vez de aquella pequeña pantalla del teléfono

Niklaus. M- María, ¿Qué sucede todo bien?

María. M- Mi sed... Está peor que nunca Nik.

Niklaus. M- ¿A qué te refieres?

María. M- Tengo mucha hambre - Susurro tratando de dejar de escuchar el corazón de Tony - Necesito sangre fresca... Tienes que ayudarme.

Niklaus. M- Creíamos que Kol era el único...

María. M- Nik... - Susurro pensando en la única persona que podría manejar a su antojo a los hermanos destripadores Mikaelson - ¿Crees que sea madre?

Niklaus. M- Ni lo digas de broma, María - Dijo enojado al recordar absolutamente todo de la madre que tenían en común - Es imposible, murió a lado de Dahlia.

María. M- Lo se perdí mi memoria por su culpa - Dijo mientras peleaba consigo misma evitando ir a atacar a su novio - Pero piénsalo, ¿Justo ahora? ¿Solo yo y Kol?

Niklaus. M- Buscaremos la manera le diré a Freya - Dijo evitando el tema de su madre y empezando a idear un plan - Tu trata de matar a Iron man.

El rubió colgó la llamada, dejando a su hermana sola nuevamente mientras que la rubia fue rápidamente por otra bolsa de sangre para beberla hasta que la voz de Viernes la distrajo.

Viernes- Señorita, el señor Stark va hacia a usted le pido que se calmé.

María. M- Gracias, Viernes - Tiró la bolsa de sangre intentando que Tony no viera que había bebido más de dos bolsas en cinco minutos - Hola amor... ¿Cómo dormiste?

Anthony. S- Estaba bien hasta que abrí mis ojos y no ví a mi hermosa novia a mi lado - Intento acercarse hacía ella pero la rubia fue más rápida evitando acercarse más y ver todas las bolsas vacías - ¿Cariño, que sucede?

María. M- Nada... Nada - Susurro mientras tomaba de la mano de Tony intentando salir de ahí - ¿Quieres almorzar? Yo puedo hacerlo.

El pelinegro se safo del agarré de su novia y corrió hacia aquello que escondía notando no una ni dos bolsas de sangre vacías si no siete.

She is a vampire| Anthony Stark Donde viven las historias. Descúbrelo ahora