Capítulo 9

26 5 0
                                    

Edgar con un ramo de flores en frente mío viéndome llorar. De verdad lo único que me faltaba en este maldito mundo, ese horrible novelista. ¿Ahora qué? ¿Cómo se suponía que le explicara que estaba llorando por su culpa? Lo peor es la manera tan amable en la que llegó. Se le veía con ganas de alegrarme el día.

Todo esto me sigue pareciendo absurdo. ¡Que alguien me diga! ¡¿Quién demonios soy yo?! ¡No soy nadie aún! Él no tiene motivos para hacer esto por mi. No he sido la mejor persona con Edgar o lo he ayudado en los problemas de su vida para que él llegue a ser tan bueno conmigo.

Podré parecerle interesante, lo cual ya es extraño, pero yo no llegaría a estos extraños extremos por alguien que creo que tiene potencial. Ni siquiera soy linda como para gustarle... aunque eso es algo ciertamente inquietante.

De cualquier forma, no consigo nada dándole más vueltas a esto. Tampoco tenía que contarle a Edgar la realidad, tan solo decirle que me sentía mal por lo que me ocurrió sería más que suficiente como excusa.

-No te preocupes, no es nada malo. Solo pensaba un poco en lo que sucedió anoche y me puse algo sentimental;- quizás las mentiras eran lo mejor en mi postura- así que no tienes de qué preocuparte Edgar.- Traté de dar mi mejor sonrisa falsa.

-Oh, l-lo siento por entrar a la habitación de la nada, tal vez estas flores me ayuden a compensarlo.- Procedió a colocar el ramo en un vaso algo largo, quedó casi como un florero.- De nuevo lo lamento, también lamento lo que estoy a punto de preguntar. Te prometo que no quiero ser un metido, pero me preocupa el por qué llegaste a las condiciones en las que estabas anoche.

Otro aprieto más, otra mentira más. Que Dios me perdone, pero no puedo contarle a esta dulce alma todo el mal que me ha hecho incluso con sus buenas intenciones.

-Ahh, es solo por la carga de estrés por el trabajo. Me llegó a pasar una vez antes, por una situación parecida, pero no es tan grave.-Luego de esto, pensé que al menos podría añadir un poco de lo que en verdad pienso, para endulzar la pequeña mentira-La verdad no quisiera que te preocuparas por esto, ya has hecho demasiado por mí.

-No no no, no es un problema para mí. Puedo hacer todo esto por una...-pude notar como se formaba un algo notable sonrojo por debajo de ese enorme fleco-muy buena amiga como tú.

Me alegraba escuchar eso. Pero no me convencía la palabra "amiga". No luego de ver ese color rojo alrededor de sus mejillas. Juro que no quería pensar esto, pero era demasiado obvio, obvio para una persona que se ha especializado en poemas y libros de romance como yo, ya que son muy básicos en la literatura.

Jamás había pensado en la idea de tener una relación romántica con alguien, según yo no podría haber alguna persona interesado en ese sentido por mí, aún más por mi poca interacción social. Pero como siempre, Edgar llegaba a cambiarlo todo.

Bien, otro tema más en la lista para romperme la cabeza pensando. Pero si lo pensaba bien, podría ser un punto decisivo para arreglar el problema anterior.

Pensaría en eso más tarde.

-Gracias por eso, Edgar.- Por alguna razón lo que antes eran sonrisas falsas intentando ser reales, cada vez eran más sinceras y naturales.

-No hay de qué agradecer. Lamentablemente ahora tengo que irme otra vez, así que toma las flores como mi regalo de hoy. Lo más seguro es que vuelva mañana, espero que te den de alta pronto. ¡Hasta mañana!-Estar sola en ese hospital en mi condición era algo deprimente, así que supongo que llegó a alegrarme que se quedara por un rato.

-¡Claro, hasta luego!

Vaya, lo admito, fue un rato agradable.
Pero ahora sí, con el estadounidense fuera de la habitación, lo feo realmente iniciaba.

¿Y si Edgar estaba enamorado de mí? No, enamorado es demasiado. ¿Y si le gustaba a Edgar? Esto me traería a una solución. Pero no iba a ser fácil llegar a esa respuesta, primero tenía que aclarar mis sentimientos. ¿Podría ser que todos estos problemas e incertidumbres por los que pasaba eran realmente amor, y no lo había notado? Eso en serio sería humillante.

La verdad es que si nos vamos por el lado físico, Edgar era atractivo. Con una buena estatura y buen cuerpo para los estándares de belleza. Ahora, su personalidad también era buena, me había estado tratando muy bien, cada vez que nos vimos que dió algún regalo... Oh no, de repente mi cara se sentía muy caliente. ¿Es en serio ____? ¿En serio esto era lo que te trajo tantos problemas? ¡¿Te gustaba Edgar?!
Parece que las respuestas a estas tontas preguntas eran todas afirmativas.

Ahora por mi mente en vez de pasar imágenes tormentosas, pasaban imágenes de Edgar como si fuera un super modelo. Que gran problema, justo en un hospital me tenía que dar cuenta de que me gustaba alguien, que oportuna situación.

Al menos ahora tenía una parte clara. Seguía la segunda parte. ¿Quería una relación con Edgar? La verdad es que lo normal es pensar que si te gusta alguien quieres una relación con esa persona, pero lo primero para mí era mi sueño, mi objetivo, mi meta y la razón por la que me paraba de la cama todos los días. Llegar a ser exitosa con los poemas definitivamente no iba a ser algo fácil, por lo que no quería que nada me interrumpiera. Esta pregunta ya me había llevado a una gran crisis, pero en estos momentos la veía desde el punto romántico.

Mhhh... quizás no me haría tan mal una compañía humana, no sé si estaba diciendo esto porque me gustaba, pero sin notarlo me entraban ganas de querer estar más tiempo con él.

De verdad parecía que solo necesitaba darme cuenta de esto. Porque las nubes de mi mente se empiezan a ir, y esta despejado, tengo más claro lo que quiero.

Así que, en cuentas muy resumidas, no me quería alejar de Edgar, además, como había estado mencionado todo este tiempo, él también puede ayudarme con mi sueño.

Ya me había quitado un gran peso de encima. Pero como siempre, seguía habiendo un problema. ¿Qué tal que a Edgar en realidad no le gustaba? Se que puede verse como una pequeña probabilidad, pero aún así la hay.

Es por esto que no pensaba confesarme, no podía quedar en ridículo luego de toda esta gran escena. ¡Definitivamente no! Así que si a Edgar en realidad le gustaba, él tendría que decirme lo que sentía.

Y pasé bastantes días internada en el hospital en los que una parte del día era pasarlo con Edgar, y la otra parte pensar en Edgar mientras me hacían más exámenes. Era muy exhaustivo, pero aún no podía salir del hospital por algunos dolores de cabeza demasiado fuertes en algunos momentos, principalmente cuando el novelista se iba.

Pero hubo un día en el que Edgar no llegó a la hora a la que normalmente solía llegar. Una hora de retraso, algo extraño. Sí que estaba preocupada. Hasta que llegó quien no esperaba que entrara por esa puerta.

-Oh, pensaba que Poe estaría aquí,- habló ese joven detective de estatura baja mientras cerraba la puerta de la habitación-ahora siempre se la pasa contigo, está tan enamorado que ya ni siquiera escribe tantas novelas, se la pasa pensando que regalo llevarte el día siguiente. La verdad te tengo envidia ____, ya quisiera yo que alguien me prestara tanta atención-Terminó de hablar con su típico tono infantil mientras comía una paleta de lo que más amaba, dulce.

Me quede paralizada, Ranpo es el mejor amigo de Edgar, varias veces se ha pasado hablando horas sobre él y lo increíble que le parece, así como su sueño de poder superarlo, sé toda la confianza que le tiene.

Seguramente a Ranpo se le haya escapado dar esa información, pero era demasiado impactante y mi cara le delató a Ranpo el error que había cometido. Haciendo que su cara terminara en el mismo estado que la mía, por lo que dejó caer su paleta al suelo, de tan abierta que estaba su boca.

-Oh Dios, no debí decir eso.

Gedicht || Poe x ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora