Siempre

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Al día siguiente, Yuri se propuso no salir de su habitación hasta que Otabek hubiera salido de la casa. La noche anterior había sido horrible, un torrente de pensamientos recorrían su mente una y otra vez, culpandole, dándole la razón, enojandolo y haciéndolo llorar. Aún no sabía cómo procesar todo lo que había pasado el día anterior, así que prefirió esconderse y dejar que el tiempo hiciera su trabajo, él no pensaba discutir de nuevo con Otabek, era lo único que sabía.

Cuando oyó la puerta cerrarse y desde su ventana verificó que el moreno había salido, salió de su cuarto con el gatito en brazos, pero para su mala suerte se le había olvidado un detalle y es que también debía afrontar a Yuuri y Viktor a quienes les había mentido el día anterior. Tomando una larga inhalación, bajó las escaleras viendo desde arriba a ambos chicos en el sillón hablando de quién sabe qué.

Intentó ignorarles al pasar y solo dirigirse a la cocina para tomar su desayuno y luego nuevamente encerrarse en su habitación hasta el día de su muerte. Pero aquello no iba a pasar.

—Buenos días— Dijo Yuuri apenas lo vió.

—Buenos días— Contestó rápido sin verlos a la cara.

—¿Así que vas a hacer como si nada?— Preguntó Viktor con una ceja alzada.

—No sé de qué hablas.

—¿Quieres que te lo recuerde?

—Viktor, al menos déjalo desayunar, ya habrá tiempo para hablar.

—Solo quiero que sepa que no se quedará así.

—Como sea— Bufó Yuri y se adentró a la cocina. Esa pequeña conversación lo había puesto de malas. Quiénes se creían ellos para recriminarle nada solo lo cuidaban de vez en cuando.

Al entrar en la cocina le sirvió comida al gatito y luego el se propuso a desayunar. Una vez terminó, no logró ni levantarse de la mesa cuando Viktor y Yuuri se sentaron en ella, frente a él.

—Cuéntanos tu versión. La real si es posible— Comentó el peliplata.

—Solo mentí diciendo que le dije a Otabek, todo lo demás es real— Contestó de golpe. —Tampoco fue la gran cosa.

—Yuri, a pesar de como actúa Viktor, no queremos pelear contigo, solo queremos entender por qué te viste arrinconado a mentir y no decirle a Otabek. —Dijo Yuuri

—No lo sé y es la verdad.

—Hablaste con él.— Preguntó el pelinegro

—Él solo me recriminó y me regañó, ni siquiera tenía la intención de escucharme, le dije la verdad y no me creyó.

—¿Por qué dices eso?

—Le dije que no sabía por qué lo hice y me siguió preguntando. Solo sentí que no debía decirle y ya ¿es tan malo tener un poco de privacidad?

—No se trata de tener privacidad, si no de estar protegido y cuidado, puedes ir con JJ y hacer lo que quieras con él sin contarle a Otabek, pero al menos decirle a donde vas o con quien, le permite a él estar al tanto de tí. Si algo te pasara o a él o incluso si hubiera un desastre natural a él le gustaría poder ayudarte estés donde estés — Respondió Viktor con una seriedad impropia.

—Eso es exagerado, no va a pasar.

—Pero podría pasar... ¿no te gustaría saber que él puede socorrerte donde sea que estés?— Cuestionó Yuuri.

—Supongo que sí... pero... yo, en verdad no sé por qué lo hice.

—Debe de haber una razón—Dijo Viktor.

¿Existe la libertad? 2.0 ~Otayuri~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora