Escape

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La noche se cernia sobre los tejados de la ciudad. Las gotas de lluvia caían sobre las estructuras con abundancia y anguladas por el viento. Era una noche de tormenta. No había aves en el cielo ni un alma recorriendo las calles de aquella ciudad. Solo una chica... Que caminaba por la acera descalza. Bajo la lluvia ella sonreía ampliamente mientras avanzaba. Bajo la ventosa lluvia de esa noche.

Moon no podía evitar sonreír. Esos días, habían sido los mejores de su vida. Recordando momentos caminaba deseando algún día recuperar su voz para así poder llegar a ellos, de nuevo. Para que algún día la escucharan sin importar la distancia. Porque incluso sin hablar... Su voz había llegado a los chicos. Ellos la acogieron en su casa. Permitieron que descansara y la aceptaron cómo a uno de los suyos.

Pero ahora todo terminó.

La amplia sonrisa en el rostro de Moon, se borró. Y de sus ojos, comenzó a llover. Ella se quedó parada en una esquina. Completamente sola. Llorando. Pensando qué camino debería tomar ahora. A dónde ir... Realmente no tenía un lugar...

Moon miró las calles pensando que tal vez...

Debía volver con Viktor.

Era el único lugar para ella...

Dónde no metería a nadie en problemas....

Pero algo le decía que si volvía a ver a ese hombre...

Ella moriría.

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Ya era muy tarde esa noche. Fue en la madrugada cuando Aphelios terminó de hablar con Sett. Este le pidió al chico que fuera a descansar. No habían pensado qué decirle a Yone. Pero al menos se habían reconfortado un poco entre ellos. No dejarían que Yone la sacara de la casa. Claro que no, eso no iba a pasar.

Aphelios entró a su cuarto en silencio y cerró la puerta tras de sí. Pero frunció el ceño al ver que Moon no se encontraba en su habitación. Pero notó algo extraño... Caminó derecho a su escritorio y sostuvo el peluche en sus manos. Se quedó pensativo. Alune lo miraba desde el otro lado del cuarto. Que extraño, ese peluche de unicornio nunca estaba ahí...

Aphelios salió de su cuarto con el unicornio en las manos. Abrió la puerta pensativo y se encontró con Sett que estaba regresando del baño. El pelirrojo se detuvo para observar a Aphelios sin comprender que demonios le pasaba. Cuando vió el peluche se alarmó, sabía lo importante que era para él:

-¿Qué tienes Phel?- Preguntó Sett y acto seguido se asomó al cuarto para buscar a Moon con la mirada. Al no verla preguntó:- ¿Dónde está Moon?-

- No sé...- Susurró Aphelios mirando a Sett a los ojos.

- Phel, calmate debe andar por aquí... Le preguntaré a Kayn si está con él. Tú preguntale a Ezreal.- Y luego volteó al pasillo.

Aphelios aún con el peluche entre sus brazos fue al cuarto de Ezreal. Cuando llegó frente a la puerta comenzó a escuchar su llanto. Pero no podía permitirse no asegurarse de que Moon estuviera ahí. Por eso abrió la puerta. Se encontró con su amigo sentado en la cama. Ezreal estaba tapado por una manta mientras lloraba con unas fotos volcadas frente a él en la cama. Ellos cruzaron la vista y Ezreal lo miró con tristeza.

- ¿Qué quieres Phel...?- Preguntó él con suma tristeza en su rostro. Ni siquiera estaba enojado por la intromisión de Aphelios.

- Moon...- Susurro Aphelios abrazando su peluche.

- ¿Moon no está?- Preguntó Ezreal levantandose de la cama mientras secaba sus lágrimas. Aphelios negó con la cabeza.

Sett caminó por el pasillo, presuroso, a la habitación del pelirrosa. Estaba absorto en sus pensamientos. No podía evitar insultar a Kayn en su mente. ¿Qué demonios le había hecho a Moon? Estaba seguro de que Kayn se la había llevado. Sabía como podía llegar a ser el pelirrosa con las chicas. Con determinación abrió la puerta del cuarto. Pero no notó el collar que colgaba del picaporte. Cuando la puerta fue abierta este se cayó al suelo frente a Sett.

Heartsteel Y EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora