Capítulo 7. Invitada de fin de semana

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Malcolm

El fin de semana de la fiesta ha llegado. Olivia y Raven me prometieron que no irían. He pensado que la ninfa puede ser una buena compañía para mi hermana, sobre todo porque yo me pasaré el fin de semana trabajando. Así pues, hacia las cinco de la tarde del sábado llega Raven con una bolsa al hombro, la misma que tenía la última vez, con ese pequeño murciélago colgando. La saludo como si nada y dejo a las chicas a solas.
Hemos preparado por fin el cuarto de invitados, así Raven tendrá un cuarto para dormir esta noche. Les preparo cuatro cosas para picar mientras ven alguna película y les dejo la cena lista. Mientras estoy preparando las verduras noto una presencia detrás mío y me giro para ver a la niña con una sonrisa tímida en su cara.

-¡Joder! - suelto el cuchillo sobre la tabla de cortar - me he cortado...

Raven se acerca preocupada y coge mi dedo entre los suyos. Automáticamente, sin decir palabra mete mi dedo en su boca y chupa. La molestia del corte desaparece completamente y me veo abriendo la boca ante tal visión. Ella alza la vista a mis ojos y cuando se da cuenta de lo que está haciendo aparta sus labios de mi dedo, se tapa con una de sus manos la boca y me pide perdón.

-Tranquila - miro mi dedo y el pequeño corte.

-¿Qué pasa? - escucho la voz de Olivia.

Raven vuelve a estar colorada, parece que se pase la vida con ese color en la cara. Le sonrío.

-Tranquila hermanita, Raven me despistó y corte el dedo en lugar de las verduras.

-Voy a por una tirita - dice corriendo hacia el baño.

Me acerco a la cara de la ninfa frente a mí. Ha vuelto a bajar la mirada y me parece de lo más adorable. Coloco mi boca a la altura de su oído.

-No pasa nada, ninfa, ya me compensaras esto luego.

-¿Ninfa? ¿Compensarte? - se aparta de mi un poco.

Me observa aún más colorada que antes por culpa de mis palabras. Yo sonrío de oreja a oreja mostrando mi hoyuelo. Olivia no tarda nada en venir y ponerme una tirita. El corte no es profundo, solo fue un pequeño despiste.
Como algo con las chicas mientras ellas hablan un poco sobre lo que quieren ver esta noche y por qué. Bueno en realidad la que más habla es Olivia mientras Raven escucha atentamente. Me voy al piso de arriba y las dejo solas, he de arreglarme. Me pongo una camisa negra y unos pantalones del mismo color. Coloco en el cuello una corbata de un tono más oscuro. Me despido de las chicas que están en el comedor y me dirijo a uno de mis locales.

Habitualmente solía pasar los sábados en el Senses, ya que solo abría los fines de semana, por el contrario, los clubes de intercambio que regentaba estaban abiertos todos los días a excepción de los miércoles. Así que me monto en uno de mis coches y me dirijo hasta allí. El lugar está desierto cuando aparco en el exterior. Abro la puerta y encuentro el sitio vacío y silencioso, solo han llegado algunos trabajadores, que preparan el inventario y repasan que todo esté de forma correcta. Doy algunas directrices y comento cuatro cosas con los de seguridad, no puedo permitir que pase lo de la última vez así que vuelvo a recordárselo.

Bien entrada la noche el local está lleno hasta los topes. Tenemos una gran variedad de estilos y selección musical. Cada sábado contábamos con un DJ residente, además de algunos invitados. Me encantaba todo lo que tenía que ver con la fiesta, la conexión con la gente, la música, saber que solo existe ese instante, que estás viviendo ese momento, la experiencia y la sintonía. Me quedo observando desde arriba la sala llena, las escenas de baile y euforia. Acerco mi copa de nuevo a mis labios mientras la mano de ella me toca el trasero. No sé bien porque, pero no estoy de humor para el tema, y se lo digo.

I'm not a fuck boy ( no soy un fuck boy) #Stone2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora