CAPÍTULO 25

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- No han descansado deberían ir a la habitación -  asenti entregándole a la niña ella me guió y llegue fue a la habitación de Misael.

El se encontraba de espaldas revisando un documento, me senté en el sofá para observarlo un momento se ve tenso, tiene muchas cosas encima

«Entonces cásate conmigo, si tan fácil es casemosno»

«Solo piénsalo, eres la persona más cercana a mi y en la que confío. Solo me ayudarías»

«Solo me ayudarías»  

El necesita ayuda con algo, siempre ha estado ahí ayudándome y apoyándome ¿Por qué yo no podría ayudarle y quietarle un peso de encima? 

Solo le ayudaría...

- Elena, Elena - agitó su mano frente a mí parpade varias veces y lo mire -¿Te sientes bien?

- Sí, solo pensaba - caminé hasta el cuarto de baño para darme una ducha. El agua caliente baja por mi cuerpo.

Mi cuerpo duele tengo algunos moretones en el quiero verlos pero eso implica verme el cuerpo en el espejo y hace mucho que no hago eso, verme el cuerpo desnudo o en ropa interior.

Me puse el pantalón de la pijama, un top y saque una pomada que me dieron en la enfermería me puse de pie frente al espejo y empecé a untarme en los moretones en algunos no alcanzo como por ejemplo en la espalda, intenté pero el brazo no me da

- Necesitas ayuda con eso? - me sobresalte al escucharlo estaba de pie junto al marco de la puerta con los brazos cruzados

- Por favor - Se acerco con cuidado sus manos estan frías, me encogí un poco al sentir su tacto, podía ver su reflejo por el espejo - Hablaste con tu abuelo?

- Aún no llegan- dijo y se alejó un poco - listo, eso se ve un poco feo - señaló los moretones y sonrió. Cuando sonríe es capaz de ponerme a sus pies, mí celular empezó a sonar y contesté enseguida 

- Pequeño Huracán, leí tu mensaje y solo espere llegar a casa  - Me dice y sonreí le envié un mensaje antes de entrar a bañarme - Cuéntame de que quieres hablar...

- Es que estuve pensando y quería saber que pensabas tu de algo que tengo en mente...

Hablé con Mancini como por una hora y media, luego me dijo que lo llamara si ocurría algo sin importar la hora. Me puse un abrigo y baje las escaleras con cuidado, salí por la puerta trasera y caminé descalza hasta la playa, el sonido de las olas llena el silencio y la luz ilumina el lugar caminé y me senté en la orilla, la brisa fresca pegaba en mi rostro esto es relajante.

Sentí unos pasos acercarse, el perfume de mí padre inundó mis fosas nasales se sentó a mí lado y se quedó en silencio por un largo rato

- Sabes el paradero de mi abuelo? - solté y negó sin mírame

- El se fue un año después de la desaparición de mi hermana. Ella desapareció cuatros meses después de la muerte de muestra madre, también era parte de la FEDIM era una teniente respetada y admirada, un día en un viaje de vacaciones se fue y no volvió algunos dices que hombres se la llevaron otros dicen que solo la vieron en la discoteca con algunas mujeres - dice mirando a la nada - Papá se fue luego de buscarla sin descanso y tampoco hemos sabido mucho de el. Solo las cartas que envía una vez al mes y las postales

- Te gustaría encontrarlos?- me miró y se encogió de hombros

- No lo sé cariño, papá no quiere que lo encuentren eso ha demostrado durante casi diez años. A veces he llegado a pensar que el sabe algo que lo obligó apartarse. Pero si me gustaría verlo y que los viera a ustedes  - asenti y acomodé mi cabeza en su hombro

Hermosa DestrucciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora