Capítulo 5

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-¿De verdad piensas que fueron tan buenos? Para mí deberían haber muchos errores en lo que escribí.- Esto era lo que estaba buscando, lo único que me interesaba era saber lo malo y mejorarlo. Y esta era la mejor manera, esta pequeña subestimación a mí misma.

- A mí me parecieron así de buenos como trato de describirlos- dijo intentando formar una sincera sonrisa, aunque se nota que sonreír no es lo suyo-; pero si te interesan los errores, creo que en los poemas puedo ver demasiada experiencia personal, claro que esto es bueno, porque se expresan de mejor manera, pero a veces para este tipo de situaciones es mejor usar metáforas y ese tipo de cosas.

Me quede atónita al escuchar sus palabras. Él tenía la razón; de todas las cosas que pude pensar que diría, me habló de lo personal que escribía. "Seguramente esto es lo que debo cambiar." Ese tipo de pensamientos pasaban por mí mente, y gracias a eso no me dí cuenta del tiempo que había transcurrido sin que dijera una sola palabra ninguno de los dos. Se ve que Edgar notó que yo no diría nada, así que él se dispuso a hablar algo nervioso y quizás incluso tartamudeando.

- E-este... no t-tienes que ha-acerme caso. E-es solo a-algo que pensé.- Tratando de recuperar su postura, dió un suspiro y prosiguió cortamente- Lamento si te incomodé o algo así, no era para nada mi intención.

Luego de oírlo así, reaccioné. Se suponía que iba a usar esta conversación a mi favor, pero claramente con esto acabado de ocurrir: arruiné todo el plan en cierta parte. La verdad ya tenía lo que quería, pero si luego de la extraña charla este chico ya no quisiera seguir hablando conmigo, me perdería de una gran cantidad de información útil. Así que estaba totalmente dispuesta a intentar arreglar este desastre.

- Yo debería ser la que pida disculpas. No me incómodaste ni nada, solamente me quede pensando ya que tienes razón. Muchas gracias por decírmelo, seguramente esto puede ayudarme a mejorar mi escritura.- Con esto intenté cerrar por completo esta conversación, no sabía si Edgar querría volver a hablar conmigo en un futuro, pero al menos traté de dejar esto en buenos términos. Que raro es que probablemente esta "relación" de conocidos terminé en su primer encuentro formal.

- No te preocupes, si gustas podríamos reunirnos otra vez en algún otro lugar, para ayudarte con los poemas, digo.- Eso es lo último, de nuevo, que pensé que me respondería. Parece que al final no me fue nada mal, ya podía estar tranquila.

- Por supuesto. Ha sido un placer tenerte el día de hoy aquí, así que me encantaría que podamos reunirnos de nuevo,- por mi mente me preguntaba si proponer una idea de lugar al cual ir, o esperar a que él dijera algo- hay una cafetería muy bonita cerca de aquí, si tú quieres, podemos ir ahí mismo otro día.- Al final decidí hablar, ya tenía que llevarlo a algún lugar diferente que no sea esta aburrida, pero ordenada, oficina de trabajo.

- ¡Claro! Yo casi siempre tengo tiempo, pero tú trabajas, así que deberías decidir tú el día y hora.

Cada vez Edgar hablaba con más sonrisas en el rostro, y aún más naturales. Parecía como si se estuviera abriendo, algo como una caja, o aún mejor, un libro. Eso me apenaba, no había pensado en que la parte mala del plan era que este chico empezase a tener confianza conmigo, porque al final no pensaba mantenerlo como una amistad. Pero esta es uno de los lados de tener un gran objetivo.

Volviendo a la conversación, eché un vistazo a mi calendario, tenía libre el día martes de la siguiente semana. Ya que incluso trabajaba una parte del domingo, específicamente la tarde

- ¿Qué te parece el martes a las cuatro de la tarde? Es uno de mis pocos días libres.

- Me parece perfecto, te veré entonces ese día a esa hora, me encantó pasar un rato contigo.- Parándose de su silla, al mismo tiempo que yo lo imitaba, se despidió cuando le abrí la puerta- !Espero verte entonces!

- ¡Igualmente, Edgar!- Se me escapó decirle su nombre en voz alta, por lo que la última sonrisa del novelista que pude ver ese día, fue una mezcla de alegría y sorpresa.

Gedicht || Poe x ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora