Pecado Justificado - Kats (Terminada)

Grand Finale

Con Izuku bien seguro en sus brazos era momento de comenzar la nueva etapa de sus vidas, lo acomodo mejor de modo que Deku pudo esconder su rostro en su cuello y salió del departamento, bajó las escaleras en un suspiro y se metió en el auto, dio la orden para que los llevaran a la casita de campo, Katsuki estaba ansioso por tener a Izuku para el solo, lejos de todo el mundo, incluso de la gente más cercana a él, ya había tenido que compartirlo por mucho tiempo, ahora era el momento de reclamar lo que era suyo.

Comenzaron a moverse pero Izuku se mantuvo en su posición, llorando a lágrima suelta, Katsuki en ningún momento le dijo que se callara o que se detuviera, estos eran los preciosos sentimiento de Izuku y él adoraba cada uno de ellos.

-Te amo tanto - comenzó susurrando mientras besaba su frente - he estado esperando tanto tiempo para tenerte en mis brazos - despierto - cada segundo que pasaba lejos de ti era la agonía más pura para mi alma.

En su cuello Izuku comenzó a llorar con más fuerza todavía, Katsuki no pudo evitar reírse quedamente, este era su alma gemela, quien llevaba sus sentimientos en la manga para que todos pudieran verlo. Mientras Katsuki suprimía sus traumas, tratando de olvidar todos los recuerdos horribles de las cosas que había hecho, Izuku podía llorar libremente para expresarse, eso era lo que Katsuki siempre había querido para él, tener la libertad de ser quien quería ser a su lado.

Avanzaron lentamente por la ciudad hasta llegar a su destino, atravesaron los varios controles de seguridad y finalmente estuvieron en la casa.

Se bajo del vehículo sin soltar su preciada carga y le hizo una señal a Mina (quien era su conductora) para que se esfumara, esta le soltó un beso pero hizo caso.

En lugar de entrar a la casa Katsuki se sentó en el patio, en un mecedor, quería darle tiempo a Izuku para que procesara todo, no iba a apresurarlo. Comenzó a moverse adelante y atrás mientras acariciaba la espalda de Deku, le susurraba cosas bellas y le aseguraba una y otra vez sus afectos, ahora que estaban frente a frente no quería que quedara ni la menor duda de cuánto lo amaba, que todas las palabras que le había escrito no estaban vacías, que era realmente su corazón quien hablaba.

Las horas pasaban y Izuku consiguió calmarse, pero no dijo nada, Katsuki asumió que una vez más no tenía las palabras para expresarse así que lo dejó ser, lo dejaría pensar por días si eso era lo que necesitaba. Realmente Katsuki estaba inundado de felicidad, tanta que no le importaría quedarse por el resto de sus días ahí sentado, Izuku lo había aceptado, todos sus problemas se habían terminado, ahora finalmente podía ser feliz.

Izuku finalmente había dejado de llorar pero se había quedado en la misma posición, agarrado con manos y pies a Katsuki, mientras que este disfrutaba de tener a la persona más importante de su vida entre sus piernas, acariciando su espalda lentamente, jugando con su cabello, besando su cabeza.

El sol comenzó a esconderse y el viento comenzó a soplar más frío, Katsuki estaba debatiendo de si ir a dentro y romper la atmósfera apacible que habían adquirido o quedarse afuera un rato más. Se sorprendió cuando Izuku finalmente habló.

-Eres caliente.

Katsuki parpadeo rápidamente sin saber qué decir, de todas las cosas que le podría haber dicho era esa la primera. Sin quererlo se echó a reír, carcajadas que nacían desde el estómago y salían sin poder ser controladas. No sabía que debía decir, cómo tenía que responder a algo como eso, pero no quería que su relación con Izuku fuera una sería, quería que él siguiera siendo un niño alegre incluso entre sus brazos, por las grabaciones sabía que sentido del humor tenía más o menos Izuku así que hizo un intento.