⚽ Capítulo cuatro ⚽

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Olivia

Media hora de exposición, media hora desarrollando el tema que elegí, media hora siendo evaluada por la profesora Rodríguez. Había pasado casi todo un mes preparando la carpeta de campo, ideando y creando distintos experimentos y maquetas para explicar a la perfección el tema del campo eléctrico y la Ley de Gauss. No había dormido correctamente durante todo ese tiempo porque quería que todo saliera bien, que todo marchara como yo lo había planificado, quería que de una buena vez por todas algo me saliera bien en la unidad de Física III.

Quería.

—Relájate. —negué varias veces con mi cabeza— Oli, ya está, aún quedan tres mesas extraordinarias, aún hay chance de que regularices la unidad curricular. —dejé escapar un sonoro suspiro, demostrándole así que mi frustración no era lago que se podía ir con un simple relájate.

—Creo que quiero dejar la carrera. —mencioné y casi al instante sentí la mirada de Marcos sobre mí.

—No seas tonta, esto es lo que mejor se te da ¿qué otra cosa vas a estudiar si no es esto?

—No sé, lengua y literatura o que se yo. —Me tiré tan fuerte hacia atrás que mi espalda dolió al pegarse contra el respaldo de la silla.

—Olivia, no sabes diferenciar una oración bimembre de una unimembre y quieres estudiar lengua y literatura. Eso es estar mal de la cabeza.

—Mal de la cabeza está Rodríguez, no puede ser que me haya desaprobado un trabajo de semanas de planificación y que a Álvaro lo haya aprobado siendo que no le presentó ni una hoja de la carpeta de campo y su exposición consistía de una cartulina roja con dos palabras locas. —crucé mis brazos y comencé a golpear mi pie de manera frenética contra el suelo.

—Igual, Rodríguez tiene fama de ser injusta con las mujeres de la carrera. —Comentó y se llevó a la boca el sorbete de aquella bebida roja que se había comprado— Se rumorea por ahí que empezó a ser así luego de enterarse que su marido le fue infiel con una de sus alumnas.

—Y por culpa de una sola persona pagamos todas. —dije con frustración y me centré en los diferentes dibujos que tenían impresos las servilletas del local, hasta que el ruido de Marcos ahogándose con su bebida me hizo volver a prestarle atención— Despacio animal. —llevé una de mis manos a su espalda y comencé a darle leves palmadas mientras oía como el tosía.

—Necesito que abras instagram, pero ya. —pidió y yo lo miré con extrañeza antes de buscar mi celular en mi mochila.

—¿Por qué?, ¿qué pasa? —el negaba repetidas veces con su cabeza mientras miraba con asombro la pantalla de su celular.

—Adivina con quien está saliendo Juan. —y esa fue razón suficiente para que sacara mi celular de la mochila con rapidez y entrara desesperada a instagram para revisar su perfil.

—¡Yo lo sabía! —exclamó el con felicidad, pero yo me quedé paralizada en mi sitio luego de observar el sin fin de notificaciones que tenía, las cuales no dejaban de llegar— Te dije que esos dos... Ol. —no lo miré, solo seguí mirando mi celular— Oli. —esto era raro, mi instagram jamás había captado la atención de tantas personas a la vez— ¡Olivia! —Marcos me sacudió de un lado a otro para captar mi atención— ¿Qué te pasa loca? ¿Estás bien? —negué.

—Entra a mi perfil. —pedí y el solo me observó confundido.

—¿Por qué?, no me digas que te bajaron la cuenta. —procedió a buscar mi perfil en su celular y al cabo de unos pocos segundos observé como su rostro se llenaba de sorpresa— Olivia que mierda es esto. —Inspiré hondo y me obligué a mí misma a relajarme— ¡Mierda, Oli!, Luca Godoy te sigue en insta.

Superclásico [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora