Astrid.
Mi sorpresa llegó cuando abrí la escotilla metálica de un empujón adentro, dándome cuenta la cantidad de cuerpos mutilados, perversos, sin piel y pancartas pegadas a su pecho con los siete pecados capitales o insultos. Los huesos en un estado de putrefacción expulsan un aroma desagradable, muy grotesca que me produjo arcadas. Retrocedo unos pasos y me tropiezo con alguien alto y firme.
Se trata Marcos oculto tras una capa oscura y muy cálida que dejaba apenas ver sus rasgos faciales pálidos y un poco rojos por su enfurecimiento al entrometerme en lugares o sitios indebidos. Me ofrece su mano en señal de amistad y, acto seguido me levanto para ser tomada de los brazos con demasiada fuerza. Su ira resaltaba su carente escucha de opinión al venir a este suculento escondite escalofriante.
- ¿Qué haces aquí? Lárgate antes de que puedas ocasionar algo muy malo – me ordena señalando el retorno a los pasillos de biblioteca cubiertos por la densa neblina del conocimiento.
- ¿Qué pasó aquí? Dímelo. ¿Por qué casi todo el mundo me ve raro? ¿Por qué creen los demás que soy una amenaza?
- ¡No hables más! ¡Cállate! – me da una fuerte bofetada que me hace dar una vuelta de 360º.
Con firmeza y en silencio me devuelvo a las escaleras por las cuales una vez bajé y descubrí el tesoro que a muchos les da terror y nerviosismo. No fui capaz de voltear hacia Marcos, sin embargo, apreciaba su esencia de desagrado, furia y desesperación por sacarme. Al llegar a la cima de la estantería, la bibliotecaria se encontraba esperándome con el director y entonces entendí que ya casi medio consejo directivo se percato de mis intensas curiosidades profundamente ubicadas en el establecimiento.
A las dos horas ya me reunía con el director serio, apoyando sus codos sobre su escritorio de madera ecológica en donde espera la venida de mi madre, citándola urgentemente a corregir y replantear mis errores y acciones respectivamente. Media hora sentada frente a ese señor de expresión neutral observándome directamente a los ojos, media hora escuchando a los estudiantes pasar por el pasillo que conduce a estas oficinas tratando de averiguar qué había ocurrido conmigo y media hora se tardó mi madre en venir a la escuela con una emoción radical.
-Necesito saber qué paso, señorita Astrid.
-Mamá, yo...
-Su hija estuvo usurpando instalaciones secretas no permitidas por la administración.
Al cabo de unos diez minutos de larga explicación por mi parte, detallando los pasillos con faroles y el camino subterráneo que estaba rodeado por una luz cegadora. Nada más termino y soy vandalizada por regaños y desprecios por parte de mi madre enrojecida por la furia, mientras el director con una sonrisa malévola posa sus codos encima de la mesa y se dispone a verme fulminante. La escuela es un misterio como los pómulos del hombre más "afortunado" de orquestar la buena educación plasmada en los distintos periódicos del país.
Más tarde, llegamos a la casa y el silencio durante el trayecto montadas en un taxi cuando caía intensamente una lluvia torrencial de mil demonios. Los autos con los activos parabrisas pasaban por las avenidas recogiendo la humedad del suelo y avistando una neblina tan densa que ni los árboles más cercanos les permitía abrirse a la vista de los residentes urbanos.
La casa, al abrir la puerta, se encontraba deshabitada, desordenada y con neblina saliendo de las habitaciones como si fuese un espectáculo de terror. Las paredes se dejan acoplar al momento, las ventanas se bloquean de neblina entrando al hogar junto a la humedad y pequeñas gotas de agua producto de la moderada lluvia presentada en la ciudad. Mi madre no decía una palabra, su ira lo demostraba y todo lo arrojaba al piso pareciendo que absolutamente todo el mundo, las cosas y personas fueran sus enemigos. Se encerró en su habitación y acto seguido, me dispongo a servirme un vaso de agua fría de la nevera acompañada de un delicioso trozo de queso azul importado de Suiza.
ESTÁS LEYENDO
Colegio San Judas
ParanormalUna novela basada en series, películas y creppypastas de terror y misterio, concibiendo a las maldiciones como un protagonista a los múltiples sucesos y personas yendo a una escuela antes reconocida por sus logros. En eso entran actuar un grupo de...