Heartsteel Y Ella

El Asesino Sombrío

El día comenzó temprano para Moon ya que fue Sett quién la despertó en la mañana. Él la sacudió tiernamente para iniciar el día.

-Va, arriba dormilona es hora de entrenar.- Dijo Sett con una voz clara y firme. Moon abrió sus ojos con mucha pesadez mientras observaba el tenue alrededor.

Sett levantó la persiana del cuarto de par en par. Permitiendo el paso de la luz por completo al interior de la habitación. Esto obligó a Moon a tapar su rostro utilizando un brazo. Él soltó unas risitas por la situación y le dijo:

-Vamos ¿Acaso no quieres aprender a colgarte?- Moon, al oír estás palabras saltó de la cama con mucha energía. Ella deseaba llegar a eso. Era su mayor motivación. Y por eso cuando se levantó fijó su vista en el pelirrojo abriendo sus ojos lista para lo que sea. Sett al ver esto sonrió orgulloso:- Con esa actitud ya tienes la mitad del trabajo hecho.- Entonces Sett comenzó:- Bien lo primero que vamos a hacer se llama flexión de brazos...-

Y así fue como pasó un largo momento de la mañana. Entrenando con Sett. Por momentos Moon hacía ejercicios sencillos que le costaban muchísimo. Después Sett era el que hacía flexiones de un brazo con Moon arriba. Él practicaba dominadas y después la ayudaba a Moon a colgarse ganando técnica en ello. Todo aquello fue muy divertido para Moon. Ella se sentía feliz por aprender de alguien como Sett. Quería llegar a estar mejor físicamente. Poder hacer cosas como cargar su peso en un tuvo o ayudar a los demás cuando lo necesiten era lo que la motivaba a mehorar.

- ¿Cómo te sientes Moon?- Preguntó Sett una vez terminado el entrenamiento. Ella le sonrió y limpió el sudor de su frente con agotamiento. El pelirrojo le sonrió y arrojó una toalla hacía ella:- Ve, bañate. Yo me encargo de tú desayuno.- Cuando Sett hizo esto Moon lo miró triste. De alguna manera se sentía mal dejando que Sett hiciera tantas cosas por ella. Y dejarlo cocinar sólo era algo que hacía sentir a Moon que estaba abusando de su posición. Pero Sett, que se dio cuenta de esto, no iba a permitir que la chica pensara eso. Él dijo:- Tranquila Moon, estaré bien. No te preocupes. Tú mantente limpia. Es importante ya sabes... Yo me bañaré luego. ¿Está bien?-

Ella asintió con la cabeza y luego saltó a abrazar a Sett. Este se sobresaltó un poco al principio. Él no estaba acostumbrado a ese tipo de contacto físico. Normalmente la gente sentía rechazo por él. Sobre todo las mujeres. Por eso ese abrazo tierno lo hizo sonrojarse y quedarse quieto por un momento. Pero pasado un rato Sett se dejó llevar. El abrazo de la chica era tan calido que lo hizo sentir muy bien. Era como ese cariño reconfortable que a lo largo de su vida únicamente había recibido por el lado de su madre.

Sett respetaba mucho a las mujeres. Desde su punto de vista una mujer era tan delicada como un pétalo y tan hermosa como una rosa. No tenía pensamientos negativos sobre ella. Si bien hasta entonces solo habia vivido el rechazo por parte del género sabía que era por lo mismo de siempre. Su condición de mestizo lo hacía completamente inútil para cualquier tipo de relación seria. Ya que, la mujer que estuviera con él, iba a ser rechazada tanto por vastayas como por humanos. Al igual que él. Y no le deseaba ese mal a nadie.

"¿Qué te pasa?" Moon levantó una nota frente al rostro de Sett que se había perdido en el espacio. Él se sonrojó y sacudió su cabeza para disipar el rojo de su rostro. Entonces decidió contarle a Moon la verdad. Lo que realmente le pasaba. Sentía que ella no iba a juzgarlo ni mucho menos. Con esas preciosas muestras de afecto era obvio que la chica no sentía rechazo alguno hacía él.

- A veces pienso que... Nunca voy a poder tener familia... ¿Sabes?- Dijo Sett:- Es una estupidez... Pero... Me gustaría conocer a una linda chica... Bueno... Todas las chicas son lindas... Tú lo sabes porque tú... Eres una chica...- Se puso nervioso pero se detuvo por un momento. Cuando se sintió más seguro continuó: - Me gustaría... No lo sé tener una casa donde alguien me esté esperando... Una familia...- Moon abrió los ojos sorprendida. "Familia" era la misma palabra que ella había pensado la otra noche. Al irse a dormir. Ella tomó su libreta e hizo una breve anotación para Sett.