Capítulo 1 - Sonrisa entonada en Sol

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Bellatrix se encontraba bebiendo una copa, aparentemente tranquila, hace apenas un par de horas había ido a ver a su pequeña jugar, uno de los momentos más felices de su vida al ver a esa chiquilla hacer lo que solo se podía definir como arte, esos movimientos fuertes, rápidos y con una delicadeza que rozaba lo sobrenatural; no podía comprender como es que las cosas habían cambiado tanto, sabia los motivos, más no los comprendía.

[...]

Todo lo malo había ocurrido tras pasar bastantes minutos en el verde campo con su niña, felicitándola por tan magnifico partido – Quizás te vuelvas la capitana del equipo cuando Wood se retire – Le felicito, despeino a su niña que con ojos brillantes le observaba, aferrando su escoba con firmeza – fue una gran muestra lo que hiciste en los minutos finales, creo que hiciste que más de uno se orinara – Se coloco de rodillas frente a ella, poniéndose a la altura literal de su florecita campestre – Ve a festejar con tus compañeros, la victoria de hoy no es solo de Potter, gracias a ti el equipo se mantuvo firme.

Con una sonrisa en su rostro la ultima Parkinson realizo una reverencia diferente a la habitual, el poco espacio entre los cuerpos le impedía el inclinarse, flexiono sus rodillas en una reverencia mucho menos formal, una que es utilizada durante los bailes menos formales – Muchas gracias, mi señora – La mayor no comprendía el por que de ese agradecimiento, pero tampoco pregunto dejo un beso en la coronilla de la niña y la vio marcharse.

Más que contenta por lo que había ocurrido comenzó a caminar a la salida del campo dando saltitos tratando de dejar escapar toda la emoción que dentro suya se había acumulado tras los rápidos minutos que duró el partido, sus hermanas se había adelantado un poco, ellas habían sido las primeras en abrazar, felicitar y jugar con la pequeña, aunque eso sí, Narcissa fue más breve pues tuvo la necesidad primordial de consolar a su hijo; las tres se encontrarían en la mansión familiar dentro de una media hora, tiempo suficiente para redactar el cheque que le había prometido a la jefa de la casa de su hija para que comprara material de la mejor calidad para el equipo de los leones y de misma forma para que compraran escobas para las clases de vuelo y para aquellos alumnos que no tuvieran dinero para comprar una apta para jugar al quidditch.

No le importaba quien le pudiera ver actuado de esa manera tan "infantil" pues la emoción era mayor. Cuando ya estaba en el camino de tierra que llevaba a Hogsmade, lugar desde el cual podía desaparecer sin problema, a la mitad del mismo para ser exacto, alguien llego para amargarle el día.

Bellatrix – La mujer de cabellos rizados cerro los ojos de golpe, su entrecejo se arrugo al escuchar la inconfundible voz de su cuñado – me gustaría hablar de algo contigo.

Luciérnaga – Se burlo como manera de tratar de tranquilizar su molestia – claro, es un gusto hablar con mi rubio cuñado favorito.

Unos cuantos pasos en silencio siendo observados fijamente por los grandes y antiguos arboles que delimitaban el camino con una simetría excepcional, una que solo la naturaleza conseguía crear, pues era la mejor arquitecta del mundo – He de decir que la Parkinson me ha sorprendido – La tranquilidad se terminó – pensé que no era más que una simple sirvienta para ti – Apretó los puños con fuerza, mucha fuerza –, ni siquiera me creía que fuera una bruja mínimamente digna.

¿Podrías ir al grano? – La hostilidad se hizo notoria, estaba concentrándose y mucho para no dejar escapar su furia, pensaba constantemente en su hermana y sobrino, no quería agrietar la relación por culpa de las idioteces que el tiente que su cuñado.

Siempre tan eficaz – Le intento adular pensando que su cuñada estaba interesada en la próxima propuesta –. Me interesa que Draco consiga mantener el estatus de nuestra familia, que mantenga en alto el nombre de los magos de sangre pura – Ya le comenzaba a dar muy mala espina el discursito –, por lo cual, creo que nos seria de utilidad que la tal Parkinson se case con mi hijo – La mayor de las Black detuvo sus pasos al instante, en su cabeza las palabras se repetían con tanta fuerza que dolía – seria una forma perfecta de garantizar el futuro de Draco, además, no deberás preocuparte por el dinero, con gusto pagare la boda y te recompensar por...garantizar la exclusividad de tu sirvienta – Con una arrogante sonrisa en el rostro observo a su cuñada que tenia la mirada fija en el suelo, sus rizos le cubrían a la perfección el rostro haciendo imposible el detectar alguna emoción formándose –. Entonces ¿Qué me dices, Bella?

Más allá de tu mirada (Pansmione).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora