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Wooyoung los últimos tres días había estado siendo sometido a castigos tan fuertes para su pequeño y débil cuerpo que ya ni siquiera podía moverse del dolor, llevaba días tirado sin moverse, solo hablaba y Hongjoong todas las noches lo escuchaba pedir perdón, su voz casi no se escuchaba ya y si lo hacía era tan débil y rasposa que no se le entendía mucho lo que decía.

Una noche Hongjoong estaba por dormir cuando escuchó a Wooyoung hablarle directamente a él, había empezado a decir su nombre y no paró hasta que le dió la atención que quería.

—¿Qué quieres?

—¿Crees que Mingi vuelva?

Hongjoong lo pensó por un rato, no era algo que el sepa y conociendo al hombre del que Wooyoung hablaba este prefería salvar su propio pellejo que ir con la persona que según él amaba, Mingi prefería quedarse con su trabajo a sar su vida por un pobre imbécil que creía que de verdad lo amaban, Wooyoung solo era la muñeca sexual de Mingi, aún tenía el desagradable recuerdo de cuando esos dos tenían sexo estando él en el sótano de la casa, tenía el recuerdo de los gemidos de Wooyoung y eso lo desagradaba, ya no tenía la misma imagen de niño imbécil de Wooyoung que tenía cuando lo conoció, ahora para él Wooyoung no era más que una prostituta.

—Lo extraño.

—Sigue soñando con que va a venir a buscarte, Mingi jamás vendrá por tí, no le importas—bufó.

—El me ama, Mingi me dijo que iba a venir por mí—dijo ofendido.

—Mingi no te ama ni vendrá por tí, deja de hacerte fantasías porque a Mingi no le importas, el solo quiere salvar su propio pellejo, ni tú, ni yo, ni el resto del pueblo le interesa.

—Yo lo extraño mucho...el vendrá por mí—sollozó.

Eso fue lo último que escuchó de Wooyoung y agradeció que se calle, no quería escuchar la voz de una prostituta. Hongjoong estaba seguro de que podía enumerar todas las cosas molestas e insoportables de Wooyoung y jamás iba a acabar. Wooyoung jamás se iba a quitar la venda de los ojos, ni siquiera cuando lo cuelguen enfrente de todo el pueblo, siempre iba a ser la perra ofrecida, si él hubiera sido Wooyoung cuando se enteró de que Mingi estaba con él, se hubiera ido de la casa de inmediato y lo hubiera enviado a la mierda, no se hubiera quedado en la casa siendo su esclavo cocinado la cena para él y lavando su ropa.

Pensó por un momento que dormir sería una buena idea pero el chico bueno del pan había vuelto con comida para él. El chico del pan había traído unas llaves colgadas en el pantalón y le susurró algo que no entendió y no venía solo, venía con el grandioso rey de Roma, Mingi estaba con ese pobre ángel.

—Oye, traje tu comida—dijo con emoción.

—No es momento de darles comida San, debemos sacarlos de aquí—murmuró Mingi y San se calló de inmediato mirando a Hongjoong, Hongjoong no se veía muy confiado.

La primera celda que abrieron fue la suya, San lo liberó y lo cubrió con una capa negra, suponía que era de noche y por eso la capa, Mingi y San también la tenían puesta. La capa le había quitado un poco el frío que tenía aunque fuera ligera. La siguiente celda que abrieron fue la de Wooyoung, Mingi fue el que entró viendo a Wooyoung dormido en el suelo. Lo primero que hizo fue sentarse a su lado e iniciar a moverlo, estaba frío, suponía que era debido a la baja temperatura y que estaba casi desnudo así que lo cubrió con la capa y empezó a darle calor frotando algunas partes de su cuerpo.

—Wooyoung, amor, despierta, vamos a irnos—lo movió y golpeó su mejilla para hacerlo reaccionar— Wooyoung, despierta, debes levantarte, no puedo llevarte—insistió pero Wooyoung no dijo nada ni se movió.

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