Falso culpable (Jinx)

Capítulo 9

Miró por tercera vez el reloj mientras colgaba el teléfono celular agradeciendo que la llamada con su jefe hubiese terminado. El señor Park estaba tan de mal humor que no hacía más que decirle que eso de visitar un edificio en el que supuestamente conocían el pasado del asesino de la cruz, era una pérdida de tiempo, le insistía con encerrarse en la oficina a esperar llamadas de probables testigos y a revisar a fondo toda la evidencia que ya tenía reunida. Bien, pues no pensaba que eso fuera útil de verdad, así que, yendo un poco contra la corriente, volvió a ir hasta ese edificio tras recibir la llamada del anciano que le contó un pasaje interesante de la vida del culpable, Dan también le decía que no sentía mucha confianza en el discurso del viejo pues cada vez que entraban a su departamento parecía ser un tipo solitario que veía en ellos algo de compañía y una oportunidad para pasar el rato charlando.

Aún con esas advertencias, le dedicó una mirada al edificio donde la supuesta hermana del asesino de la cruz había desaparecido. Algunos vecinos le reportaron la situación con comentarios de que hacía varios días que no la veían por ahí. Jaekyung haciendo uso de su posición como investigador entró en el departamento donde supuestamente ambos hermanos crecieron.

Su primera impresión fue que había algo erróneo. No podía ser tan sencillo encontrar una a una las pistas que lo llevaran a capturar al asesino. Después de revisar el departamento durante casi una hora, se convenció de que eso no era más que otro montaje, otra más de las obsesivas planificaciones del delincuente para distraerlo, quizá esos vecinos que reportaron el robo de las cámaras que su equipo había instalado y la desaparición de la mujer, podían ser testigos comprados por el mismo culpable.

Ni siquiera había fotografías, ropa o algo que indicara que alguien vivía ahí, era como si la mujer que apareció un día en la oficina para contarle esas mentiras hubiera estado disfrutando de la vida en otra parte del mundo, no había rastros de la estadía de nadie.

Salió cerrando la puerta detrás de él y se dirigió hasta el departamento del anciano.

—¿Quién es? — le dijo el hombre desde adentro.

—Detective Joo Jaekyung— no le tomó mucho tiempo descubrir que el anciano había hecho modificaciones en su puerta y ahora tenía un montón de cerrojos, uno a uno de estos se abrió y fue recibido con una sonrisa.

—Pase detective.

—¿A qué se debe lo de la puerta?

—Su compañerito no parece confiar en mi testimonio, pero yo sé que no miento y ahora debo estar en la mira de Park Ryeowook.

—Si le parece bien podría enviar a dos oficiales a visitarle de vez en cuando.

—No hace falta— el anciano se dejó caer en su sofá y le invitó un vaso de soju, mismo que él tuvo que sacar del refrigerador y servir.

—He obtenido una orden para revisar la casa se la supuesta testigo. No encontré nada.

—Y no tendría por qué— el anciano le dio un trago a su bebida y carraspeó la garganta varias veces hasta volver a hablar—. Es obvio que ella se arrepintió, desde pequeña era cobarde. Ahora que no está su compañerito ese, le voy a contar una historia detective Joo.

Park Ryeowook nació como producto de una infidelidad de su madre, al ser su padre un adicto a las apuestas, un violento de mierda y un alcohólico sin remedio se ausentaba de casa hasta por periodos de dos semanas, los únicos momentos en los que volvía eran para golpear a su mujer y para quitarle el poco dinero que ella obtenía vendiendo dulces en la estación del metro. Ella necesitada de cariño y protección, tuvo que encontrar algo a qué aferrarse y ese algo fue un atractivo corredor de bolsa que conoció por casualidad cuando le ofreció ayuda en la estación del metro, guiados por una atracción física instantánea comenzaron a quedar para encontrarse, un romance clandestino que duró unos meses hasta que ese hombre desapareció sin decir adiós. Park Taeyon nunca supo si ese hombre sólo jugó con sus sentimientos o algo le pasó, más tarde descubrió que llevaba un niño en el vientre, su esposo la golpeó varias veces frente a todos los vecinos con tal de provocarle un aborto, pero el pequeño que llevaba en sus entrañas se aferró a la vida y nació en un centro de salud, tuvo ictericia y debió quedarse en el hospital durante días.