⚽ Capítulo dos ⚽

22.2K 1.2K 192
                                    

Olivia

Si alguien me hubiese dicho que hoy estaría sentada en el capó de mi auto, con el corazón roto porque la persona que consideraba el amor de mi vida me había dejado y que estaría siendo consolada por el futbolista más importante actualmente, juro que no me lo habría creído.

Pero aquí estaba, con el corazón partido, sintiendo como se me congelaba el cuerpo por el frío de la noche y mirando los autos pasar a velocidades nada apropiadas para las calles de un barrio privado.

Y él... él estaba ahí, tiritando de frío y con el cabello desordenado, pero estaba a mi lado a pesar de no conocerme.

—¿No tienes cosas más importantes que hacer? —pregunté mirándolo de reojo y volviendo a fijar mi mirada en cualquier otro lugar lejano a él.

—¿A parte de ir a casa y encerrarme en mi habitación a ver alguna serie sin sentido en Netflix o dormir hasta la hora del entreno? —preguntó él esta vez y yo me voltee para observarlo— La verdad es que no, no tengo otra cosa más importante que hacer. 

Afirmé con mi cabeza y dejé escapar un suspiro antes de cruzar mis brazos y fijar nuevamente mi atención en la calle y en los autos que circulaban por ella. 

—Hay que ser muy estúpido para tomar una decisión así. —me volví hacia él y lo vi cruzar sus brazos— Mira que no te conozco de nada, pero por lo que te escuché decirle, asumo que eres ese tipo de chica que todo hombre quiere a su lado. —reí.

—Pues al parecer el no. —contesté e instintivamente bajé mi mirada cuando mis ojos comenzaron a picar de nuevo.

—Él es un pelotudo. 

—Un pelotudo que no me quiere. 

—Escucha em... ¿cuál es tu nombre?

—Olivia... Olivia Ramírez. 

—Bien, Oli Ramírez ¿por qué una chica como vos, linda e hincha de uno de los clubes más grandes de Argentina llora por un jugador de un club que no ha podido ganar ninguno de los últimos siete partidos que ha jugado? —no supe si era por la expresión de su rostro o por su forma de hablar, pero me fue inevitable reír cuando lo oí decir aquello. 

—No lo sé. Supongo que no puedo evitar ser ridícula algunas veces.

—Yo creo que deberías cerrarle la boca de una sola vez. —a diferencia de hace un par de segundos, su expresión ya no lucía divertida. Esta vez se notaba que hablaba en serio. 

—Debería, pero no sé de qué modo podría hacerlo. —dije y él se acercó un poco más hacia mí.

—Haciendo que se trague sus propias palabras. —lo miré siendo casi incapaz de entender lo que decía y él sonrió antes de proceder a explicarme— Deberías demostrarle que es él quien no está a tu nivel.

De inmediato, toda la conversación que tuve con Tomás llegó a mi mente y me golpeó como un balde de agua helada. Su voz diciéndome que yo no estaba a su nivel hizo eco en mi cabeza y yo me obligué a no llorar, al menos no de nuevo frente a Luca.

—No puedo, no se me ocurre una manera de hacerlo. —dije en voz baja, intentando que no se notara que estaba a punto de llorar. 

Superclásico [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora