CAPÍTULO 48

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Llegamos a casa hace algunas horas, me siento fastidiosa la ropa me pica, caminé entrando al cuarto de cambio para buscar una pijama cómoda, lo sentí llegar y detenerse en la puerta siento que me quiere decir algo pero no se atreve a decirme nada

La situación se ha vuelto un poco incómoda desde que apareció su madre ha estado actuando raro, pase por su lado y entre al cuarto de baño

Salí y lo vi sentado en la cama con unos documentos en la mano

- ¿Quieres decirme algo? - tome asiento en el tocador para empezar a peinar mi cabello, suelo hacerlo todas las noches y recogerlo en una trenza, vi su reflejo por el espejo acercándose y tomando el cepillo que tenía en las manos es relajante cuando alguien te peina

- Eh... Es esa señora...

- Tu madre - lo interrumpí y se encogió de hombros - ¿Que paso con ella?

- Su marido murió y está por quedarse en la calle, vino a pedir mi ayuda. Quiere que... - dejo de peinarme y miro el cepillo - Que la ayude y le de hospedaje mientras soluciona los problemas que tiene, dijo que solo será por algunas semanas

Asentí lentamente sin girarme, tengo un sentimiento raro, después que los dejo para irse con otro, luego vuelve queriéndo llevárselos a la fuerza, vuelve a desaparecer y ahora vuelve buscándo su ayuda...

No lo sé pero no me corresponde opinar, por un lado entiendo que viniera en busca de su hijo pues es el único hijo que tiene

-¿Que quieres hacer?- el silencio nos está consumiendo - Debes tomar una decisión Misael sea cual sea yo te apoyaré así que tranquilo corazón - me gire para poner mis manos en sus mejillas y darle un beso - Pero quiero dejar claro una cosa no quiero que se meta en nuestras cosas nuestros inconvenientes lo solucionamos nosotros dos como hasta ahora ha sido. Asentí y me levanto llevándome a la cama

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Su madre se instaló hace una semana en la casa todo va aparentemente bien, no me topo mucho en casa, últimamente paso la mayoría del tiempo en el Buro tratando de solucionar los inconvenientes que se armaron con el almacén de Armamento y los Problemas con los soldados

- ¡Necesito el pabellón canino impecable antes del almuerzo! - les dije y salieron corriendo en ese mismo grupo va la rubia y su grupo de amigas, creyó que se salvarían pues a mi no sé me escapa nadie así de fácil.

Me he mantenido todo el día aquí no he subido a los pisos de arriba tampoco he subido a mí oficina le pedí el favor a Sandoval que me buscá los documentos y lo hizo rápidamente.

Mancini, Álvarez y Sandoval se han mantenido a mi lado pendientes de todo lo que necesite hay muchas cosas que arreglar aquí debemos dejar todo en orden antes de la vista de los soldados de rangos que vendrán dentro de un mes.

- Nerviosa? - Pregunto Sandoval a mi lado mientras contaba por segunda vez el armamento

- Abrumada, son muchas cosas que tenemos que dejar listas a eso sumale que exigen de nuestra presencia en el Buro español. De todo el grupo Élite - Me miró sin creer lo qué le digo - Llego la solicitud está mañana - Asintió y termino con lo que estaba haciendo

Rex camina a mi lado y no se me despega lo pierdo de vista por algunos minutos y luego está conmigo otra vez, cuando me siento pone su cabeza en mis piernas y ahí se queda hasta que me levanto nuevamente

- Pensante en la propuesta de tu Primo? - Se le acercó Jeremías ofreciéndome una botella con agua y asenti

- No quiero involucrame con ellos pero en la vida hay que hacer sacrificios y eso nos costará el trabajo...- Sonrió - ¿Qué?

Hermosa DestrucciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora