Narra Paula:
Sentía como la gente que estaba a mi alrededor me miraba.
Parecía que no habían visto llorar a una persona nunca.
Respiré profundamente, me sequé las lágrimas, bebí agua y me incliné hacia atrás.
Llegué a la estación, me bajé y mi sorpresa fue, el no encontrarme a nadie que me recibiera. Se me saltan las lágrimas.
Llego a casa y no hay nadie, una nota en el frigorífico dice
¡Hola cariño, bienvenida a casa!
Sé que anoche ninguno de los tres estábamos de humor, así que te pedimos perdón.
Bueno, como habrás visto, no estamos en casa y desgraciadamente no llegaremos hasta dentro de unos días, aún no sabemos cuánto, debido a los cambios radicales que le hacen a tu padre en el trabajo, ahora mismo nos encontramos en Barcelona. He comprado comida para una semana por lo menos y te he dejado dinero en tu mesita de noche, por si lo necesitas.
Por cierto esta tarde irá a casa la tía Ana para darte una sorpresa de toda la familia, por tu cumple.
Un beso.
Mamá.
Me parece estupendo, ¿más motivos para estar sola? Digo al terminar de leer la carta.
Voy al cuarto de baño y me encierro en él.
Unas ganas inmensas de llorar, me invaden.Mi vida no podía seguir así, basta ya de tanto sufrir, basta de tanto llorar, sólo quiero ser feliz como lo era hace unos meses, quiero disfrutar de mi juventud como me merezco, no pensando todo el día en los problemas que me ocurren por minuto, quiero dejar de mirar el móvil a cada instante esperando un mensaje que no llegará, quiero olvidarme de todo, quiero...quiero volver al pasado y evitar todo esto, eso es lo que realmente quiero.Noto como mi vida se va desmoronando poco a poco, miles de recuerdos vienen a mi cabeza, recuerdo lo feliz que era a su lado, como la simple casualidad de verlo en YouTube y enamorarme de su voz llegó al punto de enamorarme de él, recuerdo sus besos, sus abrazos, sus caricias, sus mensajes, sus manos recorriendo mi pelo, sus ojos con esa mirada tan especial que reflejaba su estado de ánimo...Uf, digo en un suspiro.Son tantos los recuerdos...Quiero llorar, pero.Tranquila, no vas a llorar, eres fuerte. Me dice mi subconsciente.Salgo del cuarto de baño y me dirijo a mi habitación, lo primero que me encuentro es la rosa que me regaló Pablo, está marchita.Como nuestra relación, dije mientras la miraba.Intenté ignorarla porque sabía que volver a recordar ese momento me haría llorar.*Ding, dong*Quién será, digo resoplando.Abro la puerta, es mi tía, me da un fuerte abrazo y me da un regalo muy grande, lo abro y es un cachorro blanco parecido a un Golden Retriever- Qué ¿te gusta?+ Claro que sí sabíais que estaba deseando tener un perro- Me alegro cielo, bueno me voy ya que tengo que recoger a tu prima.9:00 p.m:
Vaya tarde más aburrida, pero a la vez ajetreada, esto de que me regalen un perro no es buena idea ¡no está quieto ni un segundo!
Vale ni siquiera me llama para salir ni viene a verme, se nota las ganas que tiene de estar conmigo ¿no decía que me echaba de menos? Pues no lo parece...
Cojo el teléfono y llamo a una amiga que llevaba mucho sin ver, ya que nadie quiere verme o eso parece, me buscaré la vida.
*Pi pi pi*
- ¡Hola Paula!.- dice muy efusiva
+ Hola Carla
- ¿Qué tal estás? Cuánto tiempo llevaba sin hablar contigo, por cierto estás super perdida ¿qué es de tí?
+ Jajaja, bueno la verdad que si estoy un poco perdida, pero si quieres esta noche quedamos y te cuento
- ¡Vale! Si quieres vamos a cenar y después nos vamos con mis amigos, ya que esta noche íbamos de fiesta
+ ¡Genial! A las 10 nos vemos
Cuelgo el teléfono y subo a arreglarme.
