Anteriormente...
Corría sin cesar en los pasillos del instituto, la lluvia fuerte en la ciudad aumentaba mi ritmo cardíaco y los rayos me detenían a pensar unos segundos antes de darme cuenta de la situación, cómo todos hemos llegado hasta el auge de la desesperación, recurrir a la muerte y reconocer la rencarnación de una profecía endemoniada. Sino fuese por ese tipo, hubiésemos marcado un punto favorable en nuestra historia y así salvaríamos nuestra juventud de la maldad, el demonio escondido en nuestras sombras.
Me asomo en las aulas vacías buscando refugio; los estudiantes de primer y segundo grado en gimnasia no se habían percatado de los gritos de la señorita Valentina al ser acuchillada más de cuatro veces en su corazón al frente de todos los pupitres vacíos. La oscuridad de esa noche era tal que los faroles no alcanzaban a iluminar muy bien los pasillos de la escuela y las gotas de lluvia caían fuertemente sobre el asfalto del patio forjando grandes charcos de agua. No obstante, la escena se borraría de mi cabeza con la tensión existente entre ese hombre con los ojos del inframundo, el cabello montañoso y el deformado rostro de un ser espeluznante. Pisaba con sus botas el suelo con muchísima fuerza al ver quebrarse de poco a poco y su ira al extremo no se compara con el miedo que tengo.
La directora merecía saber esto. Eran sus últimas horas laborales del día, tenía la oportunidad en mis manos de avisarle de lo sucedido, de esta forma pueda resolver esta maldición, llamar a la policía o al cura de la iglesia. Si tuviese el tiempo y la velocidad, detendría esta catástrofe. Pero no fue así, fui acorralado por los jinetes y enviado al otro lado del espejo...
Actualmente. Tres años después.
Manuel.
La escuela pasaba por momentos elogiados, maravillosos y en plena fase de modernización y reformas internas, se cumplió lo deseado por años: la demolición de la capilla y la construcción de un parque, un jardín en el cual se cultivaría comida, alimentándola de recursos básicos para destinarlos para la escuela o a quienes lo requieran. Los últimos en salir asustados del colegio como moscas fueron las monjas y los curas con una manifestación de decepción por el temible cambio en la escuela por otro modelo más amplio y libre del yugo religioso.
Estaba en mi primer año escolar y veía como los mismos estudiantes de grados inferiores insultaban a los religiosos, les tiraban empaques, cuadernos, libros pesados, comida y rollos de papel higiénico. Todos se divertían, menos yo, prefiriendo alejarme de la multitud y el fanatismo de buscar graves problemas con una autoridad capaz de dejarlos boquiabiertos posteriormente. Además, siendo un estudiante digno de ganarme una beca y obtener un futuro prometedor, decido mantenerme tranquilo, al margen de las normas como sea necesario.
Horas más tarde, la escuela regresó a su respectiva jornada de estudio con otros ideales más resaltados en el libre albedrío y la libertad incondicional de crear un mundo bajo nuestras reglas y principios. Pero un escalofrío retorna a mi espalda como si hubiera detrás alguien susurrándome, aunque era imposible porque mi pupitre se localizaba contra la pared, mi espalda estirada contra ese muro ancho dividiendo un aula de la otra. A mi izquierda, una chica rubia, de ojos cafés, piel blanca y un ánimo muy certero se acerca arrastrando su silla hacia la mía, presentándose con un estrechón de manos.
"Hola, me llamo Celia ¿y tú?".
"Un gusto. Manuel" aprieto la mano de la chica con mucha fuerza y decisión por fomentar la amistad y la solidaridad a futuro.
Mientras que, a mi derecha, un chico de cabello castaño oscuro y rizado, piel canela, ojos azules y una mirada tensa y pesada da a conocer una apariencia poco animadora. Debe ser la carga académica y mil pensamientos recorriendo por su cerebro, sus neuronas, sus dendritas por los cuales pasan millones de eventos eléctricos.
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Colegio San Judas
ParanormalUna novela basada en series, películas y creppypastas de terror y misterio, concibiendo a las maldiciones como un protagonista a los múltiples sucesos y personas yendo a una escuela antes reconocida por sus logros. En eso entran actuar un grupo de...