CAPÍTULO 31

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Llevo cuatro horas encerrada en el salón de reuniones sumergida en silencio mientras nos vemos las caras el ministro aún no llega con el Coronel y la verdad que si no fuera porque tengo a Jeremías de un lado a Julieta del otro y a Sandoval en frente ya me hubiera ido a casa, adelante todo el trabajo que pude está mañana para hoy no tengo pendientes a no ser que se llegue a presentar algo.

La puerta se abrió Rous traía unas carpetas y empezó a repartirlas las personas siguen en silencio Miller tiene una pequeña sonrisa estúpida en su rostro. El ministro empezó hablar mientras nosotros revisabamos la información

- Estamos hablando de un convento que sirve como orfanato - Preguntó la rubia

- Estamos hablando de una fachada - Hablo el ministro hay tres puntos marcados en el mapa del tablero Alaska, Moscú y Samara - Tenemos que transladarnos a uno de esos tres puntos y darle de baja a cada una de esas fachadas cuánto antes

- El punto de Samara carece de importancia podemos dejarlo de último e irnos a Moscú estamos...

- En ningúna parte del informe dice que no tiene importancia Capitana Brown - Mire a la mujer que agota mi paciencia

- He leído dos veces y no veo esa parte por ningún lado  - A Miller le pica la lengua cada ves que algo tiene que ver conmigo, suspire

- El punto de Samara carece de importancia podemos dejarlo de último e irnos a Moscú estamos hablando de un convento que sirve  como orfanato y laboratorio al mismo tiempo por ende es el punto más grande que tenemos hasta del momento - repetí y el lugar quedó en silencio

- Pero el de Alaska también puede ser un punto clave - callen a esta mujer - estamos hablando de un punto más apartado...

- Saben quienes están acargo del punto de Alaska? - me miró guardando silencio - entonces no estamos haciendo bien el trabajo me va tocar enseñarte a leer.

- Si nos vamos de lleno a Moscú estaríamos dándole un golpe fuerte a la mafia Roja y eso es lo que queremos verlos caer. Si nos toca elegir democráticamente yo voto por irnos a Moscú - Dijo Álvarez levantándose

- Estoy con usted Capitana Brown - Sandoval se levantó y asenti lentamente. Silencio... Siento que puedo escuchar los latidos de mi corazón, vi el reflejo de Mancini levantándose, el del coronel, el del ministro y el de los otros presentes excepto Miller y la rubia

- A Moscú el viernes a primera hora  - hablo el Ministro y solté el aire que estuve conteniendo - Aquél que no quería ir está en todo su derecho de quedarse nadie está obligado a seguirnos. 

El Ministro salió seguido de los demás Soldados y yo me deje caer en la silla. Álvarez soltó una pequeña risa y yo negué

- Me va tocar enseñarte a leer - se burló Jeremías - que mujer tan inteligente si quiere suicidarse que se corte las venas - Álvarez soltó una risa y Sandoval la siguió

- Buen trabajo Capitana, yo no me había dado cuenta hasta que tu lo repetiste y eso que leí dos veces el mismo pedazo buscándo la falla

- El ministro lo puso a propósito hay que estar mas pendientes nos está dejando cascaritas a para ver qué tan buenos somos - Rous se levantó y estiró su mano para que la tomara, lo hice

- Eh... Jeremías y yo queremos contarles algo - hablo Julieta y yo me gire para mirarla está nerviosa, le dio un codaso a Jeremías quien me miraba fijamente

- Julieta y yo estamos saliendo, en una relación formal... Y queríamos contárselos- Reí negando y me llevé una mano al pecho

- Pensé que me dirían que estabas embarazada de trillizos - le dije y la mujer abrió los ojos - Ya estaba poniéndome feliz y estaba sacando cuentas si Jeremías me da tres sobrinos entonces en total tengo cinco sobrinos - Todos empezaron a reír

Hermosa DestrucciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora