Katherine
Sus besos no cesaban...
Uno tras otro, cada vez más intensos y más ansiosos.
—Aaron...—suspiré contra sus labios.
Sus músculos se contraían con cada movimiento.
Me estremecía del placer que estaba sintiendo, casi llegando a mi punto final.
—Sueños lúcidos con mi amiguito, dulcinea?—
Abrí los ojos extremadamente rápido.
Vi a Garret posado sobre mi cama, tenía una sonrisilla en su rostro y yo estaba muerta de vergüenza.
—¿Ahora te quedas callada?, hace apenas unos minutos estabas gimiendo como una gata en celo el nombre de mi amigo, querida—
—Y-Yo no...—
—No importa, no des explicaciones—
Suspiré aliviada.
Yo nunca había tenido un sueño así...
¿Qué narices me estaba pasando?
Vale sí, me atraía desde siempre, pero su carácter dejaba mucho que desear, así que, no entendí la razón de este suceso.
Poppy se acercó a saludarme.
—Tienes una hora para prepararte, tenemos una misión pendiente—
Después de esas palabras, Garret se marchó y yo me dispuse a vestirme.
Escogí unos vaqueros ajustados que realzaban mi figura, los combiné con un top de mangas y cuello altos y unas botas de tacón.
Bajé y salí por la puerta, después de despedirme de mi padre.
Vi un gran coche negro con ventanas tapiadas en frente.
Garret me estaba esperando fuera de este y yo me dispuse a subir.
—¿Qué hace ese bicho aquí?—
No entendí, hasta que me giré.
Poppy me había seguido.
—Poppy cielo, no puedes venir con nosotros —
Pasó olímpicamente de mis palabras y se acercó más.
—No pienso llevarme a un zorro de viaje, ni aunque sea tuyo preciosa—
Espera...
¿Viaje?
—Ahora lo soluciono Garret, dame unos minutos—
Subí al animal a mi regazo y entré de nuevo a casa con él.
—Poppy, mi padre te dará comida y agua.Prometo que estaré pronto de vuelta y pasaremos tiempo juntos—
Empezó a hacer una especie de lloriqueo, pero no rechistó.
Y por fin pude meterme en el coche.

ESTÁS LEYENDO
Aaron
Misterio / SuspensoTodo empezó en Kollins. Pueblo donde las historias han estado rondando por las calles desde hace décadas. La leyenda de ese bosque, hace temblar a cualquiera que se lo cuentes, menos a ella... Esos misteriosos compañeros de clases, despiertan su sád...