un regalo de la federación

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(perdón por la tardanza. Espero que les guste el capítulo, aunque hasta yo me enrede con algunas cosas. Bueno los dejo con el capítulo y nos vemos en el otro.😘)

Unas horas después de un silencio sepulcral, mientras esperaban a que el felino despertara, Quaquity se levanta de su lado y se acerca a Roier.

.— que fue lo que pasó?— pregunto con seriedad.

.— no se — dijo preocupado.

.— pendejo! Es tu esposo! Como que no sabes.

.— soy su esposo! No su puta sombra! Pendejo!— exclamó levantándose. Al notar que el pato alza levemente la vista, sonríe.

.— y de que mierda te ríes pendejo! Tu esposo está...— al sentir la mano de arácnido en su cabeza queda anonadado.

.— es que estás chiquito.— señaló haciendo notar la diferencia de estaturas de ambos.—Y pensar que muchos te tienen miedo. Por qué no dejas el papel de malo a un lado y haces... Esto. Ayudar como lo haces conmigo?

Quaquity sin pensarlo quita la mano de Roier bruscamente y le mira con seriedad.

.— por qué tú pinche y estúpido esposo no es capaz de escuchar lo que yo digo. Y ni hablar de los demás. Para ellos yo soy el malo. Y... Espera! Co-como?!— dijo sorprendido al darse cuenta que ya no lo confundía con el otro Quaquity.

.— cositas, Cositas Quaquity. Detalles que uno se da cuenta y que son faciles de identificar.

.—... oh... b-bueno. No hablemos más de mí. Ahora dime en qué puedo ayudarte.

.— pues... No sé.— dijo volviendo a sentarse.— no se que le pasó. No sé por qué llegó así. Quiero saber quién le hizo daño.

.— tengo algo que sirve para sanar las heridas internas.

.—...— Roier voltea y le mira.

Quaquity abre su mochila y saca un frasco pequeño con un líquido extraño dentro.

.— lo quieres matar?

.— pendejo! Por qué querría matarlo!!

.— lo sé, tú dime!— exclamó.

Quaquity fruce su entrecejo y con una muca de desagrado voltea su mirada.

.— quiero que me deba una. O más bien tú.— señaló volviendo a mirarle.

.— yo? Por qué?— pregunto el aracnido.

.— por qué necesito un favor de ti. O más bien de lo que te implantaron.

.— ...— una leve sonrisa nerviso se dibuja en el rostro de Roier y desvía su rostro mirando al felino.— entonces solo tengo que darle esto.  Bueno, si es veneno lo tomaré antes y después se lo daré a él. Si yo muero ya no podré hacerte el "favor" que quieres. Y creo que el... Tampoco.

.—(suspiró)... No es veneno. Confía en mí.

.— por qué debería hacerlo?

.— por qué... Por qué tú estúpido esposo trato de matarme!! Al igual que Badboyhalo y Maximus! Así que me lo debes!

.— yo no te debo nada. Yo no estoy ni estuve involucrado en esos atentados hacia ti!

.— y ahora sales con eso... — dijo resignado.— está claro que lo negras. Ahora la pregunta es, por qué debería yo confiar en ti?! Cuando tú y tus estúpido esposo me dejaron morir a manos de esos pendejos!

.— je...— Roier se levanta y se acerca al desesperado pato. Saca su espada y sin previo aviso la clava justo a un costado de su cuello, acorralandolo.— tu no tienes derecho de hablar de traiciones. Que todo esto te pase es por... Tú culpa. No la mía. O puede que si.— dijo dibujando una sonrisa de lado.

 Roier& Cellbit (En Algún Momento Cambiaré El Título)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora