- ¡CUIDADO!
Jeremy logró frenar a tiempo antes que causar otro accidente. Vanessa le miro tan mal que si las miradas mataran él ya estaría cinco metros bajo tierra.
- ¡Te dije que tuvieras cuidado!
- ¡Solo era un gato, Vann! ¿te vas a poner así por un gato?
- Eres tan insensible, cambiemos de lugar esta vez yo conduciré.
Después del casi asesinato de un inocente gatito los hermanos Fritz fueron hacia Freddy's donde recibieron un comunicado donde otra vez un par de vagabundos se habian metido a robar. Mientras tanto Mike y Abby tomaron el transporte público hasta llegar con el señor Raglan, Abby saludó a la recepcionista con una sonrisa y la mujer apenas le dedico una mueca que fingía ser una sonrisa.
- Los niños no estan permitidos en las consultas. Su hermanita debe de quedarse en la sala de espera.
Mike sintió verguenza en revelar que era su hija que mejor solo asintió y se sentó junto a Abby en la deprimente sala de espera. Abby tampoco tenía problema que la confundan como hermana de su mammá, después de todo Mike era muy joven para ser el progenitor de una niña de diez años.
- ¿Después podemos ir por helado?
- No y sientate bien antes de que...
- Señor Schmidt.- llamó la mujer con la misma cara de "maténme".- El doctor Raglan esta listo para verlo, y dijo que no sabia problema que la niña entrara.- termino de decir y regreso atrás de la computadora a seguir tecleando las citas agendadas para este día.
- Si, gracias. Vamos Abby.- tomó su mano y entraron al consultorio.
Dentro de ella estaba sentado el señor Steve con una agradable sonrisa en su rostro.
- ¡Hola señor Steve!
- Abby.- regañó Mike.- ¿qué te dicho de saludar así?
La niña bajo la mirada apenada.
- Que es de mal gusto, a los adultos se les dice señor o señora antes de su nombre.
- Así es, disculpe señor Raglan no tuve con quien dejarla hoy.
- Oh por eso no hay problema Mike, Abby y yo somos amigos ¿no es así, Abby?.- ella sintió con una sonrisa y tomó asiento junto a Mike.- Muy bien, cuentame ¿qué te esta pasando, Mike? Acabas de perder tu trabajo y de nuevo vuelves a mi en busca de algo, esta vez solo duraste un mes parece que de verdad no quieres trabajar.
Esto último lo dijo en broma y Abby río. Mike le miro mal y después miro al señor Raglan.
- ¿Tiene algo para mí?
- Realmente.. no. No tengo ningún trabajo donde puedas estar.
- Es para lo único que vinimos, pero si no tiene nada entonces lo veo la otra semana.- se levantó tomando a Abby de la mano. Steve lo detuvo antes de que saliera por la puerta.
- ¡Espera! Tal vez si tengo algo para ti. Ven, ven, ven no hay que ser ariscos.
Mike rodó los ojos y volvió a sentarse con Abby.
- ¿De qué es el trabajo?
- Guardia de seguridad. Es en una vieja pizzería, no esta al público desde hace diez años, pero el dueño se niega a demolerlo. Le tiene un... cierto aprecio a ese lugar.
- ¿Cúanto pagan?
- Muy poco, pero el horario es de lo peor.
- Que no sea en las noches.- músito para él, pero Steve lo logró escuchar.
- Habla más fuerte.
- Es que yo.. no puedo en las noches.- señaló con los ojos a Abby y el adulto entendió a lo que se refería.- Si fuera en las mañanas estaría perfecto.
- Entiendo, bien, si cambias de opinión aquí esta el número al que me puedes contactar.- le tendió una pequeña tarjeta con tres números de telefono. No entendía porque tenía tantos si solo se necesitaba uno.
- Gracias, si cambio de opinión le llamaré. Vamos Abby, hay que ir a casa.
- ¿Podemos ir por helado?
- ¡Abby! Deja de insistir, ya te he dicho que no tengo trabajo.
- ¡Pero yo quiero un helado!
- ¡Abby!.- regañó más fuerte que el señor aSteve se levantó.
- Ay Mike no seas tan malo con la niña.- sacó su billetera detrás de atrás de su pantalón y tomó cinco dólares.- Si el dinero es el problema podría ayudarte para seguir viendo esa sonrisa.- con una sonrisa le extendió el dinero hacia Mike, pero este negó con la cabeza.
- Señor Raglan no puedo aceptarlo, es su dinero. Es muy amable, en serio, pero no puedo hacerlo.
- Y como es mi dinero yo decido en qué usarlo. Tómalo Mike, Abby esta ansiosa por su postre.
Miro a Abby y la niña tenía una enorme sonrisa y era notorio su emoción por la idea de ir por un helado de vainilla. Resignado tomó el dinero y le dedico una tímida sonrisa. Sus pómulos se pintaron de rojo por la verguenza y no sabía el por qué.
- Muchas gracias señor Raglan, Abby dale las gracias al señor Raglan.
- ¡Muchas gracias!.- corrió y lo abrazó de la cintura mientras reía feliz.- Muchas gracias señor Steve.
- No es nada, Abby. Eres como una hija para mí.
Mike se tensó de repente. Tal vez solo lo dijo como una tierna comparación y él solo se estaba escandalizando. El señor Steve sabía el verdadero parentesco entre Abby y él, y lo había tomado de la mejor manera sin juzgar ni una sola vez a Mike.
- Y Mike es como el hijo que jamás tuve.- alzó su mano hacia Mike y el muchacho la tomó estrechandola.- Fue un gusto verlos, te espero aquí la proxima semana.
- Si, señor. Muchas gracias.
- Piensa lo del trabajo, tal vez te termine gustando.
- Lo pensaré, adiós.
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¿Te imaginas ser asesinado y pasar el resto de los años poseyendo un animatronico?
Es justo lo que le pasaba a Golden Freddy, uno de los niños asesinados por William Afton. Su alma, a diferencia de los otros cuatro como Bonnie, Chica, Foxy y el famoso Freddy, él ya no seguía siendo un niño inocente y tonto. Habia madurado al pasar de los años teniendo la edad de un joven de veintitres años, aunque seguía viendose como un niño de doce.
Era el niño más grande de los otros niños y a medida cuidaba de ellos como un hermano mayor lo haría. Todos habian muerto el mismo día en la misma pizzería y de ellos solo sobrevivió uno del cual nisiquiera recuerdan el nombre. Recibieron nombres diferentes a los que tenían antes y su vida fue un show del que jamás pudieron escapar.
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[𝘀𝘂𝗿𝘃𝗶𝘃𝗲 𝘁𝗵𝗲 𝗻𝗶𝗴𝗵𝘁] ₘᵢₖₑ ₛₘᵢₜₕ
FanficMike perdió a su hermanito y a sus padres en dos accidentes que marcaron sus vidas. Su inestabilidad y pesadilla no le permitían cuidar de su hija, cuyo padre era un desconocido.