Encierro

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-Ya no hay tiempo, debes hacerlo.-

-No lo hagas, por favor, solo quiero descansar.-

-No la escuches. Si no lo haces, podría perder la vida.-

-¿Por qué me están haciendo esto?-

[Ocho meses atrás...]

-Daphne, te hablan en la oficina.-

Dijo la madre superiora, sabía que algo había pasado. Se me retorció el estómago. En la mañana no había hecho nada fuera de lo común, había paseado por los pasillos, como siempre.

Me levanté y comencé a caminar hacia la oficina del director, el caminar lento no bastaba.

-Pasa.- dijo el director al otro lado de la puerta. Entré y me senté frente a la mesa. -Hola, estoy aquí porque acabas de cumplir la mayoría de edad.-

-Sí, eso es.- Respondí con voz trémula.

Estaba claro para mí que la conversación no sería agradable. El director siempre tenía una voz poco alegre, como si fuera un molino de viento que no había girado nunca.

-Lo siento. Sabemos que has estado aquí por mucho tiempo, pero la ley nos obliga a que a partir de ahora te hagas cargo de tus cosas.-

-Por favor, no me saquen del orfanato. Puedo hacer cualquier cosa para seguir aquí. Lo he considerado mi hogar desde hace años. ¿Por qué irme?.-

-Sé que ha sido difícil para ti crecer en este lugar. Eres una de las muchachas más grandes aquí-

-Mire.- Le dije al director con los ojos llenos de lágrimas. -No me gusta mentir, pero recuerdo que antes de venir aquí vivía en un pueblo. Vivíamos mi madre y mi tío. Lo poco que recuerdo es que se llamaba "Aparentes".-

El director me miró con incredulidad. -"Aparentes".- El director me miró y sacudió la cabeza, como si tratara de procesarlo todo. -Daphne, esto es una sorpresa. ¿Puedes darme más información? ¿Cuál era el nombre de ese hombre?.-

-Se llamaba Michael, Michael Ward.-

-Voy a hacer este sacrificio por ti. Te voy a permitir seguir aquí hasta que recibamos información acerca de tu familia. Mientras tanto, sigue con tus tareas diarias.-

Una sensación de alivio inundó mi cuerpo. -Muchas gracias.-

Salí de la oficina y eché a correr por el pasillo. Podía sentir la adrenalina corriendo por mis venas.

-¡Daphne!.- Gritó alguien detrás de mí. Cuando miré hacia atrás, vi a Katherine y Marissa corriendo tras de mí, con curiosidad pintada en sus rostros. -¿Qué pasa?.- preguntó Katie cuando nos detuvimos.

-¡El director dijo que van a averiguar sobre mi familia!.- Dije con emoción mientras brincaba de felicidad.

-¿En serio?- preguntó Marissa.

-¿Esperas poder reunirte con tu familia?.-

La idea de que mi familia podría estar viva me hizo temblar. -No lo sé, pero quisiera saber que fue lo que pasó.-

-¿Y qué pasará si realmente hay alguien de tu familia?.- preguntó Katie con voz inquisitiva.

-No sé qué pasará, pero si existe alguien, supongo que podría ir a vivir con ellos.-

-¡Katie, Daphne y Marissa!- Exclamó la voz autoritaria de la madre superiora. -Deberían estar haciendo las tareas que les corresponden, no se estén paseando por los corredores y perdiendo el tiempo. Vayan y terminen su trabajo en seguida.-

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