Más allá de tu mirada (Pansmione).

Capitulo 3 - Flores y viejas traiciones

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La habilidad más importante que Pansy poseía y de la cual más le gustaba fardar era su capacidad para dar vueltas sobre un mismo tema cuando tiene la certeza de que hay algo más que aquello que se muestra en la superficie del lago. Su curadora de almas decía que eso se llama ansiedad, pero ella prefería llamarlo "sentido de investigador".

Aquello que le causaba tanta intriga de forma más reciente, el motivo de sus cuadros de insomnio era el aroma tan particular que encontraba cada que se reunía con el profesor Lupin, mismo  que capturó cuando estuvo tan cerca del licántropo a finales de año. Pasaba varias horas en el interior de su habitación, a la luz de las velas y en compañía de los mejores investigadores que podía encontrar en su circulo social.

En la mañana de un martes, junto a Luna y Crookshanks, revisaban algunos libros de texto respecto a la licantropía y las principales formas para identificar uno, aprovechándose pues de aquel trabajo que les fue encargado hacían muchas lunas. Una excelente base de investigación y comparación.

Luna estaba contenta con ayudar, era bueno ver que su amiga consiguió reconciliarse con sus compañeros de casa y el reunirse de nuevo en la sala de los leones era prueba de ello; aun con toda la posible emoción y lo positivo del suceso, el águila estaba un tanto nerviosa ante la repentina y aparente obsesión con el tema de la supuesta licantropía.

¿Qué más debemos de buscar? – cuestiono un poco cansada pues aquel no era el primer día donde le ayudaba a indagar y los trabajos ya fueron revisados de punta a punta mínimo unas cinco veces.

Cualquier cosa que se me haya escapado, algo que hable sobre el aroma de los licántropos – contesto sin verle. Tenía ya suficientes puntos para considerar que su teoría era acertada, en su tiempo libre se dedicó a recopilar las ocasiones en las que Remus Lupin se había ausentado a clases, estas faltas coincidían a la perfección con las noches de luna llena, ese simple hecho le parecía una prueba de carácter irrefutable para la realidad que se trataba de ocultar y aun con ello sentía necesitaba un poco más para no terminar lanzando falsos –. Estamos muy cerca de descubrir la verdad.

¿Y que harás cuando la descubras? – la respuesta tras aquella pregunta la podía conseguir con facilidad, solo era cosa de concentrarse un poco para hundirse en su mente y averiguar cada detalle de lo que deseaba, pero como siempre, prefería obtener la información de primera mano y sin manipulaciones, no era de su agrado aprovecharse de su habilidad.

Nada – contesto al instante, sin titubeo –. No tengo intención alguna de hacerle algún mal, solo estoy investigando porque estoy un tanto aburrida.

Eso no parece algo propio de ti – aseguro al instante, dudando por primera vez en la palabra de su amiga –. Debe haber algo más, así es como eres, no metes tanto empeño solo por estar aburrida.

Se quedó en silencio por un instante, revisando los apuntes que conocía a la perfección, solo intentando buscar las palabras perfectas – Yo...solo quiero... – de golpe sintió nerviosismo, sus manos quisieron temblar y su corazón se aceleraba de forma desesperada – En mi tiempo dentro del infierno había un tipo que siempre iba a torturarnos – su cuello se sentía pesado, su mano hacía todo lo posible para mejorar su sentir –, era un licántropo, le encantaba fardar de ello.

Con claridad de pensadero consiguió recordar la más temida amenaza que recibió en su vida "Espera a la luna llena, espera con paciencia niña que no tendré reparo en follarte como licántropo, quizás te devoré si me pones las cosas complicadas". Esa imagen le hizo temblar, una repentina necesidad de vomitar o escapar, pero por fortuna consiguió recordó que aquel infraser se encontraba muy lejos de su persona y señalo que en caso de que se atreviera a acercarse estaba preparada para defenderse. Pero aun con toda su seguridad, volvía a sentir que el metal se apegaba a su piel.