capitulo 3. Bienvenidos al barrio

35 5 0
                                    

Malcolm

Me he decidido poner una camiseta de manga larga color gris y unos pantalones negros. Hoy no hace tanto frio como estos últimos días así que decido no coger chaqueta, por el contrario, Olivia si llevará una chaqueta tejana. Salimos de casa para dirigirnos al alboroto que se escucha cerca, en casa de nuestros vecinos, los Bardott.
Llamamos a la puerta y Flora nos abre, muy contenta de que Olivia haya llegado, nos deja pasar y me indica que los adultos están en el jardín trasero así que me dirijo con tranquilidad al exterior y en cuanto pongo un pie fuera varios ojos se clavan en mí. La señora Bardott está agarrando el brazo de un hombre orondo, medio calvo y al menos diez años mayor que ella. Su marido. Menuda lástima, espero no llegar nunca a estar así. Cuando la mujer me ve me hace un gesto para que me acerque y le hago caso, sonriéndole.

-Malcolm Stone, te presento a mi maravillo esposo, Edward.

-Encantado - me da la mano y yo la aprieto con fuerza. - Buen apretón. Dime Malcolm, - se queda mirando mi cuello tatuado y baja hasta mis manos también- ¿a qué te dedicas? ¿Artista?

-A veces pinto, pero no se me da muy bien - le sonrío - en realidad tengo varios clubes. Me va más lo nocturno y el vicio.

Edward y Audrey ríen mi gracia, aunque lo digo totalmente en serio. Algunos vecinos más se están acercando a nuestra conversación, atentos a mis palabras y para ver al "nuevo".

-¿Entonces estudiaste empresariales?

-Pues no. En realidad, me decanté por la jurisprudencia. Soy notario.

-Vaya... eso no me lo esperaba. - comenta Audrey de manera genuina, atrayendo la mirada de su esposo.

-Si, impresionante. ¿Cuántos años eran de estudios? ¿Ocho o diez? Te ves muy joven para ser notario.

-Más o menos, pero me lo saqué en seis. - sonrío, el hombre está impresionado.

No tardo mucho en enterarme que el señor Bardott es juez. Así que comentamos cuatro cosas más del tema, hasta que finalmente me presenta a algunos de nuestros vecinos y vecinas mientras me sirve unas hamburguesas a la parrilla.

Mientras todo el mundo está fuera pasándoselo bien decido entrar para ir al baño. Al salir observo que, en la cocina, la cual tiene vistas a la fiesta, la señora Bardott está fregando platos y vasos sin percatarse de mi presencia mientras mira absorta por la ventana. En un momento dado la esponja llena de jabón se resbala de sus manos cayendo al suelo. Solo le ha dado tiempo a mirar hacia abajo cuando yo ya he llegado hasta ella, agachándome a su lado y agarrando la esponja. Estamos en silencio, mirándonos el uno al otro. Audrey lleva otro de esos vestidos de estilo de los cincuenta, largo hasta las rodillas. Pongo mi mano derecha sobre su pantorrilla y comienzo a subirla poco a poco. Quizá esperaba un grito, quizá que solo se mosquease y me hiciera quitar la mano, pero no ocurre nada de eso. Ella sigue mirándome con la boca entreabierta mientras comienzo a ponerme en pie, subiendo mi mano por el interior de su pierna, hasta que acabo rozando el final de su muslo y principio de su trasero, sin quitar la mano. Le acerco la esponja hasta tenerla frente a su cara, estrujándola y haciendo que caiga un poco de agua con jabón.

-Se te ha caído esto, Audrey - le digo al oído, dejando que note mi Aliento.

La mujer respira profundamente mientras mi mano derecha decide meterse entre sus muslos, me coloco tras ella y rozo mi cadera. La mujer se apoya en el fregadero con ambas manos y mira por la ventana, donde los invitados y su marido se encuentran ajenos a todo. Decido rozar un dedo entre sus piernas cuando noto que las entreabre un poco, dispuesta a dejarme hacer y disfrutar. Sé que esto es excitante, especialmente para una ama de casa aburrida y posiblemente falta de sexo. Pero tras notar como se humedece con mi roce aparto la mano, dejándola con ganas. Escucho como ella acaba en un suspiro mientras decido alejarme dándole la espalda. Como ya le dije a Olivia, solo me gusta jugar, y que pase lo que tenga que pasar.

I'm not a fuck boy ( no soy un fuck boy) #Stone2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora