CAPÍTULO 40

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Todos están ubicados, la mercancía está en los aviones y los hombres también incluyendo a los infiltrados solo faltan los pilotos.

Empecé a caminar con cautela con el uniforme puesto y me subí al avión, Julieta a mí lado está de copiloto, esperamos la orden y empezamos a descender, puse el piloto automático cuando y salimos de la cabina.

Cinco minutos, en cinco minutos espere impaciente el reloj pitó y salimos los hombre ya estaban amordazados, caminé mirando la mercancía que los soldados revisan pero no tienen sello

- Lo preguntaré una sola vez - dije quitándole la cinta pegante de un solo tirón a uno de los hombres - ¿quién es el lider? - me escupió y por suerte tengo un casco puesto que me tapa la cara. Le disparé dejándole un hueco en la cabeza - ¿Tu me dirás? - asintió y Julieta le quitó la cinta

- Si te digo me matarás? - dijo y me encogi de hombros

- Depende que tan valiosa sea la información, se hacer negocios - el hombre me miró y yo le mostré mi arma

- Roja, es de la mafia roja y va para México - asenti levantándome - los otros dos aviones también

- Dónde queda el laboratorio que la fábrica? - pregunté y se quedó en silencio por un momento

- Samara y Alaska - dijo rápidamente - Samara es el más pequeño pero fabrican más - me quise girar pero el avión se sacudió mandando nos al suelo

- ¡Capitana uno de los aviones se salió de control y chocó con el nuestro! ¡Vamos a caer parece que derrumbaron un Ala!

- ¡Mierda! - Mire mí reloj y ya casi llegamos al lugar de encuentro - Podemos llegar

-¡Capitana no vamos a poder! - me grito un Soldado -¡Vamos a caer!

- ¡Si podemos, empieza a rezarle a todos los santos que conozcas! - me arrastré hasta la cabina, Julieta viene detrás de mi.

Tome el control del avión, no se qué estoy haciendo pero se que podemos llegar.

-¡Preparen todo para lanzar! - los soldados Respondieron, tengo miedo o explotamos en el aire o explotamos en tierra

- Arya no vamos a llegar - dijo Álvarez

- Acomodate bien el paracaídas, o explotamos o corremos. Pero llegaremos - mire nuevamente el reloj tres minutos

Vamos, vamos no me dejes sola en este momento, vamos. El avión volvió a sacudirse y el sistema se disparó, puse el nodo automático y salimos

- ¡Soldados listos?! ¡Tres... - Empezaron a rodar todo a la orilla y bajaron la rampa, tengo miedo estoy que me orino - ¡Dos!... Suelten la carga y activen paracaídas de estás ... ¡Uno..! ¡Soldados abajo! - Corriendo y los tiramos al vacío. Jale el pilotillo y este se abrió de inmediato, el corazón se me subió a la garganta cuando mire a mí lado y vi que Julieta estaba teniendo problemas

No sé cómo carajos hice cuando logré agarrarla poniéndola debajo de mi y asegurándola con su propio paracaídas, si alguien muere entonces moriremos las dos.

No sé qué mierda hago, caímos en el agua el peso y la brisa fuerte nos arrastró.

No puedo respirar muy bien, solté el Seguro deshaciendome de todo.

No logro ver nada estoy tragando mucha agua. Julieta ya no está conmigo pero la siento cerca todo se volvió oscuro... 

La tos me atacó el agua salada, abrí los ojos haciéndome a un lado y vi los ojos verdes de Misael me enfocaron, está sobre mi ahorcajadas

- No desaprovechas la mínima oportunidad para pegar mi boca con la tuya ¡Hazte a un lado!- abrió los ojos

- ¡Te dije que la dejaras allá metida! - Hablo el ministro y reí. Busqué con mis ojos a Julieta y la vi, venía corriendo en mí dirección y la abracé. Los aplausos de los soldados no se hicieron esperar y no se qué mierda pasa

- Felicitaciones Capitana la única mercancía que piso tierra fue la suya y nadie murió mientras estuvieron en su poder - hablo el ministro uniéndose a los aplausos rode los ojos  - Buen trabajo soldado

- Gracias Arya... Pensé que - la volví abrazar y se cayó

- Ya paso, un buen soldado nunca abandona a sus compañeros y nosotras ya somos familia- me separé y ella sonrió

Sentí la presencia de Misael detrás de mí y di un paso atrás chocando con su cuerpo, paso sus manos por mí cinturas y las dejo en mí abdomen eché mí cabeza hacia atrás

- Quiero dormir - le dije y sentí su pecho vibrar debido a su risa. Empezamos a caminar hasta subirnos a las camionetas ya de la mercancía se encargarán otros.

Llegamos al Buro me di un baño y detuve mis manos en mi vientre me cambié rápidamente y busqué a Julieta estaba recogiendo unos documentos, decidí salir del Buro y llegar a casa

Es muy confuso, búsque entre mis cosas los documentos y los regué todos sobre la cama. todos dicen lo mismo... Las posibilidades de embarazo son nulas, lleve las manos a mejillas y caminé por la habitación buscando el calendario

Las cuentas no me dan...

-A ver Arya respira - me dije mientras volvía a guardar todo me deshice de la ropa entrando al baño

El agua fría cae sobre mi cuerpo ayudando a mis músculos relajarse,  necesitaba de una ducha fría
Embarazo, hijos, retraso... Las palabras de repiten en mi mente, eso explicaría muchas cosas
Los vómitos de Misael, el que la ropa me quedé demasiado ajustada, el cansancio. Puse una mano en mi vientre y me detuve frente al espejo llevo el albornoz puesto...

Cerré mis ojos un momento poniendo las manos en el nudo, durante todo este tiempo Misael de una u otra forma me ha echo sentir segura, pero este es un paso, tome una respiración profunda deshaciendo el nudo para luego dejar caer el albornoz, llego ropa de encaje negra la tanga es pequeña. Abrí los ojos lentamente mirándome en el espejo, me quedé estática por algunos minutos ¡Dios! De frente todo se ve perfecto, me puse de lado e instintivamente lleve mi vista a mí vientres

Peine mi cabello con mis manos tengo un nudo en la garganta.

- ¡Joder! - Me sobre salte al escucha su voz, mí corazón se quiere salir por la boca me lleve una mano al pecho - ¿Pero que está perfección?

-¡¿Piensas matarme de un susto?!- Intenté agacharme para recoger el albornoz pero me lo impidió al pegarme a la pared, mis mejillas se sienten calientes... Su mirada no es la misma es de deseo paso la mirada descaradamente por cada centímetro de mi cuerpo, pero no le toca y yo quiero que lo haga

Detuvo la mirada en mis labios, siento la necesidad de lanzarme sobre el y me preguntó porque no lo he echo

- Me traes agarrando de los huevos... - dijo cerca mi boca y pego más su cuerpo al mío, puedo sentír si erección formarse lleve mis manos a su pecho bajando las lentamente inclinó su cabeza hacia atrás cuando puse mi mano en su miembro y me froté sobre el

- Quiero que folles a tu esposa Misael, se un buen marido y dame lo que quiero - Sonrió

- Dicen que el amor no se ve, se siente. Así que con tu permiso, voy a manosearte y pienso hacerlo toda la noche - dijo y empezó a besarme hambriento de mi, llevó sus manos a mi traseo dándole un apretón. Subió mis piernas a su cintura sin dejar de besarme para luego llevarme a la cama pero terminamos en el sofá y yo sobre el...

Hermosa DestrucciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora