Lilia

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Manuel.

La mañana lucía excelente.

Pasados las dos semanas de entrar a esa cueva, todo se convirtió en una bola de papel arrugada con forma de esfera y envolviendo la tensión más grande presenciada en la escuela. Nuestro grupo ya no era el mismo desde entonces. Ya no se conformaban más amistades, nos encerramos cada recreo en la biblioteca tratando de responder a nuestras preguntas y cuestionamientos más inquietos sobre Manolo y su acto de maldad en todo el colegio.

Camila y Josué los veo siempre juntos en la cafetería, en el parque, en los pasillos y en las clases siempre con la mirada puesta sobre nosotros. Conversan a través de susurros y miradas centradas los encuentros frecuentes al no tener más salida que investigar el foco de esto. Mis sueños se limitan a imágenes tomadas desde un dispositivo fotográfico antiguos a algunos de los restos de casas, campos abiertos y abandonados. De las tinieblas, aparecen figuras infantiles sosteniendo sus peluches y sus ojos blancos se notan a una larga distancia. Susurros provenientes de ellos me pide auxilio, las almas atrapadas bajo tierra gritan y suplican que los evacúe del infierno. Un infierno desgarrador...

En una noche, inclusive, no concilié el sueño debido a las pesadillas esperándome detrás de la consciencia y me levanto a menudo, dirigiéndome a la cocina para tomar agua, mirar la eterna noche desde la ventana o ver vídeos cortos en internet como entretenimiento. En la mañana, al mirarme por el espejo, unas ojeras bien marcadas en los párpados me asustaron, causando un temblor corporal tremendo.

Las campanas del instituto ya resuenan por medio de las instalaciones a las 7 en punto, la algarabía el poder consigue en el patio y los profesores se apresuran, con sus recursos para iniciar sesión laboral. Era martes y para los estudiantes más pequeños se les guiará a la capilla, nuestros turnos se agendaron hacia el jueves o el viernes. La lluvia cae intensamente en la ciudad, los conductores de autos y otros vehículos pretenden no frenar bruscamente por la lluvia, tornando el asfalto no solo húmedo, sino resbaloso, lo cual el porcentaje de tener un accidente abre los ojos a su máxima extensión.

"Han pasado DOS malditas semanas y las investigaciones de Marta no han sacado buenos resultados. Las cosas en la escuela se complican, muchos estudiantes están nerviosos debido a los atracos y secuestros por la zona. Algunos han sido avistados bajo tierra, descuartizados y con un putrefacto aroma a muerto, como si pasarán allí meses o años" expresa Fernando.

"Es cierto, la inseguridad es un problema para nuestro principal objetivo. Los maestros nos advierten ir en las rutas escolares, no obstantes es solo un negocio que quieren promover ante sus implementadas normadas a finales de enero" comenta Celia cubriéndose la cara con la palma de sus manos.

"No te preocupes, Celia, las implicaciones que tenga esto, las iremos abarcando" replica Ezequiel.

"Es que ya llevamos días y semanas con esto. ¿Cuál es el sentido de la investigación?" dice Cristal.

"Resguardarnos de algo muy malo, puede ser el regreso de Manolo..." opino.

"No te alarmes, Manuel, es un mito, en una leyenda urbana que ronda por ahí" Susana proclama un mensaje tan acertado que lo medito dos veces.

La clase de inglés estaba tan aburrida que cada grupo se conforma en pequeños espacios, charlando y al mismo tiempo haciendo la tarea. Es indignante ver cómo este curioso hallazgo nos haya detenido en un laberinto sin salida. La hora, lenta pasaba, incrementa el estrés de no resolver las preguntas en las páginas respectivamente avanzadas para nuestro nivel. La salvadora allí es Harry, junto a su amplio conocimiento en la lengua inglesa y quien ha revelado gran parte del trabajo y apartándonos de transportar más quehacer a nuestro hogar.

Colegio San JudasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora