Todos ustedes tranquilos dentro de su nuevo hogar, al menos para ti y Alejandro; mientras que el dúo de adultos por un momento se olvidaron de que tenían bendiciones por la casa. Estos dos se encontraban por el centro comercial debido a algunas compras que se estaban haciendo por gusto suyo, teniendo un Starbucks en manos, y de paso con ciertas bolsas de pura ropa nueva.
William: -Mientras veían que cosas comprar para ustedes cinco, ambos estaban platicando de... precisamente ustedes- Si tanto los conoces pásate alguno de los momentos más inolvidables que tus hijos pudieron haber hecho.
Guadalupe: Si te dijera todos capaz no acabo -habló entre risas la mujer mientras que le daba un sorbo a su frozen y seguía viendo algunas cosillas para llevarles-. Empezando por el que más desastre me a hecho, sin duda alguna Alejandro tiene varias cosas que a día de hoy me cuesta creer.
William: Échate el chambre entonces -añadió una sonrisa curiosa al final-
Guadalupe: Vas a creer que el cipote casi se me hunde en una piscina -la señora hablaba preocupada, aún sabiendo que el escenario al final no resultó tan catastrófico-. Pero es que mirá, tipo andábamos en un restaurante el cual quedaba por la playa, y que de paso tenía dos piscinas: una para los niños chiquitos y otra para los adultos.
William: Aja, aja, ¿y luego?
Guadalupe: Pues resulta que este muchachito actualmente nada como pez en el agua, ya que desde siempre le ha gustado las piscinas y el hecho de poder nadar ya es algo que lo emociona. Pero bueno, la cosa está en que el niño apenas y tenía sus cuatro añitos vos, o sea una criaturita que era apenas. Resulta que el chistosito ve la piscina y le aparece la EXCELENTE IDEA de aventarse a ella.
William: ... ¿Pero qué tiene de malo? No se aventó a la grande después de todo -suponía el mayor entre los dos mientras que observaba a la mujer un tanto confuso de su preocupación para tal momento-. ¿Es por qué mojó la ropa acaso?
Guadalupe: ... Nada-que-VER. EL GRACIOSO SE LANZÓ A LA PISCINA DE GRANDES, EN LA PARTE HONDA WILLIAM, LA HONDA -ya hasta parecía que le daría algo a tu madre de tan sólo pensar en el recuerdo-
William: -Habría quedado un tanto impactado, pero no lo suficiente como para estar igual que ella- ¿Y quién lo salvo vos?
Guadalupe: No pues el Fer, yo andaba con la niña en brazos.
William: Hablando de ella, ¿algún recuerdo de la niñita que tengas?
Guadalupe: Te lo resumo: se comía mi maquillaje.
William: -El hombre no tardó en lanzar una carcajada al escuchar aquello. Ya luego habló- ¿Y no se te intoxicó la pobre?
Guadalupe: NO VOS, ahí sigue dando riata la niña. Pero es que te juro que algunos de mis labiales estaban con las marcas de sus dientitos.
William: Elizabeth no llegó ahí pero lo que si es que jodía todos los maquillajes de la madre al ponérselos en la cara. Parecía payasita -recordaba con cierta ternura y humor-
Guadalupe: ¿Y esa fue su peor travesura?
William: Esa fue UNA de muchas -tomó aire y luego siguió-. Bueno a ver; de Elizabeth tengo varias cosas, la mayoría ni tan graves razón por la cual no se me vienen a la memoria muchas. Es que la que salía dañada no era ella, sino sus cosas.
Guadalupe: O sea las arruinaba u algo así ¿no?
William: Precisamente. -Al terminar de darle un sorbo a su frozen habría recordado un escenario que la verdad lo dejó muy molesto para aquel entonces- La vez que por poco no se fregaba la mano en la licuadora.
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°☆~¿Y esa cara!~☆° [Michael x Fem reader]
FanficCansada estabas de las peleas dadas por tus padres dentro de su hogar. Tu madre y hermano estaban más que de acuerdo contigo, por lo que la mujer no lo pensó ni dos veces y decidió divorciarse de una buena vez por todas, para así llevarlos a ustedes...