[5] ~ Castigo.

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Cuando entré a cocina pude notar el miedo que tenían todas las personas de limpieza, pues al ver qué entró Jin conmigo las hizo poner los nervios de punta y mirar todos hacia abajo.
Él me tenía agarrada de un brazo, llegamos al lugar donde estaba la mesa y me aventó como si fuese un trapo que no sirve y va a la basura, de la fuerza con la que me lanzó, me hizo caer de rodillas y se dió la vuelta para salir de cocina.

Mi respiración estaba agitada, quería llorar pero no puedo, el miedo es aún más fuerte que mis ganas de llorar. Una linda señora, que era única en la cocina, vió cuando Jin  me lanzó hacia el piso y en cuanto vió que Jin salió, ella fue a ayudarme a levantar.

X: Pobre niña ¿Estás bien? ¿Te lastimaste? -Me miré y no, obviamente no me pasó nada más que el golpe-

___: Estoy bien, gracias por ayudarme. -Le sonreí-

X: Mi nombre es Hwan, soy la cocinera. El jefe me dijo que yo seré tu asesora y que estarás conmigo hasta en la habitación. -Sonrió-

___: Mucho gusto, mi nombre es T/N. -Sonreí-

Hwan: Ya sé cosas de ti, eres hija de la mayor enemiga del jefe. Y antes que nada, quiero decirte que esto es el infierno, aquí no hay nada de lindo, solo lo digo para que no te decepciones. -Sonrió apenada-

___: Hace unos minutos estuve en el lugar de torturas y ya creo saber... ¿Cómo hago para no tener problemas? -Pregunté a la señora Hwan-

Hwan: Solo sigue las reglas al pie de la letra, a ti te van a tener más checada por ser hija de Stephanie y aún más, por ser nueva. Así que solo sigue las reglas y no causes problemas. -Tomó mi mano y me llevó hacia donde estaba preparando la comida- Lava tus manos, limpia la mesa y sirve la comida.

___: ¿Hay una regla en esto? -Quizá por los nervios se me olvidaron las reglas-

Hwan: Hazlo antes de que llegue el jefe, pero si llega cuando estés ahí simplemente no lo mires, tampoco lo toques. -Me dijo seriamente-

Lavé mis manos, salí de la cocina hacia la mesa donde comía el jefe, limpié y acomodé todo de la mejor manera, y después entré a recoger el plato de comida para llevarlo a la mesa, pero cuando iba caminando pude notar que la puerta se abrió y entraron los guardaespaldas ¡No puede ser! Ya venía...

Sin importar nada, miré hacia abajo, ví como pasó por mi lado porque ví sus zapatos que se veían más elegantes y caros que todo. Acomodé el plato y en ningún momento levanté la mirada, me dí la vuelta y caminé hacia la cocina pero antes de entrar ví que la señora Hwan salía de ahí, también con el rostro abajo. Me miró de reojo y me dió una pequeña sonrisa, creo que lo hice bien.

Eso creí... Creí que lo había hecho bien hasta que escuché unos chistidos que venían de la mesa, me giré pero no levanté la cara y una voz ronca dijo:

- Hwan ¿Quién acomodó la mesa? YA LES HE DICHO QUE LAS FLORES NO VAN ASÍ. -Gritó y mi corazón empezó a palpitar-

- Lo siento señor, dejé que la nueva lo hiciera. -Respondió Hwan-

- Acaba de llegar y ya está haciendo las cosas mal. Hwan, házlo tú. -La señora caminó hacia la mesa y empezó a acomodar las flores en el órden correcto- Y tú, ve con Jin. Él sabrá darte una buena lección sobre como acomodar las flores.

Yo sabía que no podía hablar y mucho menos mirar su rostro, como no caminé, Jin  vino hacia mí y me tomó fuertemente del brazo, de seguro me dejó marcas en la piel.
Me llevó a la habitación, así que creo que no era tan malo.

Ok... No debo creer cosas que no pasan.

- Pon las manos hacia el frente. - Sacó una vara muy gruesa- HAZLO AHORA.

La hija de mi enemiga ~ Min Yoon-Gi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora