𝘊𝘩𝘢𝘱𝘵𝘦𝘳 𝘵𝘸𝘰: 𝘪𝘵'𝘴 𝘢 𝘥𝘳𝘦𝘢𝘮.

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Habían pasado dos días del viaje y en ese transcurso se atrevió a hablar con Yeji, a pesar del poco tiempo que tenían de hablar tuvieron una buena conexión. Yeji tampoco hablaba demasiado porque le daba pena, pero con Felix conectaron muy bien, tanto que incluso iban a todas partes juntos y había elegido sus habitaciones del hotel a un lado del otro.
 
 
En el último día saldrían de Jeju, ahora se irían en camión para disfrutar de un lindo viaje por carretera además de que su última parada sería en un balneario y Felix estaba emocionado porque le encantaba todo lo que tuviera que ver con agua aunque su claustrofobia le impedía entrar en toboganes, pero eso no era impedimento para que disfrutara de ello.
  
  
Por la mañana iniciaron el viaje, su asiento estaba junto al de Yeji en los dos últimos del camión ya que según ellos tendrían mayor espacio para poner sus maletas principales y una mejor vista del camino. Durante el transcurso del viaje tomaron un sin fin de fotos, tanto de ellos como del paisaje que les regalaba la carretera, incluso se tomaron fotos cuando alguno de los dos estaba dormido. Después de dos horas de transcurso por fin llegaron a su último destino, era un balneario grande con un sin fin de toboganes los suficientemente altos para que pudieran verse incluso a un kilómetro de distancia.
   
   
Eran las 12:45 p.m cuando pudieron entrar, claro que antes de eso Felix se sacó una foto con Yeji, ambos estaban posando en una pared con un tipo de planta adherida a ella, mandó la foto a sus amigos y padres, obviamente también se la mandó a Minho quien no paraba de decirlo lo lindo que se veía con ese traje de baño azul con líneas blancas.
   
     
Antes de que se esparciera todo el grupo en el balneario, Hoseok, uno de sus profesores de baile y Lisa, su otra profesora de baile, dieron tres reglas simples de ejecutar:
   
   
- No salir del área de balneario.

- Si no saben nadar, no entrar en piscinas más profundas de 1,50 metros.

- Tenían desde la 1:00 p.m hasta las 4:00 p.m para reunirse en la área de comida.
   
   
Como era de esperarse, Yeji y Felix fueron los primeros en entrar a una piscina con una resbaladilla gigante, a ninguno de los dos les resultaba difícil pues ambos sabían nadar perfectamente bien. El día transcurrió yendo de una piscina a otra, de resbaladilla en resbaladilla, parecían niños pequeños corriendo de un lado a otro. Ambos de sus profesores observaban a todos sus alumnos a lo lejos, en realidad no era algo por lo cual angustiarse demasiado pues todos los que habían conseguido el permiso de sus padres para viajar eran de dieciséis años en adelante.
   
   
Yeji se detuvo en seco luego de haber estado corriendo por un tipo de "juego" que habían creado con el castaño. Felix le tocó el hombro estando cansado por haber seguido a Yeji corriendo por más de cien metros sin descanso.
  
   
— ¡Mira, mira! — Yeji jaló el brazo de Felix tratando de hacerlo avanzar hacía el tobogán que tenían frente a ellos.
  
  
Felix alzó la mirada, al ver a donde lo dirigía zafó su brazo y negó varias veces.
  
  
ㅡ No, no, no. ㅡ Continuó negando con la cabeza y manos. ㅡ Ni lo pienses, Yeji. ㅡ Caminó unos pasos hacia atrás intentando no ser tomado del brazo por la menor.
   
   
ㅡ ¿Por? Anda, solo una vez, por favor, por favor. ㅡ Juntó ambas de sus manos en forma de suplica con un pequeño puchero en los labios. ㅡ Una vez y ya, te juro que será al único al que querré entrar.
    
   
Felix suspiró y pensó por un momento su respuesta. Era un tobogán alto, la gente salía rápido de él. Además, ¿qué problema podría haber? Después de todo sabía nadar a la perfección, solo serían unos segundos en los que tendría que dejar su fobia a un lado. Luego de un instante asintió como respuesta.
    
     
ㅡ Está bien, vamos. ㅡ Volvió a avanzar por una corta distancia mientras Yeji daba pequeños saltos de emoción, lo tomó del brazo he hizo que avanzaran más rápido.
   
     
En la fila para subir Felix consideró en salirse de ella y únicamente ver a Yeji lanzarse por el tobogán, pero, quería disfrutar con alguien ese viaje, seguramente sería la última vez en mucho tiempo que volvería a pisar un balneario pues a nadie de su familia le gustaba ir y formar un plan de una salida al mismo con sus amigos sería imposible que todos consiguieran el permiso de sus padres.
    