Qué difícil es esto de elegir ropa para una mujer, aunque a Pablo también le costaba mucho pero verdaderamente con todo estaba guapo. En fin, no me saco a Pablo ni un segundo de mi cabeza. Finalmente escojo un bonito vestido con flores, lo dejo en la cama y me voy al cuarto de baño a pintarme.
Al regresar, algo me pone de muy mal humor, y es encontrarme al perro encima de la cama, pero, ¡no puede ser! se ha hecho pis en mi vestido. Cojo al perro súper indignada y le suelto un sermón, aunque no me entienda, pero a ver si aprende de una vez a no hacerse pis donde no debe. Cojo el vestido y lo lavo, la secadora fue mi salvación y me hizo llegar a tiempo.
Narra Pablo:
10:00 p.m.
Después de una tarde llena de películas malas de miedo en la que la sangre se nota perfectamente que es ketchup y comiendo palomitas de chocolate, para ponerme gordo, tenía ganas de salir por Málaga, pero no una salida para dar una vuelta por el paseo marítimo, si no una salida con amigos que finalmente acaba en fiesta.
Después de hablar con ellos, como no, sabía que iban a querer, asi que me arreglé y me fuí.
Pasamos una noche de lo más entretenida, me preguntaron por Paula y quise dejar el tema aunque luego les acabé contando lo que me pasó con la chica del autobús, mis amigos, como no, me dijeron que tenía que haberle seguido el rollo, pero realmente, yo no soy así, no me gusta aprovecharme de nadie y menos de esa chica a la que sólo conocía de unas horas.
La verdad, es que mi cabeza no paraba de pensar en Paula.
Narra Paula:
Al terminar de cenar, quedamos con los amigos de Carla para ir a la discoteca, hacía tanto tiempo que quería disfrutar como lo estaba haciendo ahora mismo.
Los amigos de Carla eran súper simpáticos y la verdad que había uno bastante guapo, se llamaba Javier, aunque todo el mundo le decía Javi, era moreno y tenía los ojos verdes, aunque lo que más me atraía de él era su sonrisa.
Fuimos a la discoteca y todo empezó, no me lo podía estar pasando mejor, incluso Javi se acercó a mi y empezamos a bailar juntos, todos se quedaron sorprendidos porque al parecer él nunca bailaba y la primera vez que bailó fue conmigo, Carla me echaba miraditas y hasta hubo un momento en el que me agarró del brazo y me dijo, 'te aseguro que a Javi lo tienes loquito'. Por ese momento, la verdad es que no quería nada con ningún chico, ya había pasado bastante, sólo quería disfrutar y vivir un poco la vida que ya iba siendo hora.
A la vez que me estaba divirtiendo, había un chico que no paraba de mirarme y de pasar al lado mío continuamente, estaba un poco asustada porque no era normal la forma como me miraba, pero aún así seguí a lo mío, porque Javi no paraba de bailar conmigo, y la verdad, me reí muchísimo con él porque sus tonterías eran únicas, pero mi diversión llegó a su fin, cuando ví pasar al lado mío a un amigo de Pablo, me fuí rápidamente hacia el baño, pero me equivoqué y me metí en una habitación que estaba completamente oscura, intenté salir pero cuando encontré la manivela de la puerta, ya era tarde, no podía salir de ahí, estaba completamente encerrada. De repente noto unas manos por mi cintura, suben hacia arriba y grito, pero nadie me oye, hay muchísima gente en la discoteca y la música esta a todo volumen, me tapan la boca con la mano, tengo miedo, mucho miedo.
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Persiguiendo un sueño llamado éxtasis
RomancePaula, una chica malagueña de 20 años, decide abrir Youtube, con la gran sorpresa de encontrar a un chico, con una voz maravillosa, de la cual se hace fanática. También disponible en Blogger.