ACTO VI

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— ¿-¿Cómo...? Espera... ¿Que fué lo que dijiste? —preguntó Dani, con la voz temblorosa después de quedarse pasmado unos segundos.

— Dani, necesito que comprendas que lo que sientes dentro de ti no es un demonio ni algo externo. La idea de dos almas fundiéndose en una sola es muy inusual, ya que cada persona tiene su propia identidad. Para que haya armonía, una de las almas debería desaparecer. Pero en tu caso, solo hay un alma dentro de ti, aunque sientas la presencia de otra. Eso solo puede significar una cosa.

— ¡¿Qué estás insinuando!? ¡He escuchado a esa entidad rogándome que le entregue mi vida! ¿Cómo puede ser parte de mí?

— No es parte de ti, es más bien una manifestación tuya...

— ¡Es lo mismo! ¡Estás contradiciéndote! — exclamó Dani, visiblemente alterado.

— Dani... Tranquilízate un momento. Mira, vamos a explicarte de manera más sencilla: lo que estás viviendo, es una especie de rareza relacionada con la reencarnación. Son como dos partes opuestas luchando por unirse en una sola esencia en tu interior. Una parte intenta absorber a la otra para crear conflicto. Y lo curioso es que tu verdadera esencia como "Dani" aún no ha sido absorbida por esta anomalía. ¿Por qué crees que eso es así?

— No quiero que me sigan confundiendo con todas estas ideas extrañas. Me estoy volviendo loco tratando de entender por qué dicen que soy una reencarnación. ¿Qué significa realmente esa cosa de la anomalía transcendental? ¡Por favor, explíquenmelo de una vez de manera clara!

— ¿Y si te dijera que, por naturaleza, deberías ser alguien inescrutable, tan imperceptible como para desencadenar desastres o tragedias inmensas que quedarían marcadas en la historia...? ¿Qué pensarías al escuchar eso? ¿Y si te dijera que, como concepto, has existido en diversas ocasiones, Dani?

En ese momento, un silencio abrumador llenó el calabozo, dejando a Dani con un nudo en la garganta ante las desconcertantes palabras de Merlinere.

— Oh, no te sorprendas tanto... Hay ejemplos claros. La Peste Negra en 1347, el Incendio de Londres en 1666, la Segunda Guerra Mundial de 1939 a 1945... Y muchas otras tragedias a lo largo de la historia. Todas esas catástrofes fueron provocadas por una sola persona y sus acciones. Cada acción tiene una consecuencia, y tú, Dani, precisamente tú, eres una pieza crucial en este sombrío rompecabezas, una reencarnación de una amenaza inminente destinada a enfrentar una anomalía trascendental...

Merlinere se levantó con una elegancia etérea, sus movimientos fluidos como danzas mágicas que cautivaban. Sus ojos brillantes y penetrantes irradiaban una intensidad casi sobrenatural, atrapando la atención de Dani como si fueran imanes poderosos.

Acercándose con una delicadeza asombrosa, el elfo se inclinó hacia el joven tembloroso, su presencia envolviéndolo en un aura de misterio y encanto. Los susurros evocadores que escapaban de sus labios melodiosos resonaban en el aire, impregnando todo con un tono encantador y misterioso.

— Debes entender... que tu vida... ha dado un giro inesperado... Querido Dani...

Los ojos de Dani, abrumados por la intensidad del momento, reflejaban un torbellino de emociones que le dejaba sin aliento. La mirada compasiva de Merlinere parecía penetrar en lo más profundo de su ser, ofreciéndole consuelo en medio de la confusión. Pero...

— Lo entiendo. Es una injusticia. — murmuró el elfo con voz calmada y tranquilizadora — Comprendo que este cambio tan drástico de la noche a la mañana puede resultarte abrumador.

"Lą Søcīędąd Dę Løs Åbstrąctøs".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora