ACTO V

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El sonido del eco retumbó como un trueno, sumiendo al protagonista en una oscuridad profunda. Sintió cómo la sombra se aferraba a su mente, congelándole el alma con una sensación inexplicable. Una sensación de incertidumbre lo invadió, mientras el eco desgarraba sus pensamientos más sombríos y lo arrastraba a lo más profundo de su ser.

De repente, se encontró en una celda opresiva, envuelto por una oscuridad que le quitaba el aliento. El aire húmedo y frío acariciaba su piel, transportándolo a la sensación de estar encerrado en una cueva sin salida. Desorientado y sin saber cómo había llegado ahí, el protagonista se vio inmerso en un entorno enigmático y fantástico.

Entonces, sintió el agua fría bajo sus pies, mientras su cuerpo flotaba sobre ella y las olas le lamían los tobillos con una intensidad que lo calaba hasta los huesos. Al levantar la mirada, divisó una tenue luz en el techo de la cueva, iluminando un cenote de roca caliza que se abría como una boca luminosa en medio de la oscuridad. La cascada que caía desde el lago superior, formando un velo circular, le recordó a una novia uniéndose a la noche. En el fondo de ese altar rocoso, contemplaba el oscuro cielo nuboso hasta que la luna hizo su aparición con una enigmática sonrisa, guiñándole un ojo.

La cueva parecía dividida entre la oscuridad y la tenue luz, creando un contraste abrumador para sus sentidos. El estruendo del agua cayendo sobre el lago resonaba con una música surrealista y desconcertante en sus oídos. Se abrazaba a sí mismo, sintiendo cómo la humedad penetraba en su piel y el frío le perforaba el alma.

Absorto por el espectáculo místico ante sus ojos, una extraña calma lo invadió, como si la sombra le estuviera enseñando misterios insondables. Dejándose llevar por el momento, la luz de la luna acarició su rostro con ternura, mientras la magia del lugar lo envolvía como una madre invisible pero reconfortante.

En un instante, se dio cuenta de que estaba frente a algo que desafiaba la realidad. Se sintió como un intruso en un universo paralelo, donde lo inexplicable y lo mágico se entrelazaban en una danza que lo atraía y asustaba al mismo tiempo. Respiró hondo y se adentró más en esa experiencia única, donde lo común se desvanecía y lo extraordinario se convertía en su nueva realidad.

Sumergido en una especie de éxtasis, el lago se convirtió en un espejo de su alma. El agua reflejaba su rostro con una claridad penetrante, y gotas negras como el pecado flotaban en el aire. De repente, todo quedó en silencio, como si el tiempo se hubiera detenido.

Desde las profundidades del lago, una figura emergió cubierta por una capa de asfalto negro que ocultaba sus rasgos. Movía el cuerpo con una expresión de dolor, adentrándose en la oscuridad y creando una atmósfera opresiva. Gotas de asfalto caían de su piel al agua, formando círculos de colores cambiantes. A pesar de lo inquietante, su presencia ejercía una atracción irresistible, como si poseyera un magnetismo hipnótico sobre cualquier espectador.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Dani al contemplar la figura misteriosa. Cada movimiento parecía atravesar su ser, mientras observaba la silueta envuelta en un halo oscuro que absorbía la luz a su alrededor. Los movimientos enigmáticos y lentos, como una danza ancestral en lo más profundo del agua, revelaban unos ojos blancos y sin vida, y una cuerda en llamas que ardía en su cuerpo. Perplejo, se quedó inmóvil, incapaz de apartar la mirada de esa visión escalofriante.

En el aire se percibía una atmósfera de misterio y peligro que oprimía su pecho con una mezcla de angustia y expectación. El viento susurraba secretos entre los árboles y el agua murmuraba amenazas con un sonido siniestro, creando una melodía macabra que lo envolvía, atrayéndolo a un mundo de terror y fascinación.

De repente, la figura emitió un gruñido ahogado que hacía helar la sangre a Dani. Un grito espantoso retumbó en el lugar, desgarrando el alma y provocando un pánico irracional en él. Aunque intentó taparse los oídos, no pudo evitar escucharlo, sintiéndose atrapado por el sonido agonizante de la criatura que anhelaba libertad y odiaba la vida.

"Lą Søcīędąd Dę Løs Åbstrąctøs".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora