💢Capítulo 4💨

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William: ¡¿DÓNDE DEJÉ MIS LLAVES?!

Elizabeth: Aquí están, papi -contestó la infante del señor-

William: ¡Ah! Gracias, Lizi -dijo el mayor mientras acariciaba los cabellos de la chiquilla y agarraba aquellas llaves- . Es cuestión de unos pocos minutos para que vaya a recoger a su tía Lupe.

Elizabeth: ¿Vendrán los otros dos que me mencionaste? -Preguntó la chiquilla curiosa-

William: Así es, mi pequeña Lizi. -Al decir eso, William se agachó, colocándose a la altura de su hija Elizabeth- Pero es un secreto, ¿sí? No le digas a ninguno de tus dos hermanos; te confío sólo a ti esta información.

Elizabeth: Cuenta conmigo -contestó la pequeña segura de sí-

William: Ok, ahora sal del cuarto y ve a la sala para de paso avisarle a tus hermanos que ordenen lo que es pues la sala de estar, ahí medio la cocina y de una sola vez sus cuartos ¿el tuyo está limpio, no?

Elizabeth: Sí, sí y sip. El mío ya está limpio.

William: Así me gusta; ahora permíteme yo ordeno aquí el cuarto en el cual se queda su tía y tú anda afuera a ya sabes qué -la pequeña bajo de las escaleras y fue a la sala a hacer justo lo que su papá le pidió-

Elizabeth: -A la chiquilla le gustaba mandar, por lo que esta tarea dada por su padre de tipo así ''liderazgo'' le fascinaba y prometía hacerlo a la perfección- Bueno, chicos. Papá dijo que ordenen acá lo que es la sala y cocina; y cuando terminen que le den una retocadita a sus cuartos porque la verdad sí están desordenados; al menos el de Michael sí, el tuyo no tanto Evan.

Michael: ... ¿Qué te hace pensar que tú no vas a ordenar? -Dijo el mayor de la sala un tanto enojado-

Elizabeth: Obviamente les ayudaré, Michael ¿crees que dejaré que se lleven todo el crédito? Ni loca.

Evan: P-podemos empezar por la sala, luego la cocina y cada quién sus cuartos -sugirió el menor del lugar mientras tartamudeaba, costumbre que ya era parte de él-

Elizabeth: Me agrada esa idea, porque la verdad la sala es un desastre.

Michael: No es para tanto -contestó el mayor mientras dejaba los ojos en blanco-

Elizabeth: Sí, Michael, no es para tanto tener tus calzoncillos debajo del sofá. Es que es tu nuevo armario, vea -respondió la única chica pero al parecer la más consiente de los tres-

Evan: Si no pelean y empezamos desde ya acabaremos más rápido -una vez más, propuso el menor-

William: -El hombre de la casa, William, iba con prisa por las escaleras para ir a la cochera y pedir el que cierto hijo le cerrase el portón- Michael, vente, ciérrame el portón -el cabeza de familia no le importaba si es que Michael quería o no cumplir tal tarea, era una orden la cual el mayor de sus hijos sí o sí debía cumplir-

Michael: -Estaba a nada de reclamarle a su padre, pero él se optó por no decir nada e ir a cumplir el mandado- Ya voy. -Mientras agarraba las llaves y se dirigía a la cochera, murmuraba para sí mismo- Si tanto quieres a la pelos parados por qué no le dices a ella que abra el estúpido portón...

Michael hizo exactamente lo que su padre le pidió; abrió el portón, esperó que su padre ya dentro de el carro saliera de la cochera, y al toque que pasó eso, Michael había cerrado el mismo portón. Al no tener a su padre dentro de casa, él era el encargado de cuidar a sus hermanos, cosa que semi odiaba. Por un lado podía tratarlos como esclavos, pero pues dos cosas estaban en su camino:

°☆~¿Y esa cara!~☆° [Michael x Fem reader] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora