Superclásico [#1]

⚽ Capítulo treinta y nueve ⚽

Olivia

Ponerle fin a esa tóxica y extraña relación que tenía con mis padres y mi hermano, había sido de las mejores cosas que logré en mi vida.

Jamás me imaginé que la sinceridad de mi abuelo pudiera llevarme a que me replantear toda mi vida y, siendo honesta, me arrepentí de muchísimas cosas y de miles de decisiones.

Me di cuenta de que fui tonta al creer ciegamente que mis padres algún día llegarían a quererme, me sentí estúpida al aguantar cada cosa que ellos me hacían bajo la carátula de "lo aguanto porque son mi familia y los quiero". Quizás aprendí demasiado tarde que, a veces, tu familia no es tu familia.

Estaba claro que ellos eran una gran familia, pero que yo no era parte de ellos.

El panorama podría ser un poco deprimente si lo contaba así, pero me di cuenta que mi vida mejoró a pasos agigantados desde que decidí dejar de vivir bajo el mismo techo que mis padres. Mi insomnio desapareció por completo, tenía más energía que antes, dejé de saltarme comidas -en parte porque si lo hacía, Luca era el primero en regañarme- y dejé de sentirme agotada.

En fin, al salir de ese lugar, pude conocer una vida fuera de tanto estrés y agotamiento psicológico. Conocí lo que significaba disfrutar mis días sin depender de pastillas para dormir, ansiolíticos y de arrancarme las uñas cada vez que la ira me consumía.

No podía decir que mis uñas eran las más largas y bonitas del universo, pero al menos estaban sanas y pintadas de un color bonito; un viejo esmalte que encontré en una cajonera y que restauré mezclandolo  con alcohol.

A pesar de que las cosas en nuestra extraña y, poco convencional, familia estaban de diez, había un tema que mantenía a Luca un poco -bastante- tenso.

Hace una semana había recibido la noticia de que varios clubes estaban interesados en el, siendo el Real Madrid el club que más se destacaba entre ellos. Y a pesar de que era una noticia emocionante, a él no parecía hacerle tanta gracia.

Si me hicieran la pregunta de: ¿Tu crees que Luca quiere irse al Real Madrid?

Mi respuesta claramente sería: Se nota de aquí a la China que quiere irse al Real Madrid.
Pero aún no comprendía por qué se frenaba tanto.

—Me gusta el Dortmund.

Ambos estábamos ayudándonos con las tareas de la casa, el lavando los platos y yo las ollas, porque la última vez que Luca intentó lavar las ollas no salió para nada bien. Durante una semana le sentimos gusto a desinfectante a todo lo que cocinamos.

—La Bundesliga también es una buena opción ¿No? —asentí.

—¿Cómo te llevas con el inglés? —cuestioné y el calzó el plato contra la mesada. Me miró de reojo y luego se miró las manos con vergüenza— ¿Y con el alemán?

—No se decir ni hola en ninguno de los dos idiomas. —reí.

—¿Por qué nunca hiciste el intento de aprender inglés? —me miró y luego suspiró.

—Porque nunca creí que llegaría tan lejos. —guardó silencio por unos segundos, mientras seguía con su tarea de lavar los cubiertos— Jamás pensé que tendría a tres clubes europeos detrás de mí.