Alucinaciones

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Manuel.

"¿Quién?".

"Roxana, más conocida como Elisa" termina Harry.

"Es una tonta" afirma Ezequiel "Invoco a Manolo y Elisa para posteriormente despertar a sus poderosas almas y caer sobre este colegio una obscura maldición que afectase el bienestar, la paz y prosperidad de nosotros, la comunidad".

"¿Y qué sucedió después?".

"Las cosas se pusieron feas. Pasa una semana luego de probar llamar la atención jugando un ritual demoniaco demasiado riesgoso con su mejor amiga en el salón. Ellas dos sintieron cómo el espíritu de los difuntos entra y las consume por completo, matándolas a los minutos siguientes y dejando un mensaje con sangre en el pizarrón: 9350" relata Fernando.

"¿Qué son esos números?" antes de hablar Susana, suena la campana y todos los estudiantes alrededor se devuelven a sus aulas para recibir sus respectivas áreas de estudio.

Tuve que irme a trote, con el objetivo de no quedarme por fuera de la clase de Química dirigiéndola el maestro Josué. Y tocaba realizar el mismo procedimiento; bata, gafas, botas, guantes de látex y también un cuaderno de notas. Estaba emocionado por recibir la clase que saltaba de alegría por los pasillos corriendo sin darme cuenta de que chocaba a menudo con profesores y estudiantes mirándome raro.

Entré con orgullo al salón, viendo al profesorado sentado en su escritorio con cuatro estudiantes en los mesones con equipo especializado para analizarlo correctamente. Me saluda y me invita a hablar un momento.

"Anunciaron tu inscripción a este colegio, me gustaría darte la bienvenida a un espacio lleno de conocimiento y formación hacia tus proyecciones universitarias. Necesitaré de ti al final del bloque ¿de acuerdo?".

"Sí, señor".

Comenzó a explicar las reacciones químicas en diferentes ambientes de la Tierra y el control de sustancias en caso de un lío grave de desbordamiento en una zona. Replicamos a la segunda hora las combinaciones entre elementos de la tabla periódica los cuales NO EXPLOTEN, es por seguridad, no queremos que este colegio desaparezca; otra vez.

A la tercera hora y antes de tomar el almuerzo, vimos un documental de los efectos del carbono y nitrógeno en la atmosfera, desvaneciendo el oxígeno en todo el planeta por las altas emisiones contaminantes. Estuvimos tomando nota y las indicaciones para el próximo encuentro. Y fue de esta forma como me acerco a Josué y escuchaba la misma advertencia de Camila.

"Ten mucho cuidado" me advierte señalándome con su índice izquierdo "Esta escuela no es lo que parece ser. Y nosotros no podemos advertirles a sus acudientes por miedo a una incondicional expulsión. Te recomiendo correr del director y de Fátima".

Me echa del salón y en los pasillos muchos se me quedan viendo con una cara de lástima, una actitud fúnebre, la preocupación a tope y por tanto se apartan un poco, dándome paso a las escaleras, las cuales conducen al patio en donde el resto de los estudiantes parecen no percatarse de la situación arriba y siguen con sus vidas como si nada. Avanzo por los pasillos, yendo hacia el comedor, el cual esperaba un almuerzo digno de no estar con hambre a las dos horas posteriores y en eso...

Me encuentro al director.

Su nombre: Sebastián.

"Muy buenas tardes, ¿Manuel?" me ofrece un apretón de manos. Era alto, de tez blanca, ojos marrones, pelo castaño oscuro de corte militar y vestía de gala. Su mirada centrada en las emociones que se generan tras lo relatado por mis nuevos amigos y maestros, solo lo invita a conocer los escalofríos en mis extremidades, la mirada perdida y el trance continúo.

Colegio San JudasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora