Asesinato

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Katherine

Definitivamente, quería pegarme un tiro.

El timbre había sonado hacía un par de minutos, yo ya estaba en clase pero se escuchaba el barullo que había por los pasillos.

Estaba sumida en mis pensamientos cuándo Clara me habló:

—Kat, ¿estás escuchándome?— su voz parecía irritada.

—No, lo siento, tenía la cabeza perdida— fui sincera.

Clara era mi mejor amiga, nuestros padres habían sido compañeros de universidad y nos conocimos gracias a su gran amistad.

—Te decía que si vas a venir a la fiesta de Jacob esta noche—

Y Jacob era el chico que la tenía loca desde hacía exactamente 1 año y medio.

—No lo sé Clara, ya sabes que Jacob no me cae muy bien, no deberías seguir detras de él después de lo que te hizo...—

Ella me miró con los ojos tristes, sabía que eso era mi debilidad y estaba a punto de ceder cuándo Helena me salvó.

—Clara cielito, te recuerdo que esta noche es Halloween y Jacob lo único que va a querer es gastar bromas y dejar en ridículo a los novatos de primero—

Helena era mi otra mejor amiga, ella era la más sensata del grupo y la conocimos cuándo éramos más pequeñas porque es la hija del jefe de policía del pueblo y siempre andaba investigando casos (aunque más insignificantes) por nuestro vecindario.

—Tienes razón, creo que no iré— se limitó a decir Clara.

El segundo timbre tocó, ese anunciaba el comienzo de la asignatura, Historia en este caso.

Todos bufaron al ver a la profesora entrar por la puerta, era una señora mayor que a mi parecer parecía muy sabia e interesada en su materia.

Yo adoraba la historia, me parecía más intrigante el pasado que la propia actualidad.

***

La clase avanzó bastante rápido, estaba tomando apuntes cuándo la puerta se abrió precipitadamente.

El golpe me sobresaltó, al igual que al resto y por la puerta aparecieron tres figuras.

Aaron Black fue el primero.

Traía auriculares negros al igual que su abundante pelo.Los mechones caían sobre su frente y hacían resaltar sus profundos ojos azules.

Lo miré embelesada y recorrí desde su mandíbula marcada hasta sus tenis negros.

Él no me miró, ni si quiera se dió cuenta de que yo le miraba.

Ese hombre me había robado el sueño desde que tenía uso de consciencia.Vale,eso acaba de sonar algo macabro pero es jodidamente sexy y tiene un aire misterioso que me intriga demasiado.

Nunca he hablado con él a pesar de que compartíamos todas las clases juntos, se saltaba la gran mayoría y nos veíamos pocas veces por esa misma razón.

AaronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora