capítulo 17. Invitación a comer

27 5 1
                                    


Raven ⚠️

Pasan varios días desde que Malcolm me llamó exigiendo que Olivia se quedase en mi casa, o más bien lo pidiese por favor, pero aun así sonaba a exigencia. No sé qué pasó, él aún no me ha contestado a los mensajes y realmente yo no he ido detrás suyo para buscar respuestas, pero tengo ganas de saber que ocurre. La verdad es que hemos hablado relativamente poco o nada. Algún saludo de paso cuando voy a su casa, que por cierto está empezando a parecer una fortaleza. Sea lo que sea que ha pasado la seguridad en su hogar parece que ha empezado a preocuparle. Y yo parezco idiota, sobre todo porque solo una sonrisa suya, que le daría a cualquier chica, me hace sentir que soy como una especie de canido, moviendo la cola y pidiendo migajas, esperando otra sonrisa para que me regale. Pero no puedo evitarlo.

Estos días la temperatura está subiendo y, como no, vuelvo a estar en el barrio de Olivia, concretamente en su piscina, junto a Sara y Flora. Se están poniendo por todas partes bronceador, ese de zanahoria, para que cojan con rapidez un tono dorado en su piel. Yo por mi parte estoy bajo una sombrilla y sobre una tumbona de tela blanca.

-¿Tu hermano está en casa? - pregunta Sara.

-Si, estaba durmiendo, no creo que tarde en levantarse. - responde Olivia apoyada en el borde de la piscina.

Sara, descaradamente, se coloca el bikini blanco para que solo le tape lo justo y necesario, quedándose como una maldita estatua sobre la tumbona. Pongo los ojos en blanco por lo que sé que intenta hacer. Flora por su parte se mete en el agua para refrescarse y se coloca junto a Olivia para charlar. Yo sigo con mi libro en la mano y lo leo con tranquilidad.

-¿Oye, Raven, has sabido algo más de James? Sinceramente no entiendo por qué le dejaste, con lo guapo que es...- comenta Flora.

-¿Seguro que ni te lo follaste? - continúa Sara.

-Pues no, ¿vale? - gruño - Os agradecería no hablar de él.

-Oh... tranquila, no hace falta que te pongas tan borde. Solo digo que estaba muy bueno y no has sabido aprovecharlo.

-Puede que para vosotras la primera vez os importe un pimiento, pero no a mí. Yo quiero que sea algo bonito y especial.

-Oooh... - hace Sara como una especie de suspiro - Al menos habrás practicado sexo oral, ¿no? ¿O tampoco sabes chuparla como es debido? - comienzan a reír.

Doy la conversación por terminada tras resoplar y soltar un poco de insultos en el interior de mi mente, no pienso contestar a eso. En todo ese tiempo Sara no se ha movido un ápice, y entonces me doy cuenta de que ha aparecido Malcolm en pantalón corto y cubierto de esos tatuajes. Intento no mirarlo, estoy segura de que me escuchó confesar que aún soy virgen, pero es inevitable, acabo moviendo mis ojos hacia él mientras intento leer la misma frase en mi libro una y otra vez, sin acabar de entender nada de lo que leo. Él sabe bien que no me acosté con James, pero no es lo mismo que gritarlo a los cuatro vientos a tus amigas y que encima él esté por ahí atrás escuchándolo todo. Él solo se asoma con una taza entre sus manos y nos observa. Frustrada, cierro de golpe las páginas, y me levanto de la tumbona, decidida a meterme de golpe en el agua y enfriar un poco mis pensamientos y mi cabreo con las dos chicas. Salto en bomba y parte del agua de la piscina cae sobre Sara, que pega un grito. Al estar todo ese tiempo bajo el sol el cambio de temperatura con el agua fría de la piscina hizo que al fin se moviera del sitio. No puedo evitar reírme un poco bajo el agua mientras se queja. La risa de Malcolm, que contempla la escena, hace que la cara de Sara se vuelva roja como un cangrejo. La chica termina dándose la vuelta en la tumbona y mostrando un bikini que casi se esconde entre sus perfectas nalgas. Malcolm deja de reír y la observa mientras a mí me sube un calor por todo el cuerpo.
¿Me estoy sintiendo celosa?
Él puede mirar a cualquier chica o mujer, pero me está sentando como una patada en el culo que se quede mirando el perfecto cuerpo de Sara frente a mí.
Envidia.
Eso siento también. Soy más baja que Sara, además de que mi culo es bastante más plano que el suyo y tampoco tengo tanto pecho. A mi lado ella es preciosa y que se ponga bikinis diminutos no ayuda en nada, aunque yo llevo un triquini que tampoco es para tanto y solo deja ver un poco mi ombligo, de color negro por supuesto.

I'm not a fuck boy ( no soy un fuck boy) #Stone2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora