ACTO I

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En la bulliciosa metrópolis de Damtlan City, las horas vespertinas siempre traían consigo una agitación en las calles. Los copos de nieve caían suavemente y se mezclaban con los sonidos apresurados de la gente, creando una atmósfera frenética en la ciudad.

En el tranquilo piso 14 del edificio Square Nix, dos figuras se encontraban en la penumbra. El hombre elegantemente vestido, con su impecable traje oscuro y su mirada penetrante, observaba con cautela la ciudad que se extendía bajo él. Cuando notó la llegada de la persona que había convocado, sus ojos heterocrómicos, uno azul y el otro verde, brillaron con una chispa de desaprobación al tiempo que sus labios formaban una fina línea.

—Llegas tarde. ¿No recordabas que habíamos acordado ser más puntuales?— reprochó Lancelot, mientras el bullicio de la ciudad se filtraba por las ventanas.

La chica, con cabello rubio corto cayéndole sobre los ojos, respondió desafiante:

—Soy puntual a mi manera, querido. Si me necesitas, tal vez deberías considerar adaptarte a mis horarios primero.

Lance suspiró, decidiendo dejar de lado la actitud rebelde de la joven. Hizo un gesto a su subordinado, un joven con gafas y una katana en la cintura, para que le entregara una carpeta amarilla.

—¿Qué contiene?— preguntó Zoa.

—Ábrela y lo averiguarás— respondió Lance con calma.

Al abrir la carpeta, Zoa encontró el expediente de un chico llamado Dani Danver, con detalles sobre su vida y dirección. Aunque su rostro mostraba cierta confusión e indiferencia, sus ojos delataban una curiosidad latente.

Lance explicó: —Hace un mes, Danver estuvo involucrado en un accidente mientras acompañaba a su hermana a la escuela. Su hermana quedó en coma a causa de una contusión, y él, a pesar de su golpe en la cabeza, despertó tres días después.

—¿Y por qué debería interesarme esto?— preguntó Zoa, con cierto escepticismo.

Con preocupación en su mirada, Lance habló con cautela: —En las últimas semanas, hemos percibido señales de anomalías cada vez más frecuentes. Te pedí específicamente que vinieras porque ya no podemos ignorarlo. Cosas extrañas y peligrosas están ocurriendo, con consecuencias impredecibles. Supongo que entiendes a lo que me refiero…

Intrigada, Zoa pidió más claridad: —¿A dónde quieres llegar, Lance? No creo que me hayas llamado solo para divagar.

Lance, reconociendo la astucia de Zoa, le informó con seriedad: —Hay situaciones que otros agentes no pueden manejar debido al riesgo. Este chico, Danver, ha sido identificado como una amenaza potencial por circunstancias más allá de su control.

—¿Y qué implica eso…?— preguntó Zoa, mostrando su escepticismo.

Lance la observó detenidamente antes de explicar: —La élite de los altos mandos ha concluido que Dani Danver es la reencarnación de una amenaza inminente.

Con una calma poco usual ante la revelación, Zoa respondió: —Entiendo. Me intriga qué tipo de anomalías podrían surgir, o si acaso una situación de mayor escala está en juego.

—Parece que ya estás al tanto de la situación. Pensé que tendría que darte una detallada explicación— mencionó Lance, sorprendido por la actitud tranquila de la joven.

"Lą Søcīędąd Dę Løs Åbstrąctøs".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora