La brillante luna resplandecía hermosamente sobre el gran imperio de Astoria, alumbrando el camino de los forajidos que se sienten perdidos en este oscuro mundo, donde solo los privilegiados tenían salvación y perdón de sus pecado; pero como todos, la luna tambien tenía sus preferidos, por lo cual, ella brillaba con intensidad en un punto en concreto.
El castillo de Peonía, regaló que le entrego el emperador de Astoria a su persona más amada, pero que más tarde, moriría a manos de humanos codiciosos que querían poder y riquezas.
La luna brillaba con vigor en una de las aposentos de este hermoso castillo, adentrándose por unos de los grandes ventanales de la habitación, reflejando el rostro de las personas que se encontraban allí.
"El imperio de Astoria por fin ha sido liberado de la opresión de Ophilia. La guerra a terminado, las muertes no seguirán, los jóvenes pueden vivir su vida sin miedo a luchar. Hemos salido victoriosos, y todo gracias a ti, Liam."
Sentado en un sillón que le daba la espalda al ventanal de la habitación, Liam le sonrió suavemente, con la cabeza recostada sobre la palma de su mano.
"No sea modesto, su alteza. Usted contribuyó con la moral de los soldados, además, si no fuera por usted, aquella flecha hubiera atravesado mi corazón. Le agradezco por cubrirme en aquel entonces."
Leivs le devolvió la sonrisa, mientras se dirigía a una de las mesas de la habitación y tomaba una botella de vino y dos copa de vidrio.
"Bien, ya que ambos contribuimos en esta victoria, ¿Por qué no brindamos juntos? "
Liam simplemente asintió ligeramente ante la sugerencia, y con eso, Leivs empezó a llenar ambas copas hasta la mitad del líquido de color rojizo.
La sonrisa seguía presente en su rostro, pero sus manos temblaron ligeramente en cuanto agarró el tallo de ambas copas de cristal.
A pasos lentos, empezó a encaminarse hacia Liam, para luego entregarle la copa llena de vino.
Liam la tomó, rozando sutilmente sus dedos con los de Leivs, e inclinando su cabeza como signo de agradecimiento.
"Brindemos por la anhelada paz que el imperio por fin a conseguido después de 100 largos años en guerra. " Leivs alzó su copa, mientras decía aquellas palabras, siendo acompañado por Liam.
El tintineo de las copas al chocar resonó por toda la habitación.
Antes de llevarse la copa a los labios, Liam apreció por unos segundos el líquido escarlata, luego alzó la mirada hacia Leivs, y su sonrisa se ensanchó aún más.
"¿Sabe? Desde pequeño, siempre había querido salvar a las personas del Imperio de la tirania de los de Ophilia..." Su voz se escuchaba baja y melancólica, moviéndo el líquido que contenía la copa en círculos.
Leivs lo miró curioso.
"Pero mientras lo fui conociendo... Esos ideales fueron cambiando poco a poco, y con el tiempo, los demás ya no me importaban y empecé a querer proteger a una sola persona..."
"¿Tú... Ahora de que estás
hablando?... " Preguntó confundido, no logrando comprender las palabras de Liam"No importa, no tiene que entender... Pero... me gustaría saber... Alguna vez... ¿Su alteza me amó?..." El movimiento que empleaba sobre la copa se detuvo, y miró fijamente a Leivs "O todas esas noches... Fueron un simple juego para usted..."
Los ojos de Leivs se abrieron en par ante la repentina pregunta, viendo los ojos de Liam y la gran sonrisa en sus labios, y devolvió su vista hacia su copa, tratando a la vez de sonreírle.
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𝖉𝖔𝖓𝖉𝖊 𝖖𝖚𝖊𝖉𝖆 𝖓𝖚𝖊𝖘𝖙𝖗𝖔 𝖋𝖎𝖓𝖆𝖑 𝖋𝖊𝖑𝖎𝖟
Short StorySolo dimelo una vez, sólo dime que alguna vez me amaste y que todo lo demás fue una farsa, dime que no solo yo me ilusione, dime que no fui el único que vi un futuro junto a tu lado, solo quiero saber... ¿Alguna vez me amaste?