𝐅𝐄𝐕𝐄𝐑 𝐃𝐑𝐄𝐀𝐌 | 𝑇𝑜𝑚 𝐾𝑎𝑢𝑙𝑖𝑡𝑧.

THREE.

　
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Chi sta bene con sè, sta bene con tutti.
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— ¿Y qué planeabas exactamente después de encontrarnos? ¿Acaso le pondrás los cuernos a tu nuevo noviecito? Parece un buen chico, que pena. — Tom sonrió con presunta burla.

·˚ ༘₊· ͟͟͞͞꒰➳ Más quisieras Kaulitz, me las vas a pagar.

— ¿Y qué si así lo quise? ¿Acaso no me extrañas Tommy? — La fémina se burló acortando la distancia que los separaba, colocó sus brazos sobre los hombros del contrario para después rodearlo por su cuello.

— Por alguna extraña razón, no me fio ni un pelo mona. — Tom le guiño un ojo para después apartarla de si y tomarla esta vez por el mentón, de forma firme, ladeo su cabeza a un lado y después al otro. Era muy hermosa pero también muy astuta.

— No me digas que no me crees Tommy, yo que planeé todo esto para que nos pudiésemos reencontrar. — Hizo un pequeño berrinche para así aprovechar dándole un beso que lo dejó descolocado.

El azabache envolvió su cintura con coquetería para después apretarla fuertemente haciéndola soltar un pequeño quejido de dolor.

— Maldito. — La ceniza profirió con molestia.

— Ahora nos empezamos a conocer mona, muestrame tu verdadera forma, conmigo no te sirven las muestras de afecto. No podrás manipularme como a todo ese ganado tuyo, ni aunque así lo quisieras. — Dijo negando con una mirada pícara, pero después continuó. — Sin embargo, admiro tu forma de planificarlo todo, incluso metiste a la pelirroja en todo esto sabiendo que así mi hermano sufriría. Que rastrero de tu parte cielo.

— Tks, ese no es mi problema. Tu hermano es demasiado bobo. — Se encogió de hombros con burla.

— Quizás sea así, pero bien sabes que él es una buena persona y que pague el pato de otro es muy, muy, muy malvado de tu parte. Tanto ese chico como mi hermano, pobres, si realmente supieran con quienes dos se están metiendo. — Hizo una mueca de pena, luego vireó sus ojos.

— ¿Y eso a ti qué te importa? No me digas que acaso te preocupa tu hermano. Oww si aún Tomcito tiene sentimientos, no es todo hielo. — Dijo mirándolo con asco.

— Más quisieras muñeca. ¡Oh! Mira, que por ahí llegan los chicos, ten cuidado no vaya a ser que mi hermano descubra que su chica le es infiel. A menos que eso sea lo que pretendiérais, aunque eso sería muy estúpido de vuestra parte ya que de esa forma no te podrías vengar como lo habíais planeado, sería un venganza corta y yo te veo más de las largas y duraderas. — El ojiónix se mofó con diversión.

Christina lo miró con enojo, odiaba que el azabache siempre fuese un paso por delante de ella.
Ese maldito.

— Iré a buscar a Robyn, así que cuidado con las palabras que seleccionas Kaulitz, no me quieras ver cabreada. — Alzó su mentón con determinación y salió en busca de su mejor amiga.

Una vez que Christina la encontró, usando su teléfono móvil claro está, la miró con vacile.

— ¿No crees que se te nota un poquito? — Se burló viendo como su labial se había corrido.

— ¿Qué dices? — La pelirroja pasó su mirada por el espejo y se carcajeó. — Maldito Andrew, lo hizo a propósito. — Chasqueo su lengua y se limpió el labial para después renovarlo limpiamente. — Lista, ¿vamos amor?

— Vamos boba. — La rubia pasó su brazo por sobre el cuello de la ojihazel y la atrajo hacia si. — Sabes que pronto será la cena de Navidad y planeé algo para la fiesta. Será pura diversión.

— Ya quiero saber los detalles bebé. — Sonrió y caminaron de vuelta hacia el lugar de los chicos, su novio Bill se encontraba sosteniendo una bandeja con palomitas de diferentes sabores y bebidas, la miraba con tanta dulzura. En realidad le causaba pena, era un buen chico.

— Cariño, no sabía cuales te apetecerían así que compré de diferentes sabores. — El azabache la miró apenado, un gran sonrojo cubría sus mejillas.

— Es muy atento. — Axl lo miró con pena, luego volvió su vista al cenizo, rodeó su cintura con su brazo y se acercó a su oído. — Ten cuidado con Tom, tu chica lo sigue viendo y no precisamente como a un enemigo u amigo.

— Axl... — Kurt suspiró pero después asintió y se soltó de su agarre para acercarse a la fémina. — Toma, ¿querías golosinas no? — Alzó una ceja y le tendió la bolsa con diferentes surtidos.

— Gracias amor. — La fémina besó los labios de su apuesto novio, Kurt Cobain era el perfecto novio que nunca tuvo.

Pero ella quería a Tom, era de ideas fijas.

— Gracias Billy. — Robyn acarició la mejilla de su chico y dejó un beso sobre esta misma, después llevó una de las palomitas hacia sus belfos saboreándola.

— De nada. — El ojiónix suspiró derritiendose ante su contacto.

— ¿Vamos? Demasiadas muestras de amor por hoy. — El Kaulitz menor se burló mientras pasaba su brazo alrededor del cuello del ojioceánico azabache.

— Concuerdo. — Andy asintió mirando con una sonrisa astuta al muchacho, se habían caído bien. Demasiado, Tom le había advertido sobre la fémina que lo volvía loco. No debía fiarse demasiado de la pelirroja.

Quizás ya fuera hora de darles una lección.

— Claro. — Robyn y Christina compartieron una mirada cómplice, era raro que Biersack y el Kaulitz menor se llevarán tan bien de pronto.

Después de la película decidieron continuar la fiesta en la casa de los gemelos.
Christina llevaba una botella de whisky bajo su brazo, mientras que Robyn portaba bizcochitos de dudosa procedencia, parecían portar en su interior marihuana natural como su principal ingrediente.

Habían invitado a unos amigos más, habían invitado a Damiano, Victoria, Thomas e Ethan.

— ¡QUE EMPIECE LA FIESTA! — La rubia ojiazul destapó la botella de champagne.

— ¡WUUUUUH! — Gritaron todos.

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