     
Tardaron al rededor de quince minutos para poder ingresar, sintió un vacío apoderarse de su estómago, Yeji fue la primera en lanzarse y como último solo escuchó los gritos de emoción correr por el largo del tobogán. Cuando fue su turno de entrar estuvo apunto de arrepentirse pero no lo hizo. En el momento en el que se lanzó solo vio las líneas de unión, la adrenalina recorrió su cuerpo, su corazón latía con tanta fuerza que los latidos resonaban en sus oídos. Supo que iba a salir en cuánto comenzó a ver la luz entrar por el tobogán, cerró los ojos con fuerza y tomó una bocanada de aire esperando el impacto del agua.
    
     
Al caer en piscina abrió los ojos, salió con la respiración agitada buscando a Yeji para quejarse con ella sobre lo mal que lo había pasado. Al dar vuelta notó como una multitud de gente estaba saliendo de la alberca y se centraban en un solo sitio, pudo notar que alguien estaba en el piso con un traje de baño azul con franjas blancas igual al suyo. Dio una vuelva sobre su propio eje siguiendo en busca de Yeji con la mirada, Hoseok se acercó a él.
 
    
ㅡ Felix, ven, dame la mano. ㅡ Estiró ambas manos para el castaño. Estaba del lado contrario en donde parecía que había ocurrido un accidente.
   
     
Felix lo miró confundido, era raro ver a su hyung tan alterado y al notarlo sin pensarlo mucho tomó ambas de sus manos. Hoseok era alguien fuerte, tuvo su suficiente fuerza para sacar a Felix de la piscina de un jalónb considerando que el castaño pesaba al rededor de cincuenta y seis kilogramos, había casi medio metro de distancia entre donde llegaba el agua y la salida de la piscina.
   
     
Hoseok tenía una toalla al rededor del cuello y con esa misma secó el cabello de Felix de manera superficial.
    
     
ㅡ Agacha la mirada, yo te guiaré. ㅡ Dijo antes de tapar el rostro del menor con la misma, lo pegó a su cuerpo y empezó a caminar con rapidez. Podía sentirse lo nervioso que estaba. ㅡ No mires a otro lado, concéntrate en el piso.
   
    
Felix seguía sin entender, no entendía por qué tan repentinamente pasó eso. Su hyung era el único de la academia de baile que sabía sobre sus ataques de pánico y ansiedad, probablemente esa era la razón del porqué estaba actuando de esa manera.
   
     
ㅡ ¿Dónde está Yeji, hyung? ㅡ Felix alzó un poco la mirada hasta ver una parte del rostro de Hoseok.
    
    
ㅡ Ya está en el camión, nos iremos de aquí en este momento. Eras el único que hacía falta para poder irnos. ㅡ Habló guiandolo hasta la salida y el camión en donde viajaban. Dejó que Felix subiera al camión, lo miró y puso ambas de sus manos en los hombros del menor. ㅡ Ve al baño del camión y cámbiate. Esto fue muy repentido y nos tenemos que ir. Iré a hacer unas cosas, no te vayas de aquí.
    
    
Felix se aferró a la toalla que cubría su torso desnudo y cabeza, acató a las órdenes de su hyung. Mientras se cambiaba no pudo evitar verse en el espejo del compacto baño del camión, se veía extrañamente cansado, seguro era porque en esos tres días no había dormido lo suficiente, su piel se veía un poco más pálida de lo habitual y su cabello se veía un tanto opaco. Cuando terminó de cambiarse buscó a Yeji quien estaba en el mismo lugar en el que habían llegado.
     
     
ㅡ Ah, Yeji, aquí estás. ㅡ Felix se estiró un poco para dejar la maleta con su ropa mojada en el compartimento de arriba. ㅡ Pensé que te vería en el camino, ¿Lisa fue la que te trajo? ㅡ Preguntó antes de tomar asiento y abrochar su cinturón de seguridad.
    
     
Yeji se veía apagada, lo miró y no dijo nada. Felix lo miró confundido, le pareció extraño todo lo que estaba pasando. El repentino cambió de humor de Yeji solo hizo que se sintiera un poco incómodo con la situación.
   
   
ㅡ ¿Sabes qué pasó? Tu fuiste la primera en salir, ¿alguien se accidentó? ㅡ El mayor preguntó en un tono bajo.
    
   
La pelinegra una vez más lo único que hizo fue darle una mirada apagada, tenía los ojos inchados, parecía que había llorado. Después de ver a Felix pegó su cabeza contra el cristal de la ventana del camión. El día empezó a ser nublado, soplaba un viento que helaba hasta los huesos aunque no era raro para ser otoño.
    
    
Al notar su reacción, el castaño decidió no volver a preguntar, tomó su teléfono dándose cuenta de la hora 5:45 p.m. Se quedó por un momento viendo la hora, toda la situación lo estaba confundiendo al punto de empezar a sentir un dolor de cabeza leve. Trató de no darle demasiada importancia, se puso sus audífonos y lo último que hizo fue mandarle un mensaje a Minho.
   

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⏰ Última actualización: Dec 27, 2023 ⏰

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