«El dinero corrompe, sobre todo a aquellos que no lo tienen»
Peter Ustinov
Primera parte:
"La casa de Azúcar no posee sentimientos"Yeonjun rodó el ratón con aburrimiento. Él apenas estaba enfocándose en los anuncios de empleos que la web le ofrece, la luz de su computadora portátil golpeando ligeramente sus cansados ojos, sin contar que debe sufrir las incontables veces de pérdida de señal porque el Wi-Fi que robaba de su vecina era demasiado débil y lento.
Él rápidamente necesitaba obtener un trabajo si quiere mantener un techo sobre su cabeza, no es que su pequeña habitación sea la gran cosa pero es algo. Mirando a su alrededor, observa el deplorable lugar con amargura. Aun no puede entender cómo es que el techo con manchas de humedad no se ha derrumbado sobre su cabeza o el ventilador viejo y rechinante no se ha soltado y mutilado su pierna mientras dormía.
Las paredes rasgadas dejaban ver el yeso atrás del viejo tapiz azul envejecido. Su cama era casi un catre de lo pequeña que era, gozaba de tener una nevera mediana, el problema es llenarla de alimentos y que la mierda funcionara. Estaba harto del ramen instantáneo. Había muchas cosas mal en su vida. Si es que la tenía por qué él no podía llamar a esto una vida.
Suspirando, masajeó sus ojos con los talones de su muñeca, trataba de disipar el sueño. Necesita enviar su currículo a todos los correos e ir a todas las entrevistas necesarias.
Yeonjun no puede seguir haciendo esto más.
Pronto vendría el viejo Jung exigiendo el dinero de la renta que era mucho para una pocilga como esta. Eso era un robo. Había días en la que quería echarse a llorar, pero esa etapa de su vida ya se ha quedado atrás. Él ya ha llorado demasiado y se ha prohibido a sí mismo volver a hacerlo.
Debe ser fuerte, tiene que serlo.
Desde que sus padres murieron y quedó a cargo de su dura abuela toda su vida fue una completa mierda. Él ni siquiera se llevaba bien con la vieja mujer, no había un día en el que ella no culpara a Yeonjun por la muerte de su hija. Y la gota que rebalsó el vaso fue cuando su abuela le echó por descubrirlo besando a un chico en su habitación. Entonces, fue emancipado a la fuerza. Tomó lo poco que pudo, cosas vitales para él. Ropa, móvil, computadora portátil y su pequeño frasco de dinero ahorrado, lo puso en una mochila y listo. Se había ido.
Dejó el maldito pueblo atrás y pidiendo peligrosos, pero necesarios, autostops¹ logró llegar a la ciudad y no miró atrás.
Ahora Yeonjun saboreaba la importancia de tener dinero en el bolsillo y vagamente recordaba el proverbio que su madre dijo una noche mientras cenaban.
»Un monedero lleno, hace un corazón contento.
Sabias palabras. Él realmente había entrado en depresión, nadie quería contratar a un chico que a duras penas había culminado la secundaria. Él, pronto sería un sin techo y estaba jodidamente aterrado de serlo.
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sugar daddy! ─ soojun
FanficPara Yeonjun no existe la palabra libertad; vive encadenado a las deudas y a las responsabilidades. Vivir estresado es su día a día. Entonces, cuando acepta el empleo de ser un Sugar Baby suena tan tentador y confiable. La Casa de Azúcar le abrirá...