EIGHT.

21 3 60
                                    


⋅•⋅⊰∙∘☽༓☾∘∙⊱⋅•⋅
 

 

Che asperttar puote, viene a cio che vuole.
˚˙༓࿇༓˙˚˙༓࿇༓˙˚˙༓࿇༓˙˚
 

 

— ¿Qué piensas de ese tal HunterCrash? — Robyn la observó.

— Pienso qué... — La ceniza se detuvo un momento a pensarlo. — No sé, solo sé que tiene algo que me atrae. — Se encogió de hombros.

— Normal, solo hacia falta ver como te miraba a través de esa máscara. Tiene unos ojos muy penetrantes, ¿verdad? — La pelirroja le hizo señales, sonriendo con burla.

— Ush, cierra el pico. Ni siquiera sabemos quien es, o si es atractivo. Quizás y solo sea un viejo ochenton. — Dijo con burla.

— Ya claro, con tremendo porte que llevaba y va a ser un viejo ochenton, por lo que puedo decir no era mucho mayor que nosotras y tenía unos brazos fuertes y era muyyyyy atractivo. — Dijo burlándose de la ojiesmeralda.

— Si parece que te gustó más a ti que a mí. — La ceniza sonrió.

— Nah, lo hago para molestarte. Os mirasteis de una manera tan profunda que parecía que os queríais comer allí mismo. — Se relamió los labios.

Robyn se sentó sobre la cama de su amiga, abrazando uno de sus peluches, Pedrito el tiburón.

— ¿Qué le haces a Pedrito? — Christina se burló al ver como la ojihazel apachurraba al peluche.

— Le doy mimos, obviamente. — Sonrió.

— Ash, bueno vamos a comer. ¿Va? — Se levantó y tiró del brazo de su amiga la cual portaba al peluche sin intención de soltarlo, pero escucharon el sonido del timbre por lo que se miraron con duda.

— ¿Quién será? No esperabamos a nadie. — Robyn la observó, luego dejó a Pedrito sobre el sofá y tomó una sartén escondiéndose detrás de la puerta. — Tú abres y yo le pego. — Susurró.

— No creo que sea un psicópata, pero por si acaso llevo un tenedor bajo la manga. — Sonrió entre murmuros y abrió la puerta. — ¿Bill? — Abrió sus párpados con gran asombro.

— Christina. — Sonrió el azabache.

— ¿BILL? — La pelirroja salió de detrás de la puerta con la sartén en alto, mirándolo de forma fija y sorpresiva.

— Hola Robyn. — El ojiónix sonrió al ver a la fémina, luego negó con diversión al notar que no habían cambiado sus maneras de actuar, y sobre todo por la sartén que lo apuntaba.

— ¿Qué haces aquí? — La ojiesmeralda se cruzó de brazos.

— He venido para saber si Tom se ha puesto en contacto contigo en este último tiempo. Ha desaparecido. — El azabache suspiró. — Hace unos días que no sé nada de él.

— No se nada de ese imbécil. — La ceniza bufó.

— Por favor, si llega a ponerse en contacto contigo llámame a este número. — Dijo con una pequeña sonrisa. — Estoy preocupado. — Le extendió la tarjeta y después posó su mirada sobre la otra fémina por última vez.

Para después darse la vuelta al marcharse, salió del departamento mientras que la ceniza cerraba la puerta.

— ¿No irás a hablar con él? — Christina la observó, su mejor amiga se veía indecisa. — Quizás te sorprenda. — Se encogió.

— Mhg. — La pelirroja suspiró, en nada y menos se habría marchado, así que tomó un abrigo y se lo colocó para taparse el pijama de gatitos y darle una última mirada. — Me llevo el móvil, si pasa cualquier cosa llámame. — Le dio un beso sobre la mejilla y salió corriendo escaleras abajo.

𝐅𝐄𝐕𝐄𝐑 𝐃𝐑𝐄𝐀𝐌 | 𝑇𝑜𝑚 𝐾𝑎𝑢𝑙𝑖𝑡𝑧.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora