Luca
Siempre supe que mi apariencia física era más adorable que intimidante, aunque dentro de la cancha mis rivales decían lo contrario. El caso es que, en mi vida cotidiana, la gente solía percibirme cómo alguien inofensivo.
¿Lo era? Si. Pero a veces no me gustaba que siempre me tuvieran como el bueno del cuento, porque la mayoría de las veces asumían que podían pasarme por encima y que yo no les diría nada.
Muchas veces había intentado cambian esa percepción que la gente tenía de mi, pero cada vez que lo intenté, la gente reaccionaba como si hubiese cometido algún crimen, cuando la realidad era que solo les había dicho que no.
—¿Quinientos mil? —asentí. Olivia me miraba con una expresión entre molesta y sorprendida— ¿Quinientos mil pesos? —volví a asentir y ella resopló antes de salir del auto.
—¿A dónde vas? —pregunté cuando la ví caminar en dirección al taller— Olivia.
—No te pueden cobrar quinientos mil pesos por una cagada así, Luca. —se quejó volteando a verme— Te están viendo la cara de pelotudo.
—Pero es lo que me saben cobrar siempre. —expliqué y observé como se pellizcaba el entrecejo.
—Por el Audi. —asentí— Y está bien. —pronunció clavando la mirada en el suelo por unos segundos— Pero no te pueden cobrar quinientos mil pesos por un Fiat. Con esa plata vas y te compras un Fiat usado y andando, boludo.
—No te enojes.
—¿Cómo quieres que no me enoje? Te están cobrando quinientos mil para sacar y ponerle dos válvulas que cuestan treinta mil pesos el pack de ocho.
—Pero lo puedo pagar, no hagas lío por algo tan tonto.
—No se trata de si lo puedes pagar o no, se trata de que no te sigan viendo la cara. —mis intentos de retenerla fueron un fracaso, ya estábamos en la puerta del taller y ella parecía no querer cambiar de opinión— Tampoco puedes tirar plata solo por tirar.
—Buen día ¿Necesitan ayuda en algo? —preguntó el dueño del taller cuando nos vio a ambos en la entrada. Olivia volteó a verme y yo negué varias veces con la cabeza, pidiéndole que no dijera nada, pero ella simplemente siguió con lo suyo.
—Si, te hago una consulta ¿Puede ser? —el mecánico afirmó con la cabeza y yo solo deseaba que me cayera un meteorito en ese preciso momento— Mandé a mi novio a qué les preguntara el presupuesto por el cambio de válvulas de un Fiat Siena y me dijo que le habían pasado un presupuesto de quinientos mil. —casi al instante ví como el mecánico tragaba saliva y miraba a sus compañeros de trabajo— ¿Le encontraron algún problema más al auto aparte de las válvulas? Lo digo porque se me hizo raro, hace menos de un mes mandé a qué le hicieran el cambio completo de motor a mi auto, un Mercedes Benz, y me cobraron cuatrocientos mil pesos.
—¿Es el autito que dejaron anoche? —Olivia afirmó con la cabeza y el mecánico volvió a mirar hacia todos lados— Debe haber sido un error de alguno de mis chicos. —comenzó a excusarse— A veces confunden los modelos de los autos o no se acuerdan del diagnóstico de cada uno y se terminan mandando cagadas. —Olivia asintió, pero con solo verla estaba claro que no le estaba creyendo nada— Ciento cincuenta te va a costar con todo y la compra de los repuestos.
—Los repuestos ya los tenemos, vinimos a pedir presupuesto solo por la mano de obra. —el sujeto se pasó la mano por la nuca y les dió un último vistazo a sus compañeros de trabajo.
—Entonces lo redondeamos a cien mil. —pronunció y procedió a llenar lo que parecía ser una factura— Pueden venir a buscarlo mañana a la tarde. —le entregó el papel a Olivia y ella asintió luego de ver el precio.
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Superclásico [#1]
RomanceOlivia no tuvo la oportunidad de procesar el hecho de que su novio la había dejado, no tuvo tiempo de llorar tal ruptura, ni de contarle a sus amigas cuando su Instagram explotó por las notificaciones de seguimiento. Olivia no tenía ni veinticuatro